En Ecos de Asia venimos realizando un breve repaso a través de la historia de la cerámica en Corea. En anteriores ocasiones hemos podido ver las realizaciones pertenecientes al Neolítico, los Tres Reinos y la Unificación de Silla, así como las de la dinastía Dinastía Koryo (918-1392). En esta ocasión, para terminar, nos centraremos en las cerámicas de la dinastía Joseon (1392-1910).
A finales del siglo XIV Corea se encontraba bajo dominio del imperio Mongol, causando un gran malestar el hecho de que los monarcas Koryo fueran meros títeres de los conquistadores. En este contexto, un general del ejército coreano, Yi Song-gye (1335-1408), se hizo con el poder en el año 1392, tomó el nombre de Taejo, y restauró el antiguo nombre que los emperadores chinos habían concedido a la región, convirtiéndose en el primer gobernante de la dinastía Joseon. Taejo construyó una nueva capital en Seúl y puso en marcha una serie de reformas destinadas a cambiar la orientación e ideología del reino.
Siguiendo el ejemplo de los emperadores Ming, la dinastía Joseon adoptó los valores del Confucionismo[1] como principal ideología de gobierno con el fin de restringir la influencia cultural y política del Budismo, ya que los nuevos gobernantes consideraban al clero budista como firmes partidarios de los monarcas depuestos. El Budismo, religión que llegó a la península a través de China y había sido ampliamente favorecido por los monarcas Koryo, llegando a convertirse en religión de estado con el fin de reforzar el carácter sagrado de su autoridad, también contaba con un gran predicamento entre las clases más desfavorecidas, especialmente la figura de Avalokitesvara, con la forma del protector Guanyin. De este modo entre las élites gobernantes yangbang el Confucianismo llegó a alcanzar un gran predicamento, en ocasiones superior al que disfrutaba en China, pero no llegó a calar entre el pueblo llano. Siguiendo esta tendencia, la dinastía Joseon desdeñó la realización de celadones de época precedente, considerados como representaciones del lujo y corrupción pertenecientea la decadente dinastía Koryo. En más consonancia con su nueva devoción confuciana, frugal y sencilla, los monarcas Joseon favorecieron unas cerámicas más austeras y prácticas, especialmente porcelanas blancas con un vidriado ligeramente azulado, y piezas en loza, de apariencia rústica, cubiertas de una fina capa de arcilla blanca, denominadas punchong. Los ceramistas decoraban ambos tipos con toda una serie de imágenes incisas o estampadas de flores, briznas de hierba y animales. Este tipo de realizaciones presentaban una apariencia más natural, sin aspirar a un alto grado de sofisticación. La corte, como era de esperar, se reservaba las porcelanas blancas de mejor factura, generalmente sin decoración, para su uso en el palacio o en toda suerte de oficios rituales.
El gobierno Joseon también suprimió la producción e importación de piezas decoradas con vivos colores, con la excepción de porcelana azul y blanca, ya que esta se consideraba aceptable debido a la aceptación que este tipo de piezas tenía en la corte Ming, ya que como hemos señalado se seguía el ejemplo de la corte imperial china como modelo cultural. Era frecuente que los soberanos Joseon recibieran regalos de piezas elaboradas en Jingdezhen por parte del emperador, para posteriormente encargar a sus ceramistas piezas que las tomaran como modelo. A pesar de que los ceramistas coreanos en un primer momento se limitaron a imitar el estilo de estas piezas azul y blanco, no tardó en aflorar su individualidad y creatividad, manifestándose en una serie de producciones en las que se puede apreciar la simpleza típica de las porcelanas blancas y de las cerámicas punchong. Además, habría que señalar que la escasez de cobalto, necesario para la obtención del pigmento azul, ocasionó la aparición de una decoración espartana y modesta. A pesar de los descubrimientos en la península de yacimientos de cobalto en la década de 1460, los materiales extraídos solamente permitían unas tonalidades grisáceas, por lo que se debió seguir importando el exclusivo cobalto persa, generando que los funcionarios destinasen los artesanos más capaces a la realización de estas piezas. Como en el caso de las porcelanas blancas, los gobernantes Joseon prohibieron el uso de porcelanas en azul y blanco por los estratos más bajos de la sociedad. Los embajadores coreanos presentaban este tipo de piezas en la corte Ming como tributos, y a pesar de su innegable atractivo y excepcional factura, no cosecharon las alabanzas que habían obtenido los celadones de la etapa anterior.
