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LAS TUMBAS MOGOLAS DE LA INDIA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII (III): EL TĀŶ MAḤAL – Revista Ecos de AsiaRevista Ecos de Asia
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LAS TUMBAS MOGOLAS DE LA INDIA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII (III): EL TĀŶ MAḤAL

Con este breve ensayo concluimos la serie sobre las tumbas imperiales mogolas de la India, en la que anteriormente habíamos comentado la historia de la dinastía y las características de esta tipología, así como los pasos previos a la creación de la culminación estética de la arquitectura mogola, el Tāŷ Maḥal, en dos artículos previos realizados por nuestro compañero Pablo C. Anía y la propia autora.[1]

Con el emperador Šāh Ŷahān (1628-1658), sucesor de Ŷahāngīr (1605-1627), se alcanza el periodo de esplendor del arte mogol, donde se reafirma la inspiración persa. Sin embargo, la arquitectura desarrollada bajo su mandato se caracteriza especialmente por el uso del mármol blanco, frente al previo predominio de la arenisca roja; ahora el mármol se presenta, bien pulido en amplias superficies, bien con incrustaciones de piedras semipreciosas. Por otro lado, encontramos arcos con diferentes festoneados y cúpulas de tipo persa. Entre las principales construcciones realizadas por este emperador, destaca la mezquita aljama de Delhi, una de las más grandes del país, construida entre 1644 y 1658.

Mezquita aljama de Delhi. Fuente: WikimediaCommons. Autor: Joel Godwin.

Šāh Ŷahān levantó una tumba en honor a su esposa favorita, la emperatriz Mumtāz Maḥal, fallecida en el parto de su decimocuarto hijo en el año 1630. Para construir el mausoleo, el soberano mandó llamar a arquitectos y artesanos de toda la India, Irán y Asia Central, combinándose así las tradiciones arquitectónicas de estos lugares, para dar origen al Tāŷ Maḥal–traducido como“la corona del palacio”–, erigido en Agra entre 1632 y 1653. Su diseño parte de la tumba de Humāyūn, para ir más allá. La estructura se levanta sobre un zócalo cuadrado de siete metros de altura, que sostiene en sus extremos cuatro alminares exentos, que enmarcan y equilibran la construcción. A través de este podio se accede la plataforma del mausoleo, por una escalera interior. La planta de la construcción forma un octógono irregular, creado por el espacio central y cuatro salas laterales unidas entre sí por corredores. Estas estancias componen un sistema de cinco octógonos tangentes que generan un rosetón, a la manera de los mandalas en los que se basa la planta de los templos hindúes. La simbología del octógono y del número cinco hace este esquema apropiado en una construcción islámica.[2]

Planta del mausoleo. Fuente: WikimediaCommons.

Los verdaderos sarcófagos, más modestos, se encuentran en una cámara funeraria que se localiza en el interior del zócalo, mientras que, dentro del mausoleo, los cenotafios de mármol con incrustaciones quedan protegidos por una celosía que forma un recinto octogonal en torno a ellos. Los cenotafios se encuentran en el espacio central, que se destaca en altura mediante una cúpula doble, que al exterior se eleva sobre un gran tambor y que cubre una sala superior vacía, situada sobre la cámara funeraria. La gran cúpula bulbosa, con remate de flor de loto invertida,[3] se rodea de cuatro chhatris[4] con cúpulas de menor tamaño, que aportan luz al interior de la construcción. Las fachadas tienen sesenta metros de ancho y están dominadas por awāwīn[5], enmarcados por dos niveles de cavidades similares de dimensiones más reducidas, aportando sombra y profundidad, que contrastan con la luminosidad de la voluminosa cúpula. Se elevan también sobre el muro las estilizadas guldastas, finas agujas que se adosan en los vértices de las ochavas y a ambos lados de los awāwīn.

Esquema del Tāŷ Maḥal con algunos de sus elementos detallados: yāmūr(1), remate de flor de loto invertida (2), cúpula (3), chhatri(4), guldastas(5), alminar (6), tambor (7) e iwān(8). Obra derivada, fuente: supercoloring.com.

La ornamentación de las superficies es delicada y elegante, con incrustaciones de gemasy mármol de diferentes matices, acompañadas por flores labradas en relieve e inscripciones, que incluyen versículos del Corán.[6]La decoración epigráfica resalta especialmente sobre los cenotafios, cubiertos por los textos creados por el calígrafo persa Amānat Khān, cuya firma se reproduce en varias superficies del conjunto.Además, la decoración vegetal que se incrusta sobre el mármol permite ver un trabajo de las piedras muyminucioso.

El Tāŷ Maḥal, en Agra. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Yann Forget.

El Tāŷ Maḥal fue construido en un llano a la orilla del río Jumna, lo que permite el aterrazamiento de los jardines. El recinto del complejo ocupa diecisiete hectáreas y está delimitado por una muralla con una puerta monumental. Ante la puerta, en la explanada del acceso principal, se hallan dos patios externos y dos tumbas secundarias, destinadas a honrar la memoria de las otras esposas del emperador y del sirviente favorito de Mumtāz. Tras la puerta, se encuentra el jardín chahārbāgh[7] surcado por cipreses y acequias, en cuyas aguas se refleja el entorno y el propio mausoleo, otorgándole un aire de inmaterialidad. El lugar incluye asimismo una mezquita funeraria y una sala de recepciones o casa de huéspedes, dos edificios simétricos que flanquean el mausoleo. Ambos son casi idénticos, con tres cúpulas y alminares adosados–evocando el esquema de la mezquita aljama de Delhi–, pero la mezquita se distingue por el diseño de su pavimento, que delimita el espacio para el rezo de los fieles. Todas las construcciones secundarias fueron realizadas en arenisca roja, que da mayor protagonismo al mármol blanco del edificio principal, que cambia de tono, al gris o al rosado, con las horas del día.[8]

Vista aérea del complejo funerario. Fuente: Wikimedia Commons.

El proyecto del Tāŷ Maḥalquedó inacabado, ya que, tras la rebelión de sus hijos, Šāh Ŷahān fue destronado y hecho prisionero hasta su muerte por su sucesor Awrangzīb (1658-1707), que no concluyó el proyecto. Éste podría haberse completado con otro mausoleo análogo construido con mármol oscuro en la otra ribera del río, destinado a albergar los restos de Šāh Ŷahān, y que se habría comunicado con el primero mediante un puente de plata.[9] Awrangzīb no construyó un mausoleo propio a su padre, como era habitual en los emperadores, sino que lo enterró junto a su esposa, disponiendo el cenotafio a su lado, desplazado del centro, rompiendo en este espacio la asimetría imperante del conjunto.[10]

Cenotafios de Šāh Ŷahān y Mumtāz Maḥal en el interior del Tāŷ Maḥal. Fuente: WikimediaCommons. Autor:Js.ajithstar.

Se atribuye la autoría del monumento al arquitecto Ustād Aḥmad Lāhōrī (1570/75-1649), aunque ello todavía se discute puesto que se han mencionado otros arquitectos e ingenieros, entre los que se encuentra Ustād ‘Isà de Shiraz. También fueron llamados artesanos diferentes partes de la India, un calígrafo de Bagdad (Irak) y otro de Shiraz (Irán), un experto en construcciones de cúpulas llamadoIsmā‘ilKhānRūmī, un especialista en pináculos y minaretes que llegó de Samarcanda (Uzbekistán), un maestro albañil de Kandahar (Afganistán) y un maestro jardinero.[11]

La composición del conjunto se basa en un triángulo equilátero, que el pitagorismo vinculaba con el fuego, relacionable con la pirámide –forma perfecta para Platón– y que simbolizaría las piras funerarias en la que los hindúes incineraban a los muertos.[12] Por otro lado, esta composición y, especialmente, la cúpula, evocan el motivo hindú del capullo de loto que emerge del agua, un motivo ligado a la idea de feminidad.[13]

El Tāŷ Maḥal es la expresión perfecta de la metáfora del Paraíso islámico, sólo que de haberse situado en el centro del jardín debería manar el agua del monumento en las cuatro direcciones. Un ḥadīṯ que describe el Paraíso según las palabras del Profeta menciona una cúpula inmensa hecha de una perla blanca, que se eleva sobre sobre cuatro pilares en los que se inscriben las cuatro letras del nombre divino al-Raḥmān (el Clemente), brotando de cada una de las letras un río, aunque pueden darse diferentes versiones.[14] Asimismo, las plantas y los árboles frutales, junto con el agua, representarían la inmortalidad y la regeneración.[15]

El monumento ha sufrido expolios, y experimentó algunos cambios en el siglo XIX bajo control británico, especialmente en la jardinería. En 1857, en la época de la rebelión hindú, también padeció importantes daños, que prolongaron su restauración hasta 1908. En el año 1983 el Tāŷ Maḥal fue reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y hoy es uno de los lugares más visitados del mundo, gracias a su belleza indiscutible y a las leyendas románticas que lo impregnan.

Decoración de la parte baja de los muros en el interior del Tāŷ Maḥal. Fuente: WikimediaCommons. Autor:Rajesnewdelhi.

Šāh Ŷahān fue un gran mecenas, que levantó otras importantes joyas del periodo mogol, como los jardines de Šālīmāren Lahore, la tumba de la princesa Ŷahānārā, o el Trono del Pavo real.[16] Perocon Awrangzīb se inició la decadencia del Imperio mogol; realizó importantes conquistas anexionando los sultanatos independientes de Decán, aunque su despotismo conllevó la ruina. No se sintió atraído por las artes como sus predecesores y decidió enterrarse en una sencilla tumba junto a un santuario sufí. Tras su mandato, el Imperio comenzó a resquebrajarse, hasta acabar bajo tutela británica a comienzos del siglo XIX. Bajo los últimos mogoles, el arte se volvió recargado y se fue desvinculando de la estética timurí; el mármol fue sustituido por el ladrillo cubierto de estuco policromado, que trataba de imitar las incrustaciones de piedras preciosas de tiempos pasados.

Finalmente, para dar cierre a nuestra revisión de la arquitectura funeraria mogola, cabe recordar, como síntesis, que ésta encuentra su fundamento en los modelos timuríes, con sus arcos aquillados, que se funden con elementos presentes con anterioridad en la arquitectura india, dejando a la vista el bello aparejo de piedra arenisca o de mármol, siendo la utilización de este material la principal innovación en los mausoleos, junto a la introducción de algunas novedades como la presencia jardines, la gran escala de los edificios y el uso del zócalo. Así, los motivos decorativos de influencia timurí se mezclan con elementos propios de la tradición hindú, como los chhatris, los chajjā[17] o los balcones. La arquitectura se presenta como el reflejo de la autoridad dinástica, por lo que se desarrollan planteamientos teóricos que tratan de relacionar el estilo con la legitimidad, aunando la herencia timurí con la expresión del origen semidivino de los mandatarios, a través de la representación de las cualidades del Creador.

Para saber más:

  • Burckhardt, Titus. El arte del Islam: Lenguaje y significado. Palma de Mallorca, ed. José J. de Olañeta, 1988.
  • Papadopoulo, Alexandre. El Islam y el arte musulmán. Barcelona, Gustavo Gili, 1977.
  • Pijoán, José. SummaArtis: Historia General del Arte. Vol. 12. Arte islámico. Madrid, Espasa-Calpe, 1996.
  • Nou, Jean-Louis; Okada, Amina. TajMahak.Barcelona, M. Moleiro, 1994.

 

Notas:

[1] El artículo que da inicio a esta serie, elaborado por Pablo C. Anía, puede consultarse aquí; y la segunda parte de la serie, escrita por la autora, en el siguiente enlace.

[2] El esquema constructivo octogonal se inspira en el Santuario de la Roca en Jerusalén (687-691), uno de los principales lugares de culto en el Islam. El octógono hace referencia a los Pilares que sustentan el Trono de Dios que, según la tradición islámica, son cuatro en este mundo, pero serán ocho el Día de la Resurrección, que corresponden a ocho atributos divinos y metafísicos, representados también por los profetas principales del Islam, y los ángeles mayores que portan el Trono de Dios. Por otro lado, el número cinco representa los Pilares del Islam, los cinco preceptos fundamentales de la religión: la profesión de fe, la oración, el ayuno en el mes de Ramadán, el zakāt (limosna o ayuda para los más necesitados) y la peregrinación a la Meca.

[3] Termina la cúpula con un yāmūr o finial de formas bulbosas, que concluye con la media luna.

[4] El chhatri es un elemento característico de la arquitectura india que adopta la forma de un pabellón con cúpula levantada sobre columnas.

[5] El término awāwīn, es el plural deiwān.

[6] Los versículos coránicos escogidos para la decoración epigráfica del mausoleo refuerzan la teoría de que todo el Tāŷ Maḥal sea un reflejo del Trono de Dios.

[7] Estilo de jardín persa, que sigue un esquema cuadrilátero y se divide en cuatro cuarteles por dos ejes que se cortan perpendicularmente.

[8] Recomendamos la visita virtual del recinto a través del proyecto AirPano y el reportaje aéreo del fotógrafo Dima Moiseenko, disponible aquí.

[9] Porras Gil, Concepción. Arte islámico. Madrid, Creaciones Vincent Gabrielle, 2010, p. 152.

