Sobre Ju-on hemos hablado mucho en esta revista y, sin embargo, todavía no nos hemos adentrado en las películas que más repercusión tuvieron y que dieron el salto a Occidente. De la saga sólo hemos hablado de las precuelas, pero de los films que se estrenaron en cines nos ocupamos en este nuevo reportaje. Hablamos de La maldición (Ju-on, Takashi Shimizu, 2002) y La maldición 2 (Ju-on 2, Takashi Shimizu, 2003), aunque para distinguirlas de las precuelas también se las conoce como Ju-on: The grudge y Ju-on: The grudge 2. Como veremos, en ambas se retoman líneas argumentales ya trabajadas en las anteriores entregas y, por eso, para quien haya visto las precuelas puede resultar hasta cierto punto repetitivo, pero el ejercicio es oportuno. Remitimos también al lector a las características analizadas en artículos anteriores.
3.- El inicio de la saga en el cine:
La maldición
Dada su importancia, nos vamos a detener en el comentario de La maldición más que en el resto de entregas analizadas. Como es ya habitual, la película está dividida en seis capítulos cuyo título es el nombre de su protagonista. Además, cuenta también con un prólogo donde se nos narra con imágenes el origen de la maldición de esta casa. Esta estructura en capítulos no implica una sucesión temporal lineal, al contrario, los capítulos están desordenados.
– “Rika”: podríamos decir que Rika es la protagonista de la película, pero es difícil pronunciarse. Ella es una voluntaria enviada a una casa para cuidar a una anciana impedida en sustitución de una asistente social. En la casa presenciará acontecimientos paranormales, entre ellos, el hallazgo de un niño atrapado dentro de un armario cuyas puertas están cerradas con cinta adhesiva. Todos estos sucesos culminan en la muerte de la anciana en circunstancias extrañas.
-“Katsuya”: este capítulo explica por qué la anciana que cuidaba Rika estaba viviendo sola. Katsuya es su hijo, casado con Kasumi. Mientras Katsuya ha salido de la casa, Kasumi vive experiencias sobrenaturales que la dejan en un estado de shock. Cuando Katsuya llega, acaba por “contagiarse” del ambiente. Hitomi, su hermana, les hace una visita para cenar con ellos, pero Katsuya la echa de malas maneras. No deja de murmurar incongruencias sobre un hijo que no es suyo y se lleva a Kasumi al ático.
– “Hitomi”: preocupada por su hermano, Hitomi llama a Katsuya por teléfono. En el primer capítulo habíamos visto cómo Rika escuchaba este mensaje que Hitomi deja en el contestador. Mientras Hitomi está en su edificio de oficinas, es atacada por una extraña sombra de cabello oscuro y largo que respira ruidosamente, el mismo sonido que escuchó al llamar a Katsuya. Cuando pide ayuda al vigilante de seguridad y le observa a través de las cámaras del edificio, ve cómo éste es atrapado por una misteriosa sombra negra que le atrae. Se asusta y vuelve a su casa. Una vez allí, su hermano le llama por teléfono. Ha ido a buscarla, pero no recuerda el número de su piso. En cuanto ella se lo dice, alguien llama a la puerta. Aunque Hitomi ve a Katsuya desde la mirilla, cuando abre no hay nadie y suelta el teléfono fuera del piso al escuchar otra vez esa respiración fuerte. Se va a la cama y se tapa con las sábanas, como una niña pequeña, intentando distraerse. Aterrorizada, nota cómo algo se mete dentro de la cama y la empuja. El fantasma de Kayako Saeki la atrapa y ambas desaparecen sin dejar rastro.
– “Toyama”: el jefe de Rika va a buscarla a la casa y llama a la policía al encontrarla conmocionada junto con la anciana muerta. La policía halla los cuerpos de Katsuya y Kasumi en el ático. Rika descubre que el niño que vio atrapado en el armario es idéntico a Toshio Saeki, asesinado tiempo atrás. Dada la confusión de su testimonio, la policía recurre a Toyama, detective retirado, que había llevado el caso del asesinato de los Saeki, el inicio de toda esta serie de muertes en circunstancias similares. Al darse cuenta de lo que sucede, Toyama intenta incendiar la casa, pero mientras está allí, tiene una visión de un hecho que sucederá años después. Ve a su hija Izumi, entonces de 12 años, convertida en una adolescente. Inexplicablemente, ella también lo ve allí.
