Revista Ecos de Asia

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This article was written on 17 Feb 2015, and is filled under Cine y TV.

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El último samurái.

Con motivo de la Ceremonia de los Óscar, desde Ecos de Asia queremos proponer un repaso por varias películas relacionadas con el continente asiático que han supuesto hitos en los premios de la Academia. En esta ocasión vamos a realizar un breve recorrido por El Último Samurái, película del año 2003 que recrea los inicios del gobierno del emperador Meiji, momento crucial de la historia japonesa, así como aboga por un acercamiento y entendimiento mutuo entre culturas, en ocasiones contrapuestas. La película contó con nominaciones en varias candidaturas, entre ellas la de Mejor Actor de Reparto, Mejor Dirección Artística, Diseño de Vestuario y Mejor Mezcla de Sonido, pero no consiguió alzarse con ninguna estatuilla.

El film, dirigido por Edward Zwick, nos narra la historia de dos guerreros pertenecientes a dos culturas totalmente opuestas, pero cuyos ideales los llevan a entenderse. Tom Cruise interpreta al militar norteamericano Nathan Algren, un héroe de las Guerras Indias, alcohólico y sin ningún propósito en la vida, que se dedica a actuar como imagen de una empresa de armamento. El capitán Algren es contratado por un entramado de empresarios americanos y japoneses que asesoran al gobierno del joven emperador Meiji. Su labor consistirá en entrenar al renovado ejército japonés con el fin de que pueda equipararse al de cualquiera de las naciones occidentales.

El estadounidense Nathan Algren (Tom Cruise) llega a Japón con la misión de modernizar el ejército.

El estadounidense Nathan Algren (Tom Cruise) llega a Japón con la misión de modernizar el ejército.

Japón se encuentra en medio del fervor de la modernización, el país ha decidido dejar atrás sus costumbres medievales, consideradas atrasadas e impropias de toda nación civilizada y, tomando a los países occidentales como modelo, convertirse en una nación desarrollada, circunstancia aprovechada por Occidente como una importante oportunidad de negocio: en la película podemos observar como distintos representantes de la industria armamentística se encuentran firmando contratos con los dirigentes japoneses.

Durante la película somos testigos de la modernización del país durante el gobierno del Emperador Meiji (1868-1912).

Durante la película somos testigos de la modernización del país durante el gobierno del Emperador Meiji (1868-1912).

Este camino hacia el progreso en el que se ha embarcado el país no es visto con buenos ojos por parte de todos, un grupo de samuráis, bajo el mando de Katsumoto Moritsugu (Ken Watanabe), ante la pérdida de sus tradiciones y modos de vida ancestrales, deciden enfrentarse a su emperador, el cual creen que se encuentra mal aconsejado por sus ministros y doblegado a los intereses de poderosos empresarios, caso del industrial Omura (Masato Harada).

En medio de esta situación, el capitán Algren aparece como un mercenario movido sólo por el dinero, que considera a los samuráis como unos “salvajes con arcos y flechas”. Él será el encargado de enseñar a los nuevos reclutas los entresijos de la guerra moderna, así como adiestrarles en el manejo de las nuevas armas de fuego. La construcción del ferrocarril también es objeto de ataque de los samuráis rebeldes, por lo que el capitán Algren deberá ponerse al frente de sus inexpertos soldados y marchar contra los guerreros de Katsumoto. El enfrentamiento es desigual, poniéndose de manifiesto la superioridad marcial de los samuráis, consiguiendo que las tropas imperiales huyan en desbandada, aislando a Algren de sus hombres. Tras abatir a varios samuráis, entre ellos el cuñado de Katsumoto, el norteamericano será hecho prisionero y trasladado a una recóndita aldea en el feudo de los samuráis.

Es en este punto en donde El Último Samurái se revela como algo más que una simple película de acción. Katsumoto, quien habla inglés perfectamente, explica que mantiene con vida a Algren como una forma de aprender las nuevas tácticas de sus enemigos. Algren en un principio se niega a cooperar, pero poco a poco, durante el largo invierno que dura su cautiverio, ambos guerreros comenzarán a mantener conversaciones filosóficas sobre la historia y ética de la guerra.

Para Algren, el ritmo de vida y las costumbres del Japón tradicional, encarnadas en la bucólica aldea samurái, supondrán un descanso del tormento que le producen sus experiencias durante la guerra contra los indios bajo el mando del general Custer. Su cuidado es encomendado a Taka (Koyuki Kato), hermana de Katsumoto, y viuda del samurái que murió en batalla a manos de Algren, quién se quejará amargamente ante Katsumoto por obligarle a realizar tal tarea, pese a ello se encarga del extranjero con total dedicación, manteniendo en todo momento las apariencias.

