Revista Ecos de Asia

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This article was written on 31 Oct 2014, and is filled under Cine y TV.

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De Oiwa a Kayako Saeki: Un repaso a la saga Ju-on. (II)

Desde Ecos de Asia proponemos a nuestros lectores un interesante menú fantástico para pasar una noche de Halloween de miedo, de la mano del director japonés Takashi Shimizu y la terrorífica saga Ju-on. En la primera parte de este reportaje hicimos una introducción a esta saga cinematográfica, explicando brevemente algunos aspectos generales de la misma. En esta segunda parte nos disponemos a adentrarnos en las precuelas, es decir, en los dos cortometrajes y en las dos películas anteriores a La maldición o Ju-on: The Grudge (Ju-on, Takashi Shimizu, 2002), conocidas como Ju-on: The curse (Ju-on, Takashi Shimizu, 2000) y Ju-on: The curse 2 (Ju-on 2, Takashi Shimizu, 2000). Halloween es el momento perfecto para contar historias de fantasmas, adentrémonos en la trágica historia de la familia Saeki y su casa maldita.

1.- Cortometrajes:

Como comentábamos en el número anterior, Ju-on comenzó su andadura en dos cortometrajes titulados Katasumi (o In a corner) y 4444444444, incluidos en la película Gakkô no Kaidan G (Kiyoshi Kurosawa, Tetsu Maeda y Takashi Shimizu, 1998). En ellos ya hay una aparición de los fantasmas principales que nos van a acompañar a partir de ahora, pero ninguna explicación de los sucesos que estamos presenciando. A pesar de la pobreza de medios técnicos, estos cortos consiguen resultar inquietantes, especialmente Katasumi, donde la actriz japonesa Takako Fuji interpreta a Kayako Saeki en el papel que le hará famosa posteriormente. Ambos pueden visionarse en youtube.

Kanna acecha a su compañera.

Kanna acecha a su compañera.

Katasumi comienza con dos colegialas japonesas que están cuidando a los conejos de su escuela. Mientras están inmersas en la tarea, una de ellas se hace un corte y la otra chica se marcha dentro del colegio en busca de algo para curarla. Sabemos que están siendo espiadas por alguien porque se utiliza el recurso de la cámara subjetiva. Cuando la chica vuelve para curar a su amiga Kanna, se encuentra con un escenario terrorífico: Kanna ha desaparecido, pero una de sus zapatillas está tirada en el suelo, las jaulas de los conejos están abiertas y sólo hay sangre y pelaje de los animales por todas partes. Temiéndose lo peor, la muchacha llama a su amiga mientras es observada desde los arbustos. Tira lo que lleva en las manos para coger una pala de jardinería como arma, dispuesta a usarla en caso de necesidad. En ese momento una silueta aparece al fondo del patio: es una mujer, vestida de blanco, que se arrastra por el suelo haciendo un extraño e inquietante sonido. Tiene el pelo largo y negro y la piel extremadamente pálida. Gatea con dificultad hasta llegar a nuestra protagonista, que ha caído al suelo, justo en unos cubos y bolsas de basura, y sostiene la pala en las manos con el filo en dirección a la extraña mujer. En ese momento, de los cubos y las bolsas surge Kanna, ensangrentada y con la ropa rasgada, con el mismo aspecto pálido que la mujer. Ambas hacen ese sonido extraño, estertoroso, como si se ahogasen. El cortometraje acaba con un fundido en negro.

El niño fantasma.

El niño fantasma.

