Vida y obra del ceramista Tanzan Kotoge

Desde Ecos de Asia queremos dedicar este artículo a la figura del maestro ceramista japonés Tanzan Kotoge quién, desde el mes pasado, expone parte de sus obras de madurez en el Museo de Zaragoza dentro de la exposición La elegancia de la tradición, el legado del ceramista japonés Tanzan Kotoge, muestra de la que Claudia Bonillo realizó una completa reseña.

Tanzan Kotoge trabajando en la decoración de un hanaike en el Taller Escuela Cerámica de Muel (Zaragoza), el 8-V-2015.

Tanzan Kotoge, nació en la ciudad de Himeiji en el año 1946, poco después del lanzamiento de las bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Durante la infancia le tocó vivir la complicada situación de la postguerra y la rápida industrialización que se llevó a cabo a continuación y que acabaría desencadenando el famoso milagro japonés. Este espectacular desarrollo que vivió el País del Sol Naciente llevaba aparejado, por otra parte, una serie de graves inconvenientes, además de los conocidos problemas acarreados por la desmedida contaminación y la degradación del medio natural, el desarrollo económico del país estaba ocasionando que las distintas tradiciones artísticas fueran cayendo en el olvido. Consciente de este preocupante panorama, el filósofo y diseñador Yanagi Sôetsu (1889–1961), junto con otros pensadores este momento desarrolló el movimiento mingei, como una forma de revitalización del arte popular de Japón y como reacción al proceso de industrialización del país.[1] Este movimiento, basado en el Arts and Crafts inglés,[2] entre multitud de manifestaciones tradicionales, en Japón adquirió una gran relevancia en la recuperación de la cerámica tradicional, siendo uno de los ceramistas más destacados e involucrados con el movimiento el maestro, posteriormente nombrado Tesoro Nacional, Hamada Shoji (1894–1978). Hamada Shoji, como impulsor de este movimiento mingei, destacó por impulsar la estética y la técnica de la artesanía tradicional japonesa, influyendo notablemente en el archipiélago japonés y fuera de sus fronteras, como en el famosísimo ceramista inglés Bernard Leach (1887- 1979).

Uno de los discípulos de Hamada Shoji, Tatsuzô Shimaoka ( 1919 – 2007) continuó con la tendencia mingei de la cerámica japonesa, y se caracterizó por toda una serie de motivos que aplicaba a la cerámica y que realizaba con cuerdas, así como por diferentes y numerosas técnicas de decoración y cocción. En este ambiente, Tanzan Kotoge seguirá los pasos del maestro Tatsuzô Shimaoka, manteniendo viva esa faceta importantísima y fundamental para entender la cerámica japonesa, el mantener viva esa cadena de transmisión de las enseñanzas y saberes de los maestros del pasado, transmitiendo esas enseñanzas de generación a generación, conociendo perfectamente las diferentes técnicas y fases del trabajo,[3] pero manteniendo siempre una gran libertad creadora y sabiéndose adaptar a las exigencias y características de cada época.

Tanzan Kotoge trabajando en el torno en el Taller Escuela Cerámica de Muel (Zaragoza), el 8-V-2015.

La carrera y la producción de Tanzan Kotoge se ha desarrollado en Kioto, capital artística y cultural del país, ciudad donde podemos encontrar uno de los centros más destacados de la cerámica japonesa. La cerámica de Kioto se sustenta sobre una riquísima tradición cultivada por los más importantes maestros de la ceremonia del té, así como del trabajo de distintos maestros ceramistas, desde las realizaciones de cerámica Raku, trabajadas por distintos maestros como Honami Koetsu (1558-1637) y muy valorada por los distintos dirigentes japoneses, todos ellos amantes de la ceremonia del té. Posteriormente la tradición de la cerámica de la ciudad se fue ampliando con nuevas corrientes gracias a las realizaciones de  ceramistas como Nomura Ninsei (1598-1666) y Ogata Kenzan (1663-1743), así como de los distintos maestros que mantuvieron viva la tradición durante el Periodo Meiji (1868-1912). La ciudad de Kioto, como hemos señalado, se trataba de un importante centro creador de piezas de cerámica, pero la presencia de la corte imperial[4] y de distintas familias aristocráticas, así como de samuráis y una importante burguesía, hicieron que no solamente se produjeran allí algunas de las mejores cerámicas, sino que realizaciones de todo Japón, China, Corea y otras regiones de Extremo Oriente acabaran formando parte de colecciones asentadas en Kioto. Esta riqueza y convivencia de diferentes tradiciones y manifestaciones artísticas hará que la tradición cerámica de Kioto sea tan rica, tradición que a través de sus maestros llegará y podremos seguir en la producción del maestro Tanzan Kotoge.

