Justo cuando pensábamos que la comedia romántica empezaba a modernizarse y revertir su denostado rumbo, llega Bollywood para recordarnos cómo de equivocados estábamos. Y es que la película Sonu ke Titu ki Sweety,[1] estrenada este año en torno a San Valentín, es una oda a la amistad masculina, a la vez que se erige como un monumento al sexismo y la misoginia digno de análisis.
Titu (Sunny Singh Nijjar) y Sonu (Kartik Aaryan) son amigos íntimos desde la infancia, especialmente unidos tras la muerte de la madre de este último cuando eran apenas unos adolescentes. Siempre han estado juntos y se protegen el uno al otro… aunque sea de ellos mismos. Titu es un romántico, enamorado del amor, acostumbrado a sufrir en sus relaciones; mientras que Sonu es un despreocupado gigoló harto de ser siempre el hombro en el que su amigo llora amargamente por su fallida vida sentimental.
La historia comienza precisamente así, con Sonu corriendo a consolar a Titu, quien ha discutido con su novia Pihu (Ishita Raj), a la que le ha revisado la cuenta de Tinder. Su fiel amigo le hará ver que esa mujer no es buena para él, que solo intenta controlarlo y hacerle sentirse mal consigo mismo, eligiendo lo que debe comer y vestir para después presentarlo ante sus conocidos como un mero “amigo”. Sonu, llega al límite de su paciencia y pondrá a Titu ante una compleja disyuntiva: “ella o yo”.
Tras la ruptura con Pihu y los meses de tristeza desoladora (en los que ambos amigos irán de fiesta en fiesta), Titu decide que su familia le organice un matrimonio concertado, para asombro de Sonu, que intentará disuadirlo de tal idea en un intercambio de pareceres que no dejará indiferente a nadie:
– No hace falta que te cases –le insiste Sonu-. Para satisfacer tus necesidades hay chicas que no quieren nada serio, solo divertirse.
– No voy a casarme por sexo –le responde Titu.
– Entonces, ¿por qué?
– Porque tengo la edad, quiero alguien que me quiera y me cuide…
– ¿Y yo? ¿No te vale lo que hago yo?
La elegida como futura esposa es Sweety (Nushrat Bharucha), que resulta ser tan dulce como su nombre (en su traducción del inglés). Aunque en apariencia es la mujer perfecta, preciosa, educada, de buena familia y con un encomiable trabajo en una ONG infantil, lo cierto es que Sonu desconfiará de ella, hasta el punto de intentar desenmascararla. Se inicia así una encarnizada lucha por el amor de Titu entre la prometida y el mejor amigo, plagando la película de enredos y giros cómicos.
Aunque el argumento pueda parecer inocuo y un simple entretenimiento cómico, lo cierto es que la idea que subyace es aterradora: la mujer es un ente manipulador, una amenaza a la independencia masculina y un mero recurso para satisfacer ciertas necesidades del hombre. El personaje de Sweety parece encarnar todos los aspectos positivos que se buscan en la perfecta prometida india: educación, respeto a los mayores, atención a las tradiciones y dedicación absoluta al hombre y los niños. En el lado opuesto del espectro femenino se encuentra la exnovia de Titu, Pihu: superficial, físicamente exuberante y con tendencia al alcoholismo. La conclusión es más que evidente. Hay dos tipos de mujer: aquella con la que te casas y esa con la que tan solo te diviertes. No tienen por qué ser la misma pero ambas poseen unas características comunes: son perversas y manipuladoras.
Podría parecer accidental esta visión misógina de las relaciones de pareja, pero tanto el trío protagonista como el director del filme, Luv Ranjan, ya coincidieron en una anterior producción de similar argumento: Pyaar Ka Punchnama (2011) y su posterior secuela Pyaar Ka Punchnama 2 (2015), que también exploraban los peligros de las novias manipuladoras que se interponen entre los amigos.
El sexismo que exuda esta producción queda patente tanto en sus diálogos, como aquel que hemos reproducido anteriormente, como en sus números musicales, de entre los cuales destacamos el primero, que lleva por título Bom Diggy Diggy y nos muestra a Titu y Sonu en una fiesta, rodeados de mujeres que se contonean con ritmos de hip hop y hacen twerking. Precisamente pudimos ver el making of de este video en el documental de la BBC Bollywood: The World’s Biggest Film Industry, donde lo utilizaban como ejemplo para hablar de la creciente presencia de actrices caucásicas en el cine indio y su directa influencia en el cambio del ideal de belleza femenino.
Número musical Bom Diggy Diggy.
Técnicamente impecable, con números musicales vistosos, dignos de un videoclip de Beyoncé, interpretaciones muy respetables (con un gran elenco de secundarios) y numerosos gags cómicos, la película es sin duda entretenida, pero no debemos permitir que la forma oculte semejante trasfondo machista, envuelto bajo la premisa de que la amistad (masculina) es más importante que el amor.
Tráiler de la película.
Para saber más:
Notas:
[1] Sonu ke Titu ki Sweety (2018) País: India. Dirección: Luv Ranjan. Guion: Rahul Mody, Luv Ranjan. Música: Hitesh Sonik. Fotografía: Sudhir K. Chaudhary. Reparto: Kartik Aaryan, Nushrat Bharucha, Sunny Singh Nijjar, Ishita Raj, Alok Nath, Madhumalti Kapoor. Productora: T-Series,Luv Films. Idioma: Hindi.