4444444444 tiene como protagonista a un chico joven que pedalea en su bicicleta. No sabemos a dónde se dirige, pues el sonido de un teléfono móvil le hace detenerse. El silencio, sólo interrumpido por el timbre del teléfono proporciona una atmósfera muy sugerente. El chico encuentra el móvil abandonado entre unas cajas, pero el número que está llamando (el mismo que da el título a este corto) no podría ser más desconcertante. El 4 es el número de la mala suerte en Japón (se pronuncia como el kanji que significa “muerte”), así que el espectador sabe que la llamada no puede augurar nada bueno. Cuando el joven descuelga el teléfono, sólo oye un maullido de gato y decide colgar, pero el móvil vuelve a sonar. Cansado, nuestro protagonista se sienta en unos escalones y vuelve a descolgar. Piensa que es una broma, porque al otro lado del teléfono vuelve a escuchar el mismo maullido lastimero. La tensión va en aumento, pero sin efectos musicales como en el cine americano de terror, simplemente se utiliza la confusión del muchacho y el extraño maullido en una escena en la que predomina el silencio, sólo roto por el sonido del viento, y el contraste entre planos generales que nos indican que el chico está completamente solo en la calle y primeros planos en contrapicado que producen angustia al espectador, incluso se realizan planos en el interior del edificio delante del cual está el protagonista sentado. La aparente soledad del muchacho y el sonido del viento que mueve las hojas al que luego se suma el goteo de agua de un grifo generan tensión al personaje, transmitida también al espectador. Los segundos se hacen eternos, pero por fin el chico hace la pregunta que todos nos estamos temiendo “¿Me estás observando?”. La voz de un niño responde afirmativamente, pero no al otro lado del teléfono. Aparece a su lado, desnudo y exageradamente pálido. El espectador sabe perfectamente que junto a este personaje no había nadie pero, sin embargo, ahí está el niño, tocándose las rodillas. El cortometraje termina con un primer plano del niño, maullando con la boca abierta, de la que gotea una sustancia negra y viscosa.

Estos cortometrajes pueden parecer un poco ingenuos hoy en día, pero resultaron terroríficos y muy sugerentes en su momento, sirviendo así de precuelas para el resto de la saga, que aún estaba por llegar.

2.- V-Cinema:

Las dos primeras entregas de la saga fueron estrenadas directamente para video. En ellas se retoman las historias contadas en los cortometrajes, que se dan por sabidas por el espectador, mientras se desarrolla la historia de estos dos fantasmas. Desde la primera película, el director muestra los rasgos que caracterizarán toda la saga:

  • Narración seriada: el estilo narrativo elegido por el director se efectúa por capítulos titulados por el nombre de un personaje.
  • Caos temporal: los capítulos no se desarrollan por orden cronológico, lo cual puede resultar muy confuso para el espectador, pero también acrecienta la sensación de desconcierto y terror.
  • Ausencia de un único protagonista: el estilo narrativo por capítulos implica que no haya un solo protagonista en la historia. De hecho, el protagonista de la saga es en realidad la casa maldita en la que vivieron los Saeki. Es el vínculo que une a todos los personajes que aparecen en el film entre sí y lo que todos ellos tienen en común.
  • Sugerencia: ya hemos visto en los cortometrajes este elemento. Todo se sugiere y se deja a interpretación del espectador, en ningún momento en Ju-on se nos dará el argumento masticado, pues la película nos exige una participación activa en este sentido. Este elemento puede resultar también desconcertante para un espectador occidental, más acostumbrado a otro tipo de narración más ágil, puesto que Ju-on puede llegar en ocasiones a tener un ritmo lento.
  • Cierto esteticismo: las películas son de bajo presupuesto, pero, a pesar de ello, la aparición de los fantasmas se hace con un cierto cuidado estético. Con muy pocos medios consiguieron ser aterradores.
  • Terror psicológico: como decimos, se tiene un cuidado muy especial en la aparición de los fantasmas, tanto que cada vez que aparecen se indaga en los miedos comunes y se explotan al máximo en la película. Ya iremos viendo en cada caso a qué nos estamos refiriendo, pero vamos a adelantar una secuencia ya aludida en la primera parte de este reportaje en la que Kayako Saeki aparece dentro de una cama, encima de su víctima. Quién no ha hecho de niño lo de taparse hasta arriba con las mantas, pensando inocentemente que los monstruos no pueden acceder a nosotros. Kayako demostró a toda una generación que no hay escapatoria posible. Aunque se prefiere este terror psicológico con las muertes fuera de campo, la violencia descarnada también aparece en momentos puntuales de la saga, consiguiéndose un equilibrio perfecto entre estas dos maneras de producir miedo o inquietud al espectador.

