Cuando nos referimos a las grandes industrias cinematográficas solemos pensar en Hollywood, la auténtica maquinaria del celuloide, con un definido starsystem y gran cantidad de producciones que llegan a nuestras pantallas año tras año. Pero existe otra gran industria, mucho más numerosa y floreciente que la estadounidense: el cine de la India.
La India es una república que aglutina a más de 1.200 millones de habitantes, situada en la zona del Asia Pacífica. Se trata del séptimo país más extenso y el segundo en población, compuesto por 28 estados y siete territorios de la unión, de los cuales la capital se sitúa en Nueva Delhi mientras que su ciudad más poblada es Bombay.
Con una renta per cápita de 1.842 dólares[1] se trata de uno de los países más pobres del mundo y con una tasa de analfabetismo que ronda el 61%[2]. Frente a ese panorama, el cine se contempla como un espectáculo en el que participa toda la población, manteniendo el mismo embrujo que en sus inicios.
La industria india produce el 73% de todos los filmes de la zona del pacífico y llega a acumular más de 1000 millones de espectadores por trimestre. Es la industria más potente tanto en número como en estadísticas debido, no sólo a su arraigo dentro de la cultura hindú, sino también a los bajos precios de las entradas, unos 20 céntimos de dólar.
En la actualidad podemos decir que la industria del cine indio se divide en el conocido Bollywood, enmarcado en la ciudad de Bombay y realizado en Hindi, lengua cooficial junto al inglés en toda la India; el denominado Tollywood, dentro de la zona sur de Calcuta, en Bengalí; el Mollywood, en la zona de Kerala en lengua malayalamo el Kollywood, en la zona de Kodambakkan, en tamil. Otras industrias periféricas y menos importantes se sitúan en Madrás y Calcuta.
A lo largo de las siguiente líneas emprenderemos un recorrido por la historia del cine Indio, desde su nacimiento hasta la actualidad para intentar comprender el arraigo del séptimo arte en la sociedad hindú y entender su proyección hasta la actualidad. En esta primera entrega repasaremos el nacimiento del cine hasta la aparición del sonido.
El nacimiento del cine, inicios de la era silente.
Mucho antes de la llegada del cinematógrafo a la India, los habitantes de Kerala estaban ya familiarizados con las imágenes en movimiento gracias al arte tradicional del Tholpavakkuthu o danza de marionetas. Generalmente estos espectáculos tenían lugar en los pueblos, donde marionetas hechas de cuero y movidas mediante palos usaban sus sombras para narrar historias dramáticas o recrear la mitología india, acompañadas de diálogos y canciones tradicionales del folclore hindú.
Además del arte de Tholpavakkuthu, la mayor parte del folclore indio o danzas clásicas como la Kuthu, Koodiyattam o Kathali también mostraban la importancia de lo visual. Probablemente este legado de la tradición Kerala tendrá gran parte de culpa en la incidencia e impacto del cine, en ocasiones con explicadores que retoman la tradición oral india
Se contaban historias usando tablas ilustradas a mano, con el acompañamiento de sonido en directo (música tradicional india). La mayor parte de esas crónicas versaban sobre historias ancestrales de divinidades, que se revelaban lentamente con movimientos coreográficos.
La llegada del cine a la India tiene lugar con la primera representación de los Hermanos Lumière en el hotel Watson el 7 de julio de 1896 en Mumbia, Bombay. El nuevo fenómeno no produjo las mismas reacciones que en Europa,nadie intento correr hacia la imagen de un tren viniéndose sobre ellos como lo había hecho en el resto del mundo, por el contrario la cultura india recibió esta nueva experiencia como algo familiar.
Harishchandra Sakharam Bhatavdekar(1869-1958), conocido popularmente como Save Dada presenció ese primer espectáculo de los Lumière y se llevó consigo el proyector de los hermanos, comenzando a difundir el séptimo arte al resto de la sociedad india: la primera industria cinematográfica hindú había nacido.
En Calcuta, Hiralal Sen(1866–1917) fotografió escenas de algunas de las proyecciones y creó los primeros anuncios publicitarios sobre celuloide, llevando a cabo desde 1913 hasta el incendio que destruyó toda su obra en 1917 unas 40 películas. Esos filmes se mostraban como un reclamo más para las performance y los espectáculos, una especie de entreacto publicitario.
