La Navidad es un tiempo perfecto para ver películas y la industria suele aprovechar el tirón de estas fechas para cerrar el año con una cartelera acorde a los sentimientos de amor y concordia que nos inundan. Dejando al margen las cuantiosas producciones televisivas de canales como Hallmark o Lifetime, todas ellas cortadas por el mismo patrón, cada año solemos encontrarnos la enésima versión de Cuento de Navidad de Charles Dickens, alguna opción infantil con la que pasar las largas semanas sin colegio y comedias de tema festivo que van desde lo más gamberro a lo sentimentaloide. Este año, de la mano de Emma Thompson, nos llega la comedia romántica Last Christmas (2019),[1] inspirada por la canción navideña del mismo título creada por el dúo británico Wham!, formado por George Michael y Andrew Ridgeley.
El filme cuenta la historia de Kate (la “madre de dragones”, Emilia Clarke) quien tras superar una complicada enfermedad la Navidad pasada, parece haber caído en un círculo de autodestrucción, encadenando malas decisiones y cortando todos los puentes que la unen con su familia y sus amigos. Kate emigró siendo niña junto a su familia desde la antigua Yugoslavia a Londres, al ser desplazados por la guerra, lo que crea en el personaje ciertos conflictos identitarios, reflejados por el hecho de que reniegue de su verdadero nombre, Katarina, por su simplificación anglosajona. Su padre (Boris Isakovic) es un abogado que, al no poder ejercer en su país de acogida, debe trabajar como taxista; su madre (interpretada por la desternillante Emma Thompson) es absorbente, sobreprotectora y sufre depresión; y su hermana Marta (Lydia Leonard) maneja como puede los traumas de su madre, el egoísmo de Kate y sus frustraciones personales derivadas de una exitosa aunque indeseada carrera y el temor a desvelar su homosexualidad.
La joven Kate opta por huir del drama familiar y, maleta en mano, aprovechar la amabilidad de sus amigos y sus más que frecuentes escarceos sexuales para tener un lugar en el que pasar la noche, aunque siempre acaba estropeándolo de una forma u otra, quedando prácticamente en la calle.
A su lista de problemas se une su sueño frustrado de ser una cantante famosa, el cual aún persigue de forma inconsistente, presentándose a audiciones sin mucho éxito, mientras trabaja a tiempo completo en una tienda que vende adornos navideños. Este bazar de los horrores, situado en Covent Garden y recargado hasta el horror vacui, está regentado por Santa (a quien da vida la majestuosa Michelle Yeoh), una mujer china cuyos contactos comerciales le permiten hacerse con los cachivaches más estrambóticos.
El excesivo consumo de alcohol, los rollos de una noche y sus constantes batacazos sociales y laborales hacen de Kate un verdadero desastre pero, en estas circunstancias, se cruza en su vida Tom (interpretado por el atractivo actor malayo Henry Golding): un hombre misterioso y peculiar, que trabaja como voluntario en el albergue local, se desplaza en bici y no tiene móvil. Tom intentará que Kate abandone sus vicios y vuelva a encauzar su vida, mostrándole toda la belleza que le rodea.
La película bascula entre la comedia y el melodrama, con momentos desternillantes de un humor mordaz –contando con Emma Thompson en el centro de estas escenas– y otros de lacrimógena emotividad, que recuerdan a la Emilia Clark de Antes de ti (2016). El más que anticipado giro de guion no sorprenderá a nadie que conozca mínimamente la letra de la canción Last Christmas, pero todo ello no desmerece una encantadora experiencia plagada de guiños a George Michael, quien precisamente falleció el 25 de diciembre de 2016. La película es un constante homenaje al artista londinense, con una banda sonora repleta de sus éxitos, referencias a su labor benéfica y hasta un cameo del que fuera su pareja musical: Andrew Ridgeley.
Lista de Spotify con la BSO de la película.
Con un plantel de primer nivel, plagado de rostros conocidos a nivel internacional, no podíamos sino destacar a los ya mencionados personajes asiáticos, que juegan un rol clave en el filme: Santa y Tom, interpretados por Michelle Yeoh y Henry Golding (quienes fueran madre e hijo en la exitosa película Crazy Rich Asians). Si bien la personalidad de Tom apenas queda dibujada, debido a su halo de misterio, Santa es un ejemplo perfecto de hibridación asiático-occidental: sin abandonar sus raíces chinas, decide adoptar la cultura londinense (cambio de nombre incluido) y explotarla para beneficio personal con un negocio propio. Esta combinación se expresa de forma especialmente relevante a través de la moda, pues Santa viste elegantes qipaos (el vestido tradicional chino) pero con toques navideños que le dan un aire festivo.[2]
Así pues, Last Christmas es la película perfecta para estas fechas, con la combinación justa de sentimentalismo (para derramar la necesaria lagrimilla) pero aligerado con chistes obscenos, haciéndonos disfrutar mientras nos mecemos con los ritmos ochenteros de George Michael. Si se convertirá o no en un clásico navideño, solo el tiempo lo dirá.
Tráiler de la película.
Para saber más:
Notas:
[1] Last Christmas (2019) País: Reino Unido. Dirección: Paul Feig. Guion: Bryony Kimmings, Emma Thompson. Música: Theodore Shapiro. Fotografía: John Schwartzman. Reparto: Emilia Clarke, Henry Golding, Michelle Yeoh, Emma Thompson, Lydia Leonard, Patti LuPone, Ingrid Oliver, Rebecca Root, Sue Perkins, David Mumeni, Davina Sitaram, Jade Anouka, Joakim Skarli, Ritu Arya, Ruth Horrocks, Peter Mygind, Nasir Jama, Helena Holmes, Rene Costa, Laura Evelyn, Joe Blakemore, Martyn Mayger, Jassie Mortimer. Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Universal Pictures. Distribuida por Universal Pictures.
[2] Estos vestidos fueron diseñados por la marca Shiatzy Chen, de la taiwanesa Madam Wang.