Ju-on: The curse

Toshio sorprende a Mizuho.

Toshio sorprende a Mizuho.

La película se divide en seis capítulos titulados “Toshio”, “Yuki”, “Mizuho”, “Kanna”, “Kayako” y “Kyoko”. Cuenta la historia del asesinato sucedido en casa de los Saeki y el hallazgo de los cuerpos por el profesor Kobayashi, luego prosigue con la historia de los nuevos inquilinos, la familia de los Murakami, y culmina con una especie de epílogo en el que una mujer, Kyoko, con una sensibilidad especial para los fenómenos paranormales, aconseja a su hermano Tatsuya que no venda la casa de los Saeki a quien pueda perjudicarle la maldición que ha caído en el lugar. Sin embargo, al acudir a la casa, ve a los nuevos inquilinos, los Kitada. Por los gestos de Kyoko y la imagen de la esposa del matrimonio en una ventana con un vestido blanco podemos deducir que Kayako ha podido poseer a esta mujer y, por tanto, la maldición volverá a repetirse.

Kanna fantasmal, sin mandíbula.

Kanna fantasmal, sin mandíbula.

En esta película, los diálogos apenas son importantes. Se sugiere más con un gesto o con una mirada que con la palabra. Se retoman las historias contadas en los cortometrajes y descubrimos quiénes son las chicas de los conejos de Katasumi. Una de ellas es Kanna Murakami, por eso las jóvenes son asaltadas por Kayako en el colegio. El chico de 4444444444 es Tsuyoshi Murakami, el hermano de Kanna, que había quedado con su novia Mizuho pero, como sabemos, es atacado por Toshio en el cortometraje. Como vemos en el capítulo titulado “Mizuho”, encuentran su bici en el colegio, pero no hay ni rastro de Tsuyoshi. Su novia recibirá la misma llamada, un número de teléfono compuesto sólo por cuatros. En ningún momento se explican las muertes de Kanna o de Tsuyoshi, así que si el espectador no conoce los cortometrajes encontrará confusa la desaparición de ambos personajes.

Kayako se arrastra hasta Kobayashi por las escaleras.

Kayako se arrastra hasta Kobayashi por las escaleras.

Se exploran los miedos comunes del ser humano, fundamentalmente el terror a la oscuridad, aunque, como bien sabemos, los fantasmas también pueden atacar a la luz del día. Se hace incluso una alusión a las fobias particulares, como al número 4 o el miedo irracional de Yuki a los gatos, lo que la lleva a ser conducida irremediablemente por un gato negro al armario que comunica con el ático en el que está Kayako esperándola. Esto no excluye una violencia desmedida en dos momentos especialmente desagradables. En uno, Kanna aparece subiendo las escaleras de su casa, ensangrentada y con la mandíbula arrancada, un motivo que aparecerá en La maldición. Por otro lado, en el capítulo titulado “Kayako”, Takeo Saeki llama a Kobayashi mientras el profesor está en su casa para decirle que puede quedarse con su hijo Toshio porque ahora la hija de Kobayashi le pertenece. El espectador puede deducir que Manami, la esposa del profesor, ha sido brutalmente asesinada y que el feto de la niña está en la bolsa de basura que Takeo golpea y arrastra por el suelo, poco antes de que el fantasma de Kayako le atacase. Kobayashi tampoco saldrá bien parado, pues el amor obsesivo que Kayako sentía por él no impide que después de su muerte él también sea consumido por la maldición de la casa.