De esa manera las artes tradicionales, música, danza y teatro se unieron al movimiento de la nueva industria cinematográfica en sus primeros años. Probablemente este sea uno de los aspectos responsables de la importancia de las escenas de danza y números musicales que primar en el cine indio hasta nuestros días.
Primeros cineastas
Dhundiraj Govind Phalke (1870 – 1944) comúnmente conocido como Dadasaheb Phalke se considera el padre del cine indio. Uno de los puntos centrales en su carrera como cineasta fue el uso (y creencia) de la filosofía nacionalista Swadeshi[3].
En su primera película, “The birth of a pea plant” (1901), considerada el primer filme indio, Phalke, mostraba delante de la cámara un único fotograma de una semilla convirtiéndose en planta, filmada a diario y durante más de un mes, introduciendo el concepto de la fotografía time lapse. Posteriormente y bajo la influencia de otro film importado, “Vida de Cristo”, el director comenzó a visualizar las imágenes indias de dioses y diosas, manteniendo su obsesión por proyectar imágenes en consonancia con la filosofía Swadeshi.
Fijo su estudio en Dadar Main Road y filmó su siguiente película: “Raja Harishchandra”(1913),su estreno fue un evento de suma importancia, al que acudió gran parte de la prensa, obteniendo un éxito enorme tanto de crítica como de público que coronaría al cine indio.
“Raja Harishchandra” presentaba un escenario donde la protagonista era la familia real, usando el efecto del fuera campo desde donde emergían los personajes. El film tenía una estructura episódica, siguiendo el estilo indio del teatro primitivo. La mayor parte del metraje usa una cámara estática, con multitud de movimientos dentro del plano. La escena de baño, donde Harishchandra va a llamar a su esposa Taramati, que está en la bañera, es la primera escena de baño de la historia del cine indio, a la postre todas las mujeres de la película eran hombres vestidos de mujeres.
Phalke procedía de una familia hindú ortodoxa, hijo de un sacerdote con profundas raíces religiosas, por lo que cuando el cine llega a la india es lógico su intento de retomar esas historias antiguas de dioses y religiones que habían inundado su infancia y primeros años.
Al gran éxito de “Raja Harishchandra” siguió con una serie de películas de temática mitológica y religiosa: “Mohini Bhasmasur” (1914), – cuya importancia radica en ser el primer film donde actúa una mujer tras la cámara, Kamalabai Gokhale-, “Satyawan Savitri” (1914),” Satyavadi Raja Harischandra” (1917), “Lanka Dahan” (1917), “Shri Krishna Janma” (1918) y “Kalia Mardan” (1919).
En la década de los años 20 J. C. Daniel,un dentista sin ningún tipo de relación anterior con el cine, se convertirá en el primer productor y director de Cine Malayalam.
Su película “Vigathakumaran”(1928), fracasará estrepitosamente. Es interesante resaltar como mientras que los filmes de temática mitológica daban la vuelta por toda India, J.C. Daniel tuvo el valor de producir la primera película con tema social. El fracaso económico de “Vigathakumaran”lo disuadió de producir más películas.
La mala suerte del Cine Malayalam continuará con su segundo filme, “Marthandavarma”, basado en la novela homónima de C. V. Raman Pillai, y producida por Sunderrraj en 1933. Tras una ardua lucha por sus derechos de exhibición el film fue eliminado de la cartelera tras un par de proyecciones. Por culpa del embargo no tendrá la repercusión esperada en el cine indio, con ella terminaría la época de cine mudo dando paso al sonido.
El cine regional tampoco estará ajeno al nacimiento del cine hindú, los primeros filmes producidos al sur de la india tienen lugar en 1917 con “Keechaka Vadham”, dirigida por R Nataraja Mudaliar. Tal y como indica el título volvemos a retomar la mitología del Mahabharata.
Hollywood se introduce en el mercado y las pantallas indias en 1929, estableciendo una industria en el sur de la India y fundando Prabhat Film Company en Kolhapur, al este de Maharashtra que se convierte en la productora de cine mudo más importante del momento y uno de los centros de producción más activos en los años 20.
