En anteriores entregas de Ecos de Asia hemos acompañado al zoólogo George Schaller (Berlín 1933) y al periodista Peter Matthiessen (Nueva York, 1927-2014) por el Dolpo, una remota región de Nepal Occidental, la cual había comenzado a ser conocida en Occidente dos décadas antes por los estudiosos Giuseppe Tucci (1894-1994) y David Snellgrove (1920-2016), a través de los escritos de sus viajes por estos valles a mediados de los años cincuenta. En esta ocasión, habiendo ya tratado la obra de Mathiessen y el objeto de estudio que llevó a ambos viajeros a adentrarse en esta recóndita región, nos centraremos en conocer algo más de esta zona de Nepal a través de unas breves pinceladas de su historia.
El Dolpo se trata de la zona de Nepal en la que en mayor medida ha pervivido la cultura tibetana. Esta inhóspita y agreste región se compone de cuatro valles: Tarap, Nangkhong, Panzang y Chharka, territorios habitados por una población que comparte un lenguaje, historia y prácticas religiosas comunes. Los valles anteriormente mencionados se agrupan a lo largo de la actual frontera entre Nepal y la Región Autónoma de Tíbet, [1] los distritos de Jumla y Mugu al oeste, Myagdi, Jajarkot y Rukum en el sur y el distrito de Mustang en el este, destacando las alturas del Dhaulagiri[2] y sus estribaciones al sur. Toda esta región se caracteriza por presentar un intrincado laberinto de valles glaciares formado por la confluencia de escarpadas crestas y cumbres nevadas. Resulta reseñable que más del ochenta por ciento de la región se asiente sobre los tres mil quinientos metros de altitud, lo que sumado a lo agreste de su geografía, no es de extrañar que se encuentre relativamente aislada del resto de Nepal durante la mayor parte del año, lo que hace que sea considerado por muchos como una de las zonas montañosas más remotas del planeta,[3] siendo hogar de alguno de los asentamientos humanos emplazados a mayor altura.
La mayoría de los cinco mil habitantes[4] de Dolpo habitan en pequeños pueblos y aldeas localizadas a lo largo de los cuatro valles principales, y a pesar de que en el Himalaya la práctica de la agricultura se puede realizar hasta alturas que rondan los cuatro mil doscientos metros, la cercanía del Dhaulaguiri hace que las precipitaciones resultan escasas la mayor parte del año, haciendo necesaria la construcción de canalizaciones y conducciones de agua para el desarrollo de unos exiguos cultivos de subsistencia.
Durante la expedición del año 1973 en la que Schaller y Mathiessen recorrieron estos valles no existía ninguna carretera que facilitara las comunicaciones con el exterior, aislamiento que en cierta manera pervive todavía en la actualidad, ya que la principal vía de contacto con el resto de Nepal es una pequeña pista de aterrizaje en la localidad de Juphal[5] en la zona inferior de Dolpo, así como los distintos pasos de montaña que lo conectan sobre todo con las regiones limítrofes de Mugu y Mustang, accesos que por norma general superan los 5.000 metros de altitud y en los que las precipitaciones en forma de nieve son frecuentes incluso en verano.
Centrándonos brevemente en su historia, durante la Antigüedad esta región formó parte del reino de Zhangzhung,[6] en Tíbet Occidental. Entre los siglos VI y VIII, la mayoría de los territorios de lengua tibetana fueron anexionados por la poderosa dinastía Yarlung, haciendo que muchos de sus habitantes migraran a territorios del Este y el Sur, entre los que se encontraba la zona de Dolpo. En el año 842 la dinastía Yarlung se desintegró, por lo que estos valles entraron en la órbita de las distintas dinastías tibetanas, situación que se mantendría hasta el siglo XIV, momento en que la región cayó bajo el poder del vecino reino de Lo, emplazado en lo que hoy es el distrito de Mustang. A pesar de que Dolpo nunca estuvo bajo el gobierno de los dirigentes de Lo, su población debía rendir tributos bien a través de distintos productos agrícolas o mano de obra.
Durante los siglos XV y XVI se puede considerar que Dolpo vivió una situación de relativa independencia pero en constante interacción económica y cultural con los territorios circundantes. Debido en gran parte a la escasa población que tradicionalmente se ha asentado en estos escarpados parajes y a su lejanía respecto a las principales rutas comerciales que atraviesan la cordillera del Himalaya, la región nunca logró desarrollar una unidad política propia. Esta situación cambiará a mediados del siglo XVIII, momento en que el rey Prithvi Narayan (1722-1775) conquistó Katmandú e instauró los fundamentos de la unificación territorial del moderno Nepal, del que el territorio de Dolpo pasaría a formar parte. Como resultado de esta anexión, se comienza a desdibujar la influencia de Lo que se había dado en épocas pasadas y la región gana una creciente autonomía. Como hemos señalado, el aislamiento que sufre esta región ha ocasionado que los distintos cambios de poder en Katmandú pasaran casi desapercibidos a sus habitantes, ya que la región no entraba directamente a formar parte de los intereses de los dirigentes nepalíes.
Como consecuencia de la ocupación China de Tíbet y al aumento de las infraestructuras y mejora de las comunicaciones en Nepal, toda esta serie de localidades se han visto abiertas a nuevas influencias y ayudas, haciendo que la vida de sus habitantes haya podido cambiar en cierto grado a mejor.
Esperamos, con esta serie de artículos, el haber acercado al lector los parajes en los que transcurre el El leopardo de las nieves, valles por los que tanto Schaller como Matthiessen sintieron una profunda fascinación. Nuestra intención ha sido la de trazar una breve panorámica que intentara ayudar a contextualizar la magnífica obra del autor neoyorquino, de la que una vez más recomendamos su lectura no solamente a aquellos amantes de lo asiático, sino a todos los que se quieran sumergir en un fascinante relato de descubrimientos y realización personal.
Para saber más:
Notas:
[1] Kenneth, Michael Bauer. High Frontiers_ Dolpo and the changing world of Himalayan pastoralists. Columbia UniversityPress, 2003. Pp. 2-5.
[2] EL Dhaulagiri, cuyo nombre proveniente del sánscrito viene a significar deslumbrante, blanco y hermoso, se trata, con sus 8.167 metros de altura, de la séptima montaña más alta del mundo, siendo el punto más elevado de la cuenca del río Gandaki.
[3] Pauler, Gerda. Dolpo, people and landscapes. Bâton Wiks. 2015. P. 11.
[4] Dolpo presenta una de las menores densidades de población de Nepal. Con una esperanza de vida de cincuenta años, más del noventa por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, resultando todavía escasa la alfabetización y con una planificación familiar casi inexistente. Kenneth, Michael Bauer. High Frontiers… op. cit. p. 1.
[5] Ibídem, p. 11.
[6] La cultura de Zhangzhung o Shangshung (500 a. C.-650 d.C.)era un antiguo reino emplazado en la zona occidental y noroccidental de Tíbet, anterior a la cultura del budismo tibetano. La cultura Zhangzhung está asociada con la religión Bon, que a su vez ha influido en distintas filosofías y prácticas del budismo tibetano.
Muchas gracias por esta serie de 3 artículos tan interesantes del Dolpo.
Hay poco info y se agradece algo tan clarificador
Gracias David, es muy gratificante ver como compartimos intereses con tantas personas alrededor del mundo hispanohablante.