– “Izumi”: han pasado varios años. Toyama ya ha muerto víctima de la maldición e Izumi es una adolescente que va al instituto. Ella se siente culpable porque había estado con unas chicas en la casa maldita y se había ido corriendo, dejándolas allí. Desde ese día, las chicas habían desaparecido y nadie las había vuelto a ver. Como el lector recordará, habíamos hablado de unas jóvenes que se adentraban en la casa en la segunda parte del reportaje. Se trataba del capítulo que funcionaba como epílogo de Ju-on: The curse 2 (Ju-on 2, Takashi Shimizu, 2000), titulado “Saori”. Como sabemos, estas chicas han encontrado la muerte en la casa maldita, pero Izumi escapó oportunamente. En la casa de Izumi, oímos una noticia de una mujer desaparecida y hallada muerta (es Rika, como descubriremos después). El estado mental de Izumi empieza a empeorar y, cuando sus amigas van a visitarla a su casa, la encuentran a oscuras, con las ventanas tapadas con papel de periódico. Cuando se marchan, su madre les dice que el padre de Izumi, antes de morir, empezó a comportarse de la misma manera. Podría recordarnos, además, a los personajes de Kyoko y Nobuyuki de Ju-on: The curse 2, quienes también enloquecen. Izumi, mientras tanto, vuelve a tener la visión del día en el que entró en la casa maldita con sus amigas, cuando vio a su padre. Después, las tres chicas desaparecidas, ahora fantasmas, aparecen en su habitación para matarla. Aunque intenta escapar, las manos de una mujer emergen del altar de la casa y la arrastran al interior.
– “Kayako”: volvemos atrás en el tiempo. Rika está intentando recuperarse de su experiencia traumática, pero los fantasmas vuelven a acosarla. Una amiga con la que había quedado le llama por teléfono para contarle que está en casa de un niño que lleva sin ir mucho tiempo a la escuela.[1] Rika comprende que todo es una trampa y que está en la casa maldita al oír un maullido. Cuando va a buscarla ya es demasiado tarde para su amiga. Del ático surge la mujer fantasma, Kayako, arrastrándose por el suelo y persiguiéndola ensangrentada, imitando el momento previo a su muerte. El sonido estertoroso que emite también es una imitación del que hizo mientras moría, al tener el cuello fracturado. Diversas imágenes nos sugieren que la historia que tuvo lugar tiempo atrás en la casa va a volver a repetirse y que Rika va a ser asesinada de la misma manera que su antigua inquilina. La película termina con una imagen de Rika en el ático, dentro de una bolsa de plástico. La cámara se acerca a su rostro y Rika abre los ojos haciendo el mismo sonido estertoroso que Kayako.
Como comentábamos, antes de los seis capítulos hay una especie de prólogo sin nombre. En él se nos explica el por qué de esta maldición, pero hay ciertos elementos que no se aclaran al no ser esta la primera película de la saga. Esto es un inconveniente para el espectador que se acerque por primera vez a Ju-on. En cualquier caso, una vez más se nos cuenta la historia del desgraciado final de los Saeki y el inicio de una maldición que surge cuando una persona muere presa de una ira intensa, que afecta a todo aquel que entre en la casa y que le obliga a repetir el funesto destino de los Saeki. Como siempre, destaca la estructura de la película por no seguir un orden temporal lineal, buscando atraer la atención del espectador y obligándole a reconstruir él mismo la historia.
Otro valor a destacar es que todos los protagonistas de cada capítulo mueren, como sucede en todas las entregas, al igual que Rika, el personaje más desarrollado a lo largo de la trama. No es habitual matar al protagonista con tanta facilidad y aún menos esperable es que se convierta en un fantasma maligno, pasando a formar parte de la maldición, con su alma atrapada para siempre en la casa y condenada sin salvación posible. De hecho, Rika tiene el peor final de todos los personajes, pues se produce una identificación mucho más fuerte con Kayako que con el resto de las personas que han tenido contacto con la casa: Rika, mujer soltera y sin pareja que tiene un trabajo de voluntaria, con Kayako, la mujer japonesa tradicional que se casó joven y tiene un hijo.
A pesar del terror que nos producen, las apariciones de los fantasmas tienen un componente estético. El director, además, juega hábilmente con la psicología del espectador en algunos momentos memorables. En este sentido, uno de los más recordados tiene lugar en la secuencia en la que Hitomi se tapa con la manta, una reacción habitual para protegernos y sentirnos seguros cuando somos niños. Kayako demuestra que este es un ejercicio absurdo contra ella y se mete dentro de la cama colocándose encima de Hitomi, para después llevársela. En la secuencia en la que Rika se está duchando, lo que menos podríamos esperar es que una mano pálida vaya a colocarse en su cabeza mientras se aclara el pelo.
