Ponent Mon lleva varios años apostando por Jirô Taniguchi (1947-2017), publicando obras como El caminante, Barrio lejano, Los años dulces o la más reciente Mascotas. Es considerado uno de los mejores mangaka de su generación, siendo uno de los principales difusores del manga fuera del archipiélago nipón. Sus obras siguen siendo traducidas constantemente a pesar de su fallecimiento en el año 2017, siendo un ejemplo de ello Cielos radiantes, que en este 2021 ha sido reeditada en España de la mano de Ponent Mon, una de las editoriales que más ha apostado por este artista japonés.
Esta historieta fue publicada originalmente en Japón por Shûeisha en el año 2005, y en España tuvo su debut en octubre de 2011 en forma de un tomo único autoconclusivo de trescientas cuatro páginas en blanco y negro. Diez años después, la misma editorial, Ponent Mon, ha creado una nueva edición de Cielos radiantes, dando como resultado un manga rústico con solapas de trescientas ocho páginas.
En esta ocasión Jirô Taniguchi nos presenta a Kazuhiro Kubota, un hombre de mediana edad que, agotado y hastiado debido al exceso de trabajo que tiene últimamente, choca su automóvil contra una moto que iba conducida por Takuya Onodera, un joven de diecisiete años. El resultado final es un accidente en el que ambos acaban en coma ingresados en el mismo hospital. Tras varios días, el cuerpo de Kazuhiro fallece, dejando tras de sí a su mujer, ahora viuda, y a su hija pequeña, Tomomi; y, mientras tanto, Takuya despierta del coma. El problema radica en que el adolescente no es quien se halla dentro de su cuerpo, sino que es la conciencia de Kazuhiro quien se ha apoderado del mismo.
Se trata de una trama intimista, personal y emotiva. Kazuhiro, en el cuerpo de Takuya, tendrá que hacer frente a una familia y a unos amigos que le son completamente extraños; se le diagnostica como amnesia, pero la verdad es que es otra persona. El hombre tendrá deseos de reunirse con su mujer, con su hija, pero ¿cómo le recibirían? ¿Le creerían acaso? Además, parece que, poco a poco, la verdadera conciencia de Takuya va despertando, por lo que el tiempo de Kazuhiro en este mundo es limitado. Se desata así una carrera a contrarreloj para poder despedirse correctamente de su familia antes de que Takuya recupere completamente el control de su cuerpo.
El resultado final es una historia dramática donde la tristeza, la desesperación y la impotencia serán las verdaderas protagonistas. Una historia contemplativa que hará viajar al espectador por los recuerdos y valores de los personajes, los cuales son muy realistas y sinceros. Todo ello es acompañado de un dibujo detallista e intimista que capta a la perfección los sentimientos y las emociones de todos los actores partícipes de la historia, empatizando con cada uno de ellos. Al final, serán también los lectores quienes quedarán atrapados en el cuerpo de Takuya.