En 1919 Baburao K. Mistry, conocido popularmente como Baburao Painter, que fundará la Maharashtra Film Company[4] y dirigirá la primera película histórica importante: “Sairandhari” (1920), con Balasheb Pawar, Kamala Devi y Zunzarrao Pawar en los papeles principales.
Con un interés especial y gran pulcritud en el diseño de los escenarios, el vestuario, y la dirección de arte, escoge los episodios más destacados de la historia del Imperio Maratha, especializándose en el género histórico. Sus pinceladas patrióticas en los enfrentamientos contra el adversario comenzaran a formar parte de la temática recurrente a la hora de escenificar temas históricos que, indudablemente, tiene relevancia hasta nuestra época contemporánea para el pueblo indio y en relación con las ideas nacionalistas, retomando la idea de la liberación frente al opresor colonial.
El ataque a este tipo de valores y conceptos sociales tendrá también su tratamiento en forma de comedia a través de la brillante sátira “England Returned” (1921) de Dhiren Ganguly, uno de los primeros ejemplos de crítica social obsesionada con los valores del este. Encontramos otro género cinematográfico indio, popularizado bajo el epígrafe de “Cine Contemporáneo Social” donde volvemos a encontrar a Baburao en otra de sus películas imprescindibles “Savkari Pash” (El indio Shylock, 1925) un ejemplo de tratamiento realista de la explotación india por parte del avaro patrón inglés.
En Bengala, región con una intensa vida cultural e intelectual, se rueda uno de los primeros filmes bengalíes, un remake de “Raja Harishchandra” de Phalke, “Satyawadi Raja Harishchandra” (1917),dirigida Rustomjee Dotiwala.
Será una industria menos prolífica que la de Bombay, en la zona de Calcuta se llevaban a cabo unos 122 largometrajes frente a los 64 de Bombay.
La primera película hecha en Tamil, al sur de la India será “Keechakavatham”(1916-17) de Nataraja Mudaliar.
“Marthandavarma” (1931) producida por R. Sunder Raj Film y dirigida por P. V. Rao basada en una novela de C. V. Raman Pillai será un ejemplo de las habituales constantes de la sociedad hindú que se manifiestan sobre la pantalla.El filme nos narra las aventuras del príncipe y como elimina a sus adversarios para convertirse en el dueño y señor de Travancore. El largometraje se subtitulará en inglés y malayo, la mayor parte de esas cartelas se toman directamente del texto original haciendo una mención obvia al Movimiento Swadeshi. Al no ser embargada, la película tendrá un profundo impacto en el cine regional del sur.
El cine indio comienza a hablar
A comienzos de los años 30 en cine indio comenzará a hablar, cantar y bailar. “Alam Ara” producida por Ardeshir Irani (Imperial Film Company) se estrena el 14 de marzo de 1931 con sonido grabado.
Mumbia comienza, de este modo, a convertirse en la mayor industria cinematográfica con una gran cantidad de film de autoproducción. Los años 30 verán éxitos como “Madhuri” (1932), “Indira, M A” (1934), “Anarkali” (1935), “Miss Frontier Mail” (1936) y “Punjab Mail” (1939).
De entre la mayor parte de cineastas de Bombay en los años 40,Shantaram Rajaram Vankudre (1901-1990), conocido como V. Shantaram será, probablemente el más ambicioso e innovador. Desde su primer film, “Ayodhya Ka Raya” (1932) hasta “Aadmi” (1939) quedará claro de que se trata de un realizador con un estilo especial e interesado por los conflictos sociales, que le sirven como hilo argumental para crear un ámbito discusión en el seno de la sociedad india. Hablará sobre el sistema de castas, la religión y los derechos de las mujeres.
Incluso cuando Shantaram recoge historias del pasado usa esos mismos paralelismos con la realidad contemporánea. Un ejemplo de esto será: “Amirt Manthan” (1934) donde critica la violencia de los rituales Hindúes. Del mismo modo en “Dharmatma” (1935) se opondrá al sistema ortodoxo de castas Brahmánicas. Originalmente titulada “Mahatma”, el film será prohibido por los censores coloniales y tratado como irreverente y políticamente controvertido. “Amarjyoti” (1936) será una alegoría contra la opresión de la mujer donde la protagonista busca venganza. Podríamos decir que se trata de la primera protagonista femenina del cine indio.