Ju-on: The curse 2

La segunda parte de las precuelas no aporta en realidad demasiada novedad. Se repite gran parte del metraje de la primera película: la visita de Kobayashi a su alumno Toshio, la muerte de este profesor a manos de Kayako, el violento asesinato de Manami y su hija no nata por Takeo Saeki y su castigo posterior, y la historia de Kyoko. Es decir, básicamente, son los capítulos que en la primera película se titulaban “Toshio”, “Kayako” y “Kyoko”. Sin embargo, esta nueva entrega nos sirve para profundizar en ciertos aspectos que en la primera parte quedaban confusos, especialmente en lo que al personaje de Kyoko se refiere. En Ju-on: The curse, Tatsuya, el hermano de Kyoko, le pedía que visitase a su hijo, quien, al parecer, estaba actuando de forma extraña, pero del que no se vuelve a comentar nada. Kyoko, al final de la película, también visitaba la casa de los Saeki para ver a los nuevos inquilinos, los Kitada, pero nos quedamos sin comprender por qué razón Kyoko parece aterrorizada al mirar a la mujer del matrimonio Kitada en la ventana.

“Kobayashi-kun”

“Kobayashi-kun”

Ju-on: The curse 2 está dividida en seis capítulos: “Kayako”, “Kyoko”, “Tatsuya”, “Kamio”, “Nobuyuki” y “Saori”. Los dos primeros son los que introducirían metraje ya visto anteriormente, mientras que los otros profundizan en la historia de los nuevos inquilinos (los Kitada), en el personaje de Kyoko y en el hijo de Tatsuya (Nobuyuki). Ninguno de ellos se salva de la ira de los fantasmas, pues todos los que han entrado en contacto con la casa de alguna manera morirán, incluso los detectives que investigan el caso. La película resulta, sin embargo, más confusa que la anterior, pues no sólo muchas de las muertes suceden fuera de campo, sino que directamente tenemos que suponer lo que ha sucedido con algunos personajes, como con Kyoko. El capítulo más llamativo podría ser el de “Nobuyuki”, el hijo de Tatsuya, y la escena en la que Kayako le persigue por el colegio gateando rápidamente por el suelo. Las secuencias de mayor tensión psicológica (sin incluir el metraje de la primera parte) son las protagonizadas por Yoshimi Kitada, la mujer que es poseída por el espíritu de Kayako.

Cuando Yoshimi encuentra un dibujo de Toshio y el diario de Kayako, la maldición cae sobre ella.

Cuando Yoshimi encuentra un dibujo de Toshio y el diario de Kayako, la maldición cae sobre ella.

Si el capítulo titulado “Kayako” funcionaba a modo de prólogo, el final, “Saori”, sería el epílogo. En él unas colegialas entran a hurtadillas en la casa maldita, tiempo después de todo lo sucedido con los Kitada, puesto que la casa está deshabitada y vuelve a tener el cartel de “Se vende”. Ellas beben sake que encuentran en la casa, bebida que el espectador puede fácilmente deducir que es el mismo que Kyoko dejó tiempo atrás en la casa bajo la advertencia de que el sake que ha entrado en contacto con los espíritus tendrá mal sabor si la persona que lo prueba puede sufrir algún daño por esa presencia sobrenatural en el entorno. Precisamente, las chicas protestan por el sabor de la bebida y dicen haber oído ruidos extraños en la casa. Esta breve secuencia tiene lugar fuera de campo, sólo vemos un plano general de la casa durante el día y oímos las voces de las jóvenes. Probablemente, este capítulo remite a las colegialas de la siguiente película de la saga que sí fue estrenada en cines (La maldición), concretamente al capítulo titulado “Izumi”, pero de ellas hablaremos en la tercera parte del reportaje.

Para saber más

  • Ficha de Gakkô no Kaidan G en Imdb.
  • Ficha de Ju-on: The curse en Imdb.
  • Ficha de Ju-on: The curse en Filmaffinity.
  • Ficha de Ju-on: The curse 2 en Imdb.
  • Ficha de Ju-on: The curse 2 en Filmaffinity.
avatar Elísabet Bravo (31 Posts)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza en 2013. Terminó el Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte en la misma universidad en 2014, con especialidad en Lenguaje y Cultura audiovisual. Particularmente, le interesa el cine de terror.


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