Así, Tanzan Kotoge destacará en sus producciones por seguir el estilo de los antiguos maestros Ninsei y Kenzan, con su característico brillo dorado y con sofisticados motivos decorativos, pero como hemos señalado, multitud de influencias llegaban a la antigua capital imperial, así que no es de extrañar que podemos encontrar el rastro de las porcelanas Blanca y Azul, de las dinastías chinas Ming y Qing, también presente en el estilo Xiang-rui. De esta misma manera Tanzan Kotoge en su repertorio se encuentra con otra serie de estilos, tales como el llamativo estilo Cochin, realizado en el sur de China y exportado a diferentes zonas del Sureste Asiático, que destaca por sus vivas tonalidades en amarillo, verde o azul y que contrasta con los colores más contenidos de la cerámica tradicional japonesa de la ceremonia del té, caracterizada por su austeridad, contención y buscada rusticidad. Como no podía ser de otra manera, en las realizaciones de Tanzan Kotoge para la ceremonia del té, podemos encontrar esa faceta tan característica del arte japonés como es la importancia de la naturaleza y del transcurrir de las estaciones, destacando el amplísimo repertorio de motivos estacionales de una gran diversidad estética.

Algunas de las piezas de Tanzan Kotoge expuestas en el Taller Escuela Cerámica de Muel (Zaragoza), el 8-V-2015.

El modo de trabajo del maestro Tanzan Kotoge también sigue los métodos y procesos  de factura y decoración tradicionales. Incluso para el fundamental proceso de cocción, si bien de manera general se vale de hornos eléctricos y de gas como el la inmensa mayoría de ceramistas japoneses de la actualidad, Tanzan Kotoge junto con otros ceramistas de Kioto mantiene una interesantísima tradición: todos los otoños siguen cociendo una serie de piezas en un horno tradicional Noborigama, situado en la vecina localidad de Uji, cocción que resulta extremadamente compleja, ya que, durante todo el proceso, se debe de estar muy atento a la temperatura y viveza de las llamas. Esta cocción en horno Noborigama presenta otra característica de la cerámica japonesa y especialmente de las realizaciones destinadas a la ceremonia del té, y es que, en el resultado, pese al absoluto control del proceso de cocción, siempre queda abierta una pequeña ventana al azar que puede ocasionar elementos de gran belleza y que escapan a la voluntad del ceramista.

Como hemos señalado, la producción del maestro Tanzan Kotoge recoge una gran variedad y dominio de estilos y técnicas, abarcando desde la exuberancia a la más contenida austeridad. Su trayectoria muy pronto alcanzó grandes cotas de reconocimiento pues, en el año 1973, con tan solo 27 años, ya expuso en la Exposición de Artesanías tradicionales de la región de Kansai, exponiendo en años sucesivos en las Exhibiciones de Artesanía tradicional de Kioto y a nivel nacional. En el año 1980 el Ayuntamiento de Kioto le concedió una distinción por su trabajo en la Exposición de Cerámica de estilo Kiyomizu, galardón que obtuvo también en ocasiones posteriores. En 1996, coincidiendo con sus cincuenta años de carrera, expuso una muestra a nivel individual en los Almacenes Takashiyama de Kioto, de la misma manera que haría diez años después al cumplir los sesenta años como ceramista. En el año 2008  el gobierno de la prefectura de Kioto le otorgó el premio de Artesano Eminente de las Artes tradicionales. En 2011, el gobierno japonés, por medio del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, le otorgó el máximo premio que se concede a los artesanos del país. En el extranjero los reconocimientos también se han producido, como en Francia, donde en 2016, fue galardonado con la medalla de la Orden de las Artes y las Letras que concede el Ministerio de Cultura galo. Sus exposiciones también han cruzado las fronteras japonesas, pudiéndose contemplar sus obras en lugares como Madrid, ciudad en la que una amplia muestra de sus trabajos pudieron verse en el Centro Conde Duque en 2013, mismo año de su exposición en el County Hall of United King de Londres, o las posteriores de París en 2015 y, más recientemente en Kiev, en el año 2017.

