Siempre se ha visto la comida japonesa como algo exótico, pero rara vez se para uno a analizar el motivo de su atracción. Así, en esta serie de artículos, se describirán los factores más destacados de la gastronomía nipona, señalando los focos principales de esta dieta.
Por todos es conocido que el arroz y las verduras son los dos elementos principales de la cocina nipona pero, ¿por qué son tan importantes? Para saberlo, hay que centrarse en la edafología (disciplina que estudia la composición de los suelos) del país. El suelo nipón es principalmente estratovolcánico, por lo que presenta pocas llanuras. Esto ha provocado que los japoneses hayan tenido que aprovechar el terreno de las laderas de las montañas para cultivar, siendo una muestra de ello el cultivo en terrazas, algo compartido por la mayoría de los países de Asia Oriental. Además, hay que tener en cuenta que la gastronomía nipona es una dieta saludable, nutritiva y equilibrada gracias a las propiedades de este suelo, el cual contiene una gran cantidad de nutrientes, permitiendo, así, que haya materias primas de muy buena calidad; a esto se añade su forma de cultivar la tierra, que favorece el uso de la irrigación, y el hecho de que ningún punto de Japón está a más de 150 km de la costa, lo que impulsa el consumo de alimentos marinos.
De este modo, la gastronomía nipona es la precursora de una de las dietas más saludables del mundo; las materias primas que la componen se deben a varios factores, como es la forma de cultivo por el tipo de tierra, y, por otra parte, el tipo de clima, que permite el cultivo de una gran variedad de productos agrícolas y de muy buena calidad. Es por ello por lo que el arroz es el alimento por excelencia en Japón, aunque a grandes rasgos, es el epicentro de la gastronomía de Asia Oriental. Podemos encontrar muchas variedades de arroz, de las cuales destacamos el mochigome o arroz glutinoso, que se caracteriza por su textura pegajosa una vez elaborado. Muchos productos nipones se elaboran a partir del arroz, como es el gohan, sushi, mochi, harinas, pastas, etc.
En cuanto a los vegetales, podemos encontrar pimientos, boniatos, espinacas, pepinos, berenjenas, batatas, etc., como productos típicos que se pueden encontrar en cultivos de otros países; pero también destacan aquellos que son propios de Japón, como el daikon (rábano japonés), wasabi, renkon (raíz de loto), jengibre, takenoko (brotes de bambú), negi (cebolleta), moyashi (brotes de soja), goya (parecido a un calabacín de sabor amargo), col, nira (puerro chino) y el gobô (raíz de la bardana), entre otras.
Otro de los pilares de la gastronomía japonesa, al igual que el arroz, es el daizu (soja), puesto que se obtienen muchas elaboraciones de esta según su variedad, como son las judías negras, verdes y, por otro lado, el azuki, que son judías de menor tamaño y de color rojo, y el sésamo.
Por último, dentro de los cultivos, hay que destacar el té, ya que forma parte no sólo de la gastronomía, sino también de la propia cultura nipona. De las variedades de té, hay que destacar el sencha (té verde cocido), genmaicha (té de arroz) y el matcha (muy usado en repostería), señalando este especialmente como un símbolo en Japón, debido a su utilización en la tradicional ceremonia del té.
Pero en Japón, además de cultivar la tierra, se realizan otras prácticas como la ganadería, la caza, la pesca o la recolección. Así, las carnes más consumidas en Japón son las del cerdo, pollo y vaca o buey, de la cual destacamos el wagyu por su renombre en el resto del mundo. Otras carnes que se consumen, siendo menos populares, son la del cordero, por su elevado precio y difícil producción, caballo, que se consume en zonas muy concretas, y el venado, aunque solo se consume principalmente en Nagano, donde el elevado número de este animal supone un peligro para las cosechas y por ello son cazados.
En cuanto a la recolección de productos silvestres, destacan, especialmente, las setas y los hogos. Esto es debido a que Japón cuenta con un clima muy húmedo, lo cual, sumado a que el 60% del país se compone de bosques y humedales, propicia el crecimiento, en óptimas condiciones, de estos alimentos. Así, destacan las setas shiitake, matsutake, enokitake, nameko y shimeji.
Finalmente, se llega al último gran pilar de la gastronomía nipona: los pescados y mariscos. Japón está estrechamente vinculado al mar, y su extensión le permite disfrutar de mares de aguas frías al norte y cálidas al sur, que añadido a lluvias abundantes y, por tanto, ríos generosos, cuenta con una gran diversidad de pescados y mariscos; por ello encontramos mucha variedad de pescados y mariscos en la gastronomía nipona. Los más comunes son el sake (salmón), atún rojo, katsuo (bonito), saba (caballa), aburasokomutsu (pez mantequilla) y el unagi (anguila). En cuanto al marisco, destacan ebi (langostino), kani (cangrejo), vieiras, ika (calamar), tako (pulpo) y uni (erizo de mar).
De estas materias primas citadas anteriormente, se sacan casi todos los platos típicos del país nipón. Algunos de ellos son:
Estos platos aquí citados, en algunos casos, son la razón de que se visite este país, pues el turismo gastronómico se está poniendo de moda actualmente. Pero, ¿sabemos, realmente, cómo son los menús japoneses? Esto es algo que se analizará detenidamente en el próximo artículo; y, en los siguientes, también se tratarán los platos más típicos que se elaboran para las festividades niponas, así como los chefs, cocineros y locales más destacados o importantes del mundo culinario japonés.