Quizá el ejercicio más interesante es el de la secuencia en la que Rika está en un bar lleno de gente y a plena luz del día junto con una amiga. Un gato negro pasa de repente por sus pies. Cuando ella mira debajo de la mesa, Toshio está allí escondido, vigilándola. Es decir, no importa dónde te encuentres, ni que haya luz, ni que estés acompañado. En el cine occidental esto es inusual, hasta cierto punto. Los fantasmas salen de noche y por el día es el momento en el que el espectador puede descansar, porque sabe que no es habitual que hubiese grandes sobresaltos, y más si el protagonista o víctima está rodeado de otras personas en un lugar público. Por la noche, sin embargo, la tensión vuelve. En Ju-on, nadie está a salvo en ningún momento y el espectador experimenta una tensión constante a lo largo de la película.
La maldición 2
Retomando la historia de la casa de los horrores de los Saeki, en este caso la maldición recae sobre el equipo de un programa de televisión japonés. La historia de los crímenes inexplicables que habían sucedido sobre los habitantes de la casa había motivado la filmación de un programa que se adentrase en los entresijos de estos hechos sobrenaturales con la ayuda de una actriz especializada en cine de terror: Kyoko Harase. Como es habitual, la película se divide en capítulos titulados por el nombre de su protagonista: “Kyoko”, “Tomoka”, “Megumi”, “Keisuke”, “Chiharu” y “Kayako”.
Kyoko es el personaje de mayor importancia argumental en la película y, como aclaración previa, hay que señalar que no tiene nada que ver con la Kyoko de Ju-on: The curse 2. Como en toda la saga Ju-on existe un esfuerzo constante por explorar los miedos y las fobias más comunes del ser humano, en este caso, el ejercicio se realiza a través del embarazo y del parto de Kyoko. Aunque la casa tiene una presencia fundamental en la película, es el desarrollo del embarazo de Kyoko lo que nos acompaña a lo largo de La maldición 2, que culmina en el escalofriante parto que tiene lugar en el capítulo titulado “Keisuke”. Los embarazos han estado vinculados al cine de terror con frecuencia, así como el tema de los niños malvados. No hay más que ver películas como El pueblo de los malditos (Village of the damned, Wolf Rilla, 1960) La semilla del diablo (Rosemary’s baby, Roman Polansky, 1968), Estoy vivo (It’s alive, Larry Cohen, 1974), ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976) o Cabeza borradora (Eraserhead, David Lynch, 1977). Durante un embarazo, es habitual sentir temor e inquietud por el desarrollo del feto, además del natural miedo al parto. Kyoko lleva en su vientre al mal, aparentemente a Kayako reencarnada, así que todos estos temores se convierten en auténtico terror en La maldición 2.
Aparte de la secuencia escalofriante del parto ya mencionada, destaca también el capítulo protagonizado por Chiharu. Este personaje parece ser una de las amigas de Izumi y también encontrará su final a causa de la maldición. Su capítulo resulta interesante por la confusión entre realidad y pesadilla que sufre Chiharu y que se traslada al espectador, llegando a ser difícil saber si todo lo que la joven japonesa ha vivido hasta su extraña muerte ha sucedido realmente o no. El capítulo de la presentadora del programa de televisión, Tomoka, también es de destacar por la mezcla entre escenas sucedidas en el mismo lugar pero en momentos temporales distintos. Tiene una cierta estructura cíclica, puesto que al principio Tomoka está desconcertada por los extraños golpes que se oyen en la pared de su casa pasada la medianoche y cerramos el capítulo encontrando la sorprendente respuesta que nos lleva al comienzo. A pesar del interés de ciertas secuencias a las que hemos aludido, La maldición 2 resulta menos impactante que su predecesora por el uso de algunos efectos que pueden resultar risibles, pero es una digna sucesora.
En el siguiente reportaje, dejaremos la serie japonesa para adentrarnos en la americana, que surgió motivada por el éxito de estas dos películas. La maldición de los Saeki comenzaba a extenderse…
Para saber más
Notas:
[1] Si hemos visto Ju-on: The curse (Ju-on, Takashi Shimizu, 2000), esto debería resultarnos familiar. Kobayashi, el profesor de quien estaba enamorada Kayako, va a visitar a los Saeki y sólo se encuentra con el niño, Toshio, cubierto de heridas y la casa en un estado lamentable. Luego recibirá una llamada de Takeo, el padre de Toshio, quien insinúa que ha asesinado a la mujer de Kobayashi para sacarle a la niña que llevaba dentro. Kobayashi se da cuenta de que Toshio es un fantasma y Kayako también. Ella bajará ensangrentada por las escaleras en una secuencia que también se repite en esta película.