Dentro de este importante panorama de reconocimiento internacional resulta interesante la relación del maestro con Aragón. Ya en el año  2015  Tanzan Kotoge impartió un curso magistral en la Escuela Taller de Cerámica de Muel (Diputación Provincial de Zaragoza) durante los días 8 y 9 de mayo, taller donde el ceramista creó varias obras y donó una pieza hecha en Japón al Museo de la Escuela Taller. En octubre del mismo año se produciría su visita al Museo de Zaragoza para conocer los fondos de Arte de Asia Oriental, acompañado de los profesores de la Universidad de Zaragoza Elena Barlés y David Almazán, museo al que por mediación de la Asociación Cultural Aragón-Japón, ha donado una selección de piezas para enriquecer sus fondos y que forman parte de la muestra inaugurada en marzo La elegancia de la tradición: El legado del ceramista japonés Tanzan Kotoge. La exposición forma parte del programa de actividades de la conmemoración del 150 Aniversario del establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre Japón y España.

Para saber más:

• Almazán Tomás, David y Elena Barlés Báguena, La elegancia de la tradición: El legado del ceramista japonés Tanzan Kotoge. Zaragoza, Departamento de Educación, Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón y Museo de Zaragoza, 2018. Disponible a través de la página web del Museo de Zaragoza.
• Vídeo en el que se explica el método de trabajo del Maestro Tanzan Kotoge y la cocción en el horno tradicional  Noborigama, disponible en el canal de Youtube de la Asociación Cultural Aragón Japón.

Notas:

[1] Gómez Pradas, Muriel. “La mirada de Eudald Serra.
el artista a través de las colecciones de cerámica japonesa del museo etnológico de Barcelona,”  Archivo español de arte. nº 343, 2013, pp. 221-236..

[2] Movimiento desarrollado en arquitectura y artes decorativas que surgió en Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XIX y que con posterioridad se difundió a Europa, manteniéndose hasta bien entrado el siglo XX. Ponía el énfasis en el diseño y en la habilidad del artesano, incluyendo la calidad del material y de la construcción, apostando por una unidad entre las distintas artes. De esta manera se valoraban los pequeños talleres de tradición artesanal y rechazaba la mecanización y los modos de producción industriales. El Arts and Crafts se asocia sobre todo con la figura de William Morris (1834-96), arquitecto, artesano, impresor, diseñador, escritor, poeta, activista, doctor y político.

[3] Almazán Tomás, David y Elena Barlés Báguena, La elegancia de la tradición: El legado del ceramista japonés Tanzan Kotoge. Zaragoza, Departamento de Educación, Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón y Museo de Zaragoza, 2018, pp. 5-7.

[4] Desde mediados del siglo XIX la residencia del emperador japonés es el palacio de Kôkyo, localizado en el centro de Tokio. Anteriormente los emperadores residían en Kioto.

David Lacasta (76 Posts)

Soy Licenciado en Historia del Arte y actualmente estoy cursando el máster en estudios avanzados, en la modalidad de Asia Oriental. Estoy trabajando en la cerámica Satsuma, y el fenómeno de su coleccionismo en occidente.También me interesa mucho todo lo relacionado con las armas y armaduras de los samurai, así como la historia militar de Japón.