(Alerta de spoilers: este artículo contiene información acerca del argumento de los últimos capítulos y el final de Naruto Shippuden, de Masashi Kishimoto. Así mismo, el texto está especialmente recomendado para fans de la serie)
Hace unos meses, en Ecos de Asia hablamos de Naruto cuando se aproximaba el final del manga, y destacamos que:
“El argumento se retuerce, solo de forma aparente, para acabar con un happy end en forma de lucha final, reencuentros y acuerdos entre personajes que eran ya obvios. Como lo es el desenlace. El autor destacó hace meses que Naruto tendría que acabar siendo Maestro Hokage. Poco más hay que decir. La única esperanza es que la trama dé un giro”
No queremos resultar pedantes, pero acertamos, y no precisamente con lo del “giro inesperado”. Naruto ha terminado y lo ha hecho con happy end. Todos felices, casados y con niños, reconciliaciones por todos sitios y, finalmente, el protagonista convertido en Hokage. La serie de Masashi Kishimoto ha finalizado y, en un canto a la nostalgia, no vamos a dedicarnos a comentar el final sino a proporcionar una ristrade aspectos por los que (¡de verdad!) Naruto es un manga que merece ser leído:
1. Ver a Naruto comiendo ramen[1]
No puedes negarlo:hace años, cuando veías a Naruto comiendo esa sopa de fideos rarita con cosas flotando, descubriste un mundo nuevo de gastronomía japonesa. Ahora es más normal consumir ramen en España, hay restaurantes especializados en el plato por doquier, y últimamente puede incluso encontrarse preparado, pero en el momento en que Naruto comenzó a editarse en España, este plato era todavía una novedad –en cierto modo, una excentricidad-. Además, el ramen está asociado a algunos de los mejores momentos del personaje, ¿quién no recuerda esas charlas junto a Iruka-Sensei con uno de estos cuencos delante?
2. El pelo rosa de Sakura
La protagonista femenina de Naruto tiene el pelo de color rosa. Sí, rosa. No es algo precisamente natural (seguramente será producto de algún tipo de “tinte ninja”). En todo manga y anime que se precie hay una chica con esta coloración, desde la protagonista de ToLove Ru, con una especie de rosa violáceo (o de violeta rosado) hasta la de Zero No Tsukaima. El rosa se comenzó a asociar por razones de marketing a la mujer hace décadas, una construcción más a sumar a todas las edificadas artificialmente en torno al género.Como sinónimo de dulzura, muchas actrices y cantantes han optado por teñirse algún mechón de ese color o, incluso, todo su pelo, como Charlotte Free. Lo cierto es que dentro del universo manganime, una vez que te acostumbras, no queda del todo mal, pero en la vida real es (opinión personal) raro, raro…
3. Las insinuaciones acerca de la homosexualidad de sus dos protagonistas
Otro clásico de Naruto. La verdad es que todos esperábamos que, como posible final, Naruto y Sasuke se casaran y emigrasen a California para comenzar una nueva vida lejos de ramen y pelo rosa. Sería comprensible y lógico, teniendo en cuenta que Naruto parece haber suspirado más por su compañero ninja que por sus amigas Sakura o Hinata. Los fanfic[2] de ambos juntos, besándose, en posiciones eróticas o en actos explícitos han inundado la red durante todo el desarrollo del manga.
El yaoi o manga con protagonistas masculinos homosexuales (también con unos roles perfectamente definidos, como casi todo en la cultura de masas japonesa, pero eso es otra historia), ha tenido históricamente una buena media de ventas, tanto en Japón como en España –donde tenemos incluso dibujantes autóctonos con mucho éxito en esta línea[3]- y lógicamente muchos de sus elementos característicos se han extendido a los mangas shônen. Dentro de unos años, en unos nuevos terrenos a las afueras de Tokio querrán hacer oficinas y aparecerá entre la tierra de los cimientos un final alternativo del manga. Si no, al tiempo.
4. Los mil y un sharingan [4] y las variedades oculares
Cuando Naruto comenzó y Kakashi Hatake sacó su sharingan a la luz, todo parecía misterioso y extraño. Ese ojo con poderes increíbles era algo único e irrepetible. Imposible de controlar sin un riguroso entrenamiento y consumidor implacable de chakra.[5] Pamplinas. Ni era tan difícil de controlar ni era tan único ¿qué decir del brazo plagado de sharingans que de repente utilizaba Danzô para luchar contra Sasuke? Además, a lo largo de la serie podemos apreciar un amplio repertorio de técnicas oculares distintas, como el byakugan (desagradable a nivel visual), el “súper” sharingan Mangekyô Sharingan (estaba claro que para conseguirlo tenías que matar a alguien), o el rinnegan. Hay técnicas oculares para todos los gustos, y es necesario acostumbrarse a ellas porque forman el eje central sobre el que bascula la trama.
5. Rock Lee
Porque sí. Porque él lo vale, y porque sus peleas siempre resultan una mezcla de tono épico y cachondeo. Es un personaje irritante, pero también uno de los que mejor definen el universo de Konoha. Y además consigue hacerse ninja ya no atravesando numerosas dificultades, sino con una total incapacidad para todo lo que no sean ataques físicos. Formidable.
6. El hecho de que Masashi Kishimoto vaya a continuar con Naruto, de una forma u otra
Masashi Kishimoto quiere sorprendernos con una nueva serie, alguna película o varios extras. Quizás protagonizada por el hijo de Naruto, Bolt (sí, se llama igual que el perro de Disney y que el velocista), en principio para la primavera del año 2015. Pero muchas de estas informaciones todavía están por confirmar. Lo que está claro es que la serie tendrá continuidad, de una forma u otra. Si no, siempre nos quedará el anime…
Notas:
[1] Plato japonés consistente en una sopa de fideos con distintos añadidos.
[2] De forma resumida, dibujos realizados por fans de la serie.
[3] Como Studio Kôsen.
[4] Uno de los grandes poderes oculares del universo Naruto.
[5] Puntos energéticos y, por extensión dentro del universo de Naruto elemento espiritual que servía de energía básica para crear los distintos ataques ninja.