La historia de la cerámica coreana sufrió un gran revés a finales del siglo XVI, como consecuencia de la invasión por parte los japoneses.[2] Las hostilidades fueron especialmente virulentas con la población civil, ocasionando un gran retroceso en el panorama cultural de la península. Las tropas niponas devastaron las regiones costeras del sur, así como las zonas circundantes a la capital, principales centros productores de cerámica, destruyendo hornos y talleres y obligando a la población a huir de sus hogares. A esto habría que añadir que, cuando las tropas japonesas se vieron forzadas a emprender el retorno al archipiélago en el invierno de 1598 tras la muerte de Hideyoshi, se llevaron consigo a grandes cantidades de prisioneros coreanos entre los que se incluía gran cantidad de ceramistas, los cuales desempeñarían un papel importantísimo en el futuro desarrollo de la cerámica japonesa.
La cerámica coreana no se repuso durante las dos generaciones siguientes, momento en el que la dinastía Joseon retomó su interés en la revitalización de la industria, la reapertura de minas de arcilla, la reconstrucción de hornos y el entrenamiento de nuevos artesanos. La guerra ocasionó que las piezas punchong se dejaran de producir, debido entre otras razones a la desaparición de muchos ceramistas, como ya se ha dicho, hechos prisioneros por los japoneses. A partir de mediados del siglo XVII, las porcelanas en azul y blanco se alzaron como las predilectas de la corte coreana, mientras que el pueblo llano siguió usando las piezas de loza marrón y de aspecto rústico y sencillo. Con un incremento de las importaciones de pigmento de cobalto, los ceramistas produjeron piezas caracterizadas en azul y blanco, con un delicado tono plateado y espontáneos trazos de pincel, de una manera más extensa que en los periodos precedentes.
Así, el asalto llevado a cabo por los japoneses temporalmente llevó a un alto la producción de piezas de cerámica, pero no terminó con la antigua tradición ceramista de la península coreana. Ya entrados en el siglo XIX, la casa real Joseon, que se había mantenido en el poder durante un prolongado espacio de tiempo al frente de una sociedad con una clara estratificación jerárquica, siguió decantándose por la producción de piezas de una marcada simplicidad y refinamiento, decoradas con sutiles y austeros diseños, características que también pasarían a formar parte de la cerámica japonesa cuando alcanzó la madurez en el siglo XVII, a consecuencia de las realizaciones de los ceramistas prisioneros.
Para saber más:
Notas:
[1] El Confucionismo o Rujia (Escuela de Letrados) es una de las Cuatro Escuelas de pensamiento que basa sus fundamentos teóricos en las obras de Confucio, Mencio y Xunzi, y que fueron adoptadas como doctrina ortodoxa del imperio chino por el emperador Wudi (140-87 a. C.) y se mantuvieron con vigencia hasta la última dinastía en 1911. Confucio basó sus teorías en los conceptos de humanidad (ren), la moral asociada a la práctica de los ritos (li), la reciprocidad de los derechos y deberes (shu) y la lealtad o conciencia moral (shong). La piedad filial y la observancia de los ritos son los dos pilares de su doctrina, rechazando la controversia religiosa y la introspección mística. Cervera, Isabel. Arte y Cultura en China, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1997, pp. 152-153.
[2] Un acontecimiento clave en la historia de Corea lo supuso la invasión llevada a cabo por Toyotomi Hideyoshi (1536-98) en 1592, a cuyas órdenes 150.000 tropas desembarcaron en Pusan, y marcharon hacia Seúl en tan solo tres semanas, ayudadas por el uso de armas de fuego. Hideyoshi planeaba la invasión de China, pero sus aspiraciones se vieron truncadas debido a la resistencia de los coreanos, especialmente gracias a la labor del almirante Yi Sun-sin, así como a los refuerzos de tropas chinas de los Ming a través del río Yalú.
Hola gracias por la información brindada sobre Cerámica Coreana. Me ha sido de utilidad. Saludos
De nada, esperamos seguir siendo de utilidad a estudiosos y aficionados del mundo asiático como tú.
Un Saludo
Hola podrías brindarme información sobre cómo se llamaba el objeto que los coreanos utilizaban en la Dinastia Joseon para transportar agua. Me refiero a lo que hoy llamamos cantimplora.
Belle le informazioni! Sapete >Dirmi se esiste una attuale scuola di pittura su porcellana in corea del sud? Grazie.