Bajo el curioso título Dolly Ki Doli[1] (que podríamos traducir como “el palanquín de boda de Dolly”), encontramos una divertida comedia india de enredos protagonizada por el carismático personaje de Dolly (interpretada por Sonam Kapoor, a la que ya vimos en Aisha, 2010), una femme fatale y timadora profesional que se dedica a hacerse pasar por la novia perfecta, atrayendo a hombres ingenuos para casarse con ellos y, en la noche de bodas, robarles y huir con su botín.
A lo largo de la película asistimos a todo un desfile de reuniones de compromiso y bodas, de la más diversa condición, debido a la distinta procedencia religiosa y étnica de los futuros maridos. Con cada nuevo pretendiente, observamos una cara distinta de Dolly, que con sus dotes actorales se transforma de una muchacha dulce e inocente, en una peligrosa motera. El objetivo principal de esta adaptabilidad, es la de agradar a las familias de los novios (fundamentalmente a las madres), personificando a la nuera perfecta: obediente, sumisa y respetuosa.
La acción comienza con dos jóvenes enamorados: Dolly y Sonu (al que da vida Rajkummar Rao, protagonista de Queen, 2013), que quieren casarse y deciden reunir a sus familias para formalizar el compromiso, arreglando detalles como la dote. Tras las tiranteces iniciales (que incluyen al padre de Dolly arrojando macetas al futuro novio), asistimos al enlace: una explosión de felicidad y color que incluye animados bailes de estilo bollywood, incluyendo la sensual intervención de la explosiva Miss Ragini (Malaika Arora). Entre complicadas coreografías, primero el novio y luego otros familiares, se irán uniendo a la fiesta.
Tras los festejos, Dolly pasa su primera noche como casada en la casa de sus suegros. Así, se preocupará por atender a todos, llevándoles un vaso de leche a cada uno, incluyendo a su marido, al que le negará cualquier acercamiento físico aduciendo que está “ayunando”. A la mañana siguiente, la joven ha desaparecido llevándose cualquier objeto de valor (incluyendo las joyas y los saris de su suegra), en un modus operandi que irá repitiendo en serie.
La tarea de parar a esta timadora profesional y a su falsa familia de maleantes, recae en el inspector de policía Robin Singh (Pulkit Samrat) con el que, deducimos, Dolly tiene algún tipo de relación personal anterior. Pese a los más que discutibles esfuerzos del cuerpo de policía, la muchacha y su banda continuarán con sus andanzas, cometiendo robos por todo el país en una secuencia montada sobre el tema musical Dolly Ki Doli, que relata el poder de seducción de la protagonista y su efecto en los hombres. La persecución se irá acelerando cuando Dolly vaya ganando notoriedad en la prensa con la filtración de alguna imagen suya, y el cerco a su alrededor vaya cerrándose.
Entre canciones, bailes y huidas, el metraje va avanzando, descubriendo los misterios que esconde la poliédrica personalidad de Dolly. A veces nos ofuscamos en encontrar gemas ocultas, significados profundos escondidos en cada película, cuando en realidad deberíamos limitarnos a apreciar su belleza intrínseca. Dolly Ki doli no es una proeza fílmica -su guión tiene defectos y los diálogos son harto mejorables- pero no aspira a ser más de lo que es: un divertimento entretenido, lleno de color, bailes y humor, que alejará nuestras mentes de las preocupaciones diarias a golpe de cadera, al menos durante algo más de hora y media.
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Notas:
[1] Dolly Ki Doli (2015). País: India. Director: Abhishek Dogra. Guión: Abhishek Dogra, Uma Shankar Singh. Música: Sajid Ali, Wajid Ali. Fotografía: Saurabh Goswami. Reparto: Malaika Arora, Mohammed Zeeshan Ayyub, Sonam Kapoor, Saif Ali Khan, Rajkummar Rao, Pulkit Samrat, Archana Puran Singh. Productora: Arbaaz Khan Productions / Kinesis Films. Idioma: Hindi.