El personaje de Katsumoto encarna al ideal del samurái, ha comprometido su vida a la defensa del código de honor de estos guerreros y su lealtad al emperador se encuentra por encima de toda duda. Estos ideales y modo de vida fascinará y calarán profundamente en Algren, lo que le llevará a cuestionarse sus principios y lealtades, para finalmente tomar partido por la causa de los samuráis hasta las últimas consecuencias, llegando a enfrentarse a las tropas imperiales en una espectacular batalla final, en la que perecerá la totalidad del ejército de samuráis a excepción del propio Algren.

El líder samurái Katsumoto (Ken Watanabe), último defensor de los ideales y valores de estos legendarios guerreros.

El líder samurái Katsumoto (Ken Watanabe), último defensor de los ideales y valores de estos legendarios guerreros.

Una de las principales virtudes que se pueden encontrar en El Último Samurái es la de romper con la convención de que el héroe occidental es siempre superior a la cultura local en la que se sumerge. Se ha comparado a la película con Lawrence de Arabia (1962) o Bailando con lobos (1990), películas en las que los occidentales aprenden a respetar a los árabes y los nativos americanos, pero esta película va un paso más allá, plasmando claramente que la sociedad japonesa tradicional, de la cual Katsumoto es el máximo exponente, es superior a la modernidad encarnada por el estadounidense.

Algren sentirá verdadera fascinación por las costumbres y modo de vida del Japón tradicional.

Algren sentirá verdadera fascinación por las costumbres y modo de vida del Japón tradicional.

El trabajo del reparto es remarcable: Koyuki Kato aparece encarnando el modelo de comportamiento de la mujer japonesa tradicional; Tony Goldwyn que interpreta al coronel Bagley, superior de Algren, se nos presenta como un mercenario sin escrúpulos; Timothy Spall interpreta a Simon Graham, un fotógrafo y antiguo miembro de la embajada británica, encarnando a uno de los primeros occidentales asentados en el país y que sintieron una verdadera fascinación por la cultura tradicional japonesa. Scichinosuke Nakamura interpreta al joven emperador Meiji, un hombre tímido y atormentado, admirador de los valores de Katsumoto y sobrepasado por los intereses de sus consejeros, que tras valorar el sacrificio del samurái se sobrepondrá y valorará que las antiguas tradiciones de su pueblo no deben de ser olvidadas en el camino hacia la modernización.

El director Edward Zwick, quien en otras películas como Leyendas de pasión (1994) o Diamantes de Sangre (2006), también se han ocupado de personajes que descubren que la lealtad y los valores personales son más importantes que la ideología política, en la película pone en entredicho el mito del general Custer, cuya última batalla supone uno de los hitos de la época, llegando a señalarlo como un asesino que se enamoró de su propia leyenda, hasta el extremo de sacrificar a sus tropas por ella. Mismo destino con el que acaba la insurrección de los samurái, en la que Katsumoto conduce a sus hombres hacia una muerte segura, con la diferencia de que sus hombres comparten sus valores, simbolizando son su sacrificio el final de un modo de vida para el que ya no queda sitio en el nuevo mundo que estaba despertando.

La historia de la película se inspira vagamente en la historia de Saigo Takamori, un destacado samurái que ayudó a que el gobierno de Japón volviera a manos del emperador Meiji. Posteriormente con la pérdida de derechos de la clase samurái, lideró en el año 1877 la Rebelión de Satsuma contra el propio gobierno del que había sido miembro destacado, enfrentamiento que es considerado como el último protagonizado por los samuráis de toda la historia japonesa. Este conflicto se nos muestra en la película como un intento de los samuráis por preservar su cultura y sus tradiciones ancestrales, cuando en la realidad el alzamiento se fraguó debido a que muchos samuráis no se mostraron conformes a la abolición de los privilegios que habían adquirido y que consideraban inherentes de su condición social. La rebelión fue duramente sofocada por las tropas gubernamentales, viéndose los rebeldes obligados a emplear catanas, arcos y flechas cuando la munición de sus modernas armas occidentales se agotó. En la película, este uso del armamento tradicional es visto de una manera romántica, como una elección consciente en favor de la antigua tradición de los samuráis. Así mismo en la película, Estados Unidos aparece como el principal