Netflix se ha erigido en paladín de la comedia romántica, como ya analizamos recientemente de la mano de Always be my maybe (2019), una suerte de Cuando Harry encontró a Sally con personajes de origen asiático. Pero cuando el cajón de los remakes se agota, siempre queda volver la mirada a la literatura, como sucede con la producción que reseñamos hoy: A todos los chicos de los que enamoré (2018),[1] adaptación de la popular novela de Jenny Han.
Lo cierto es que no hace mucho comentábamos en esta revista la obra de Jenny Han, a colación de la reciente traducción de esta novela al castellano, pero desde aquel momento su popularidad no ha hecho sino aumentar de forma exponencial. Lo que entonces era una bilogía se ha transformado en una trilogía que se comercializa ya en España,[2] sin duda espoleada por el buen tirón del filme, y que hace inevitables las consiguientes secuelas cinematográficas, que llegarán en los años venideros.
La película nos relata las aventuras de Lara Jean (Lana Condor) una introvertida adolescente de ascendencia coreana que, tras la muerte de su madre, vive con su padre, el doctor Covey (papel secundario interpretado John Corbett, el sempiterno Aidan Shaw de Sexo en Nueva York), y sus dos hermanas Margot (Janel Parrish) y Kitty (Anna Cathcart). La acción comienza cuando Margot abandona el nido para irse a estudiar al extranjero y Lara Jean debe empezar un nuevo año escolar sin el abrigo de su hermana y mayor apoyo. Lo que debería ser un anodino curso más se torna en auténtico drama cuando la protagonista descubre que las cartas que durante años ha ido escribiendo a sus amores platónicos –sin ninguna intención de enviarlas– han llegado misteriosamente hasta sus destinatarios: entre ellos, al exnovio de su hermana, Josh (Israel Broussard), y al chico más popular del instituto –y pareja de su archienemiga– Peter (Noah Centineo).
Tras los evidentes momentos de vergüenza y mortificación, propios de todo adolescente, Peter y Lara Jean deciden fingir una relación con vistas a que ella pueda disfrutar de mayor notoriedad social y él consiga dar celos a su anterior novia. Sin embargo, los malentendidos y mentiras se irán acumulando mientras la protagonista pone en duda sus propios sentimientos.
Además de los temas característicos de toda película de adolescentes, como la popularidad o el sexo, esta producción resulta interesante porque en ella emergen aspectos de plena actualidad, como el miedo de los adolescentes a desvelar su homosexualidad, o las consecuencias de la difusión de videos de contenido erótico a través de las redes sociales. A todo ello podemos sumar el componente asiático, que resulta evidente a la vez que pasa desapercibido; y es que, si bien es cierto que la madre de la protagonista es coreana, y esto se percibe a simple vista en sus rasgos, esta característica no va asociada a ningún otro rasgo estereotípico, como viene siendo habitual en películas que cuentan con un único personaje asiático. Esta y otras producciones recientes contribuyen de esta forma a la normalización de los asiático-americanos, permitiéndoles cobrar un papel protagonista y creando para ellos roles redondos, con matices y contradicciones que los hacen, meramente, humanos.
Tráiler de la película (con subtítulos en castellano)
Para saber más:
Notas:
[1] A todos los chicos de los que me enamoré / To All the Boys I’ve Loved Before (2018). País: Estados Unidos. Dirección: Susan Johnson. Guion: Sofia Alvarez, Annie Neal. Fotografía: Michael Fimognari. Reparto: Lana Condor, Noah Centineo, Janel Parrish, Israel Broussard, Andrew Bachelor, Anna Cathcart, John Corbett, Emilija Baranac, Christian Michael Cooper, Madeleine Arthur, Trezzo Mahoro, Jeb Beach, Kelcey Mawema, June B. Wilde, Joey Pacheco, Hunter Dillon. Productora: Overbrook Entertainment / Awesomeness Films. Distribuida por Netflix.
[2] Además de A todos los chicos de los que me enamoré, la editorial Planeta ha lanzado un estuche que incluye tanto PD. Todavía te quiero como la finalización de la saga, que lleva por título Para siempre Lara Jean.