“Duniya Na Mane” (1937) versará sobre la resistencia de una joven a casarse con un hombre mucho mayor, por su parte “Aadmi” será uno de los trabajos más importantes de Shataram junto a “Manoos” (1939).
Sin embargo el cine indio ya había entrado en la era del sonido incluso antes del estreno de “Marthandavarma”. “Balan”, el primer ejemplo de cine sonoro, se estrena en 1938. Producido por Tamilian, y dirigida por S. Nottani, tomará el género del melodrama, con más influencia del cine Tamil que del Malayalam,para narrar la lucha de dos niños huérfanos, Balan y su hermana menor, oprimidos y explotados por su malvada madrastra hasta que finalmente son rescatados. A pesar de que esta película podría considerarse irrelevante en el sentido artístico, su éxito económico creará la base para la industria del cine Malayalam y la importancia de los números musicales, 23 en total dentro del filme. Siguiendo el éxito de “Balan”,aparecen otras películas sonoras: “Jnambika”(1940) o “Prahlada”(1941). El cine Kerala tendrá que esperar hasta 1948 para su próxima gran película, “Nirmala”(1948), dirigida por P. J. Cheriyan, que explorará nuevamente posibilidad expresiva de la música.El legendario poeta G. Shankara Kurup escribirá las canciones para la película, que unidas a las secuencias de danza y sonido comenzarán a ser el ingrediente principal para el éxito comercial del cine indio.
La industria del cine de Calcuta no será ajena a la irrupción del sonido, y serán los teatros Madan en Calcuta los que producirán los primeros musicales hindúes, como “Shirin Farhad” y” Laila Majnu” (1931). Ambos filmes, repletos de canciones tendrán un profundo impacto en el público y establecerán la costumbre de colocar números musicales en las tramas. “Chandidas” (1932), la historia de Vaishnavite, sacerdote poeta que se enamora de una lavandera de casta inferior será un auténtico hito. P. C. Barua producirá “Devdas” (1935) basado en una de las historias más famosas de Saratchandra Chatterjee, acerca del amor frustrado que influenciará a toda una generación posterior de espectadores y directores.
Viajando hasta el sur encontramos al cine en lengua tamil, que emergerá como una verdadera industria en 1929, con la creación de la General Pictures Corporation de Madras (Chennai). La mayor parte de los filmes tamiles serán coproducciones en distintos idiomas, con su versión en Telugu, Malayalam y Kannda hasta que la producción se establezca en Hyderabad, Trivandrum y Bangalore. El primer largometraje hablado del sur de la india será “Srinivas Kalyanam” (1934) de A. Narayanan.
Hasta aquí nuestro recorrido por los inicios del cine hindú hasta la aparición del sonido, en la próxima entrega nos adentraremos en los años 50, la creación de asociaciones y sociedades que difundirán el cine indio tanto dentro como fuera del país y la aparición de nuevos géneros influenciados por las vanguardias europeas del momento.
Notas:
[1] Datos extraídos de http://datos.bancomundial.org/pais/india referentes a las cifras hasta el año 2012.
[2] Datos extraídos de http://www.indexmundi.com/es/india/tasa_de_alfabetizacion.html, en concreto la alfabetización alcanza un 73,4% de los hombres frente a un 47,8% de las mujeres.
[3] El Movimiento Swadeshi, parte del Movimiento de Independencia de la India, basado en usar una estrategia económica para eliminar al Imperio Británico y mejorar las condiciones del país a través de la autosuficiencia – swadeshi – o el establecimiento de una economía doméstica. Mohandas Gandhi finalmente lo encauzará hacia el autogobierno, – el alma de swaraj -.
[4] Productora creada por Baburao Painter en 1918 pionera en la zona de Maharashtra. Llegará a producir multitud de filmes hasta la introducción del sonido en 1931. Tras la salida de V. Shantaran en 1929 entrará en decadencia y finalmente será absorbida por la Prabhat Film Company en 1931