[10] Algunos autores descartan la teoría del proyecto de construcción de un mausoleo de mármol oscuro en el otro lado del río, destinado a ŠāhŶahān, puesto que las excavaciones arqueológicas no han encontrado restos de ese tipo de mármol en la zona, sino un estanque octogonal sobre el que se reflejaría el TāŷMaḥal, ubicado en el denominado “Jardín de la luz de la Luna”. Ese jardín construido frente al TāŷMaḥal mantendría la simetría del conjunto, quedando el mausoleo en el centro de los dos jardines, y convirtiendo en río Yamuna en el canal principal del chahārbāgh.

[11] Pijoán, José. SummaArtis: Historia General del Arte. Vol. 12. Arte islámico. Madrid, Espasa-Calpe, 1996, p. 458.

[12] Papadopoulo, Alexandre [con fotografías de Jean Mazenod]. El Islam y el arte musulmán. Barcelona, Gustavo Gili, 1977, p. 292.

[13] Burckhardt, Titus [con prólogo de SeyyedHisseinNasr, trad. de Tomás Duplá]. El arte del Islam: Lenguaje y significado. Palma de Mallorca, ed. José J. de Olañeta, 1988, p. 122.

[14] “Según una tradición, el Profeta –Dios lo bendiga y salve– dijo: La noche en que fui llevado al cielo se me mostraron todos los paraísos y vi en ellos cuatro ríos: uno de agua, otro de leche, otro de vino y otro de miel. Según el texto coránico: En él (paraíso) habrá ríos de agua incorruptible, ríos de leche de sabor inalterable, ríos de vino delicia de los bebedores y ríos de miel límpida. Allí habrá toda clase de frutos y perdón procedente de su Señor (Corán: XLVII, 15). Mahoma –Dios lo bendiga y salve– dijo: Pregunté a Gabriel: ¿de dónde vienen estos ríos y a dónde van? Me contestó Gabriel –sobre él sea la paz­–: Van hacia el estanque del Kawṯar, pero yo no sé de dónde vienen, oh Mahoma. Pregunta a tu Señor, Él te informará y te lo mostrará. Llamó entonces a su Señor y vino un ángel que le saludó y le ordenó: Oh Mahoma, cierra los ojos. Los cerré. Luego dijo: Ábrelos. Los abrí. Y he aquí que yo estaba junto a un árbol. Vi una cúpula de perla blanca con dos puertas de esmeralda y un candado de oro rojizo. Si todos los genios y los hombres de este mundo se colocarán sobre dicha cultura, parecerían como un pájaro sentado sobre una montaña. Observé que estos cuatro ríos salían de debajo de esta cúpula. Y cuando me disponía a volver, el ángel me preguntó: ¿por qué no entras en ella? Contesté: ¿Cómo entro si en la puerta hay un candado? Me ordenó: Abre la puerta. Pregunté: ¿Cómo voy a abrirla si no tengo llave? Contestó: En tu mano está la llave. Pregunté: ¿Dónde está? Me contestó: La llave es la fórmula “en el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso”. Cuando me aproximé al candado y dije: “En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso”, se abrió y entré en la cúpula. El ángel me preguntó: ¿La viste, oh Mahoma? Contesté: Sí. Me ordenó: Entra por segunda vez. Y cuando entré vi escrito sobre los cuatro ángulos de la cúpula: “En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso”. Y vi el río de agua que salía de la letra mīn de bism (En el nombre), el de leche del ḥa’ de Allāh, (Dios), el de vino del mīm de al-Raḥman (Clemente), y el de miel del mīm de al-Raḥīm (Misericordioso). Supe, entonces, que el origen de estos cuatro ríos procedía de esta invocación de Dios. A continuación, Dios –ensalzado sea– manifestó: Oh Mahoma, quien de tus hijos recite con un corazón puro esta fórmula que tú has pronunciado, “en el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso”, le daré de beber de estos cuatro ríos.”Al-Aš’arī, Abū-l-Ḥasan (estudio, edición, traducción, notas e índices por Castillo Castillo, Concepción). Kitābšaŷaratal-yaqīn: tratado de escatología musulmana. Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, 1987, pp. 92-93.

[15] Ibídem, p. 125.

[16] Se atribuye al emperador Šāh Ŷahān la construcción del desaparecido Trono del Pavo real, mayor símbolo del poder mogol durante un siglo. Según las crónicas, su construcción se prolongó siete años, y estaba cubierto por centenares de piedras preciosas. Las representaciones del trono permiten ver que se trataba de una estructura de tipo plataforma con dosel sostenido por columnillas, y coronado por dos pavos reales.

[17] Los chajjā son aleros prolongadosque protegen del sol y la lluvia.

avatar Esther Lupón González (7 Posts)

Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, cursando el Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte.


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