Líneas: Suzy Lee vuelve a deslumbrarnos con una niña patinando sobre hielo

De la mano de Barbara Fiore Editora, ha llegado a nuestro país Líneas, una nueva obra de Suzy Lee, la ilustradora coreana de la que nos habló Julio Andrés Gracia, centrándose en La ola, otra de las obras más emblemáticas de la autora.

En Líneas, Suzy Lee hace gala de su habilidad para transmitir con los mínimos elementos y de su capacidad para elaborar historias desde la sencillez estética más absoluta. De manera similar a lo que ocurría en La ola, en Líneas la protagonista vuelve a ser una niña que juega, en este caso, patinando sobre un lago helado.

A lo largo de las páginas, se suceden los distintos recorridos que la niña realiza con sus patines. Utilizando las marcas del lápiz como símil para las hendiduras que dejan los patines sobre la superficie del hielo, las distintas dobles páginas que componen el álbum muestran diseños sofisticados y caprichosos, con un gran sentido del ritmo.

Sin duda alguna, lo más sorprendente de Líneas es la capacidad de Suzy Lee para transmitir emociones complejas mediante trazos aislados, fluidos y abstractos, que siguen a la niña en su patinaje. No obstante, los ojos del lector adulto pueden percibir el ejercicio artístico y la maestría de la que hace gala la autora. Por su parte, los niños que contemplen las láminas tendrán ante sí un estimulante mundo de fantasía que procede del propio mundo interior del personaje, que disfruta deslizándose sobre el hielo.

Frente a La ola, Líneas supone también una muestra de seguridad por parte de la autora en sus posibilidades expresivas. Mientras que en la primera Suzy Lee realizaba un juego cromático con el color del mar, que abarcaba buena parte del espacio, y se hacía acompañar de gaviotas que subrayasen la dinámica de la acción, en Líneas la ilustradora ya no requiere de ningún añadido, sino que ha alcanzado la máxima expresión de la simplicidad, que únicamente se verá rota en las láminas finales, pero será por motivos argumentales y no artísticos.

Y es que, a pesar de que la premisa es muy sencilla y anecdótica (una niña patinando sobre un lago helado), Suzy Lee es capaz de desarrollar una historia expresada sin palabras, únicamente a través de los trazos del patinaje. Las líneas se entrelazan, caprichosas, y cada una de las escenas puede interpretarse de manera aislada, sin embargo, es en su sucesión ordenada cuando cobran un sentido. De este modo, además de ser un ejercicio artístico, Líneas se convierte también en un cuento para disfrutar con niños, gracias a la expresividad desbordante de las distintas escenas.

Una de las ilustraciones que componen Líneas

Además, cabría mencionar cómo, más allá del primer nivel de lectura en el que se desarrolla el argumento, Suzy Lee plantea también una bella metáfora sobre la figura del artista, el creador contemporáneo aislado ante el papel en blanco. En este sentido, invita a una reflexión sobre la relación entre el creador y el lienzo.

La sobriedad del interior, consecuencia directa del juego estético que plantea Suzy Lee, contrasta con el diseño de la portada, cuidadísimo, en el que se muestra a la pequeña patinadora que, entre la maraña de idas y venidas, ha escrito sobre el hielo el título y la autora. Además, efectos plateados en los trazos y diferentes texturas y tonos de blanco en la superficie del hielo reivindican la belleza esencial que destila toda la obra.

Líneas es una propuesta preciosa, apta para todos los públicos, de una simplicidad fascinante, en la que merece la pena sumergirse y dejarse hipnotizar por sus trazos, los espacios en blanco y la diversión de la niña protagonista.

Carolina Plou Anadón (272 Posts)

Historiadora del Arte, japonóloga, prepara una tesis doctoral sobre fotografía japonesa. Autora del libro “Bajo los cerezos en flor. 50 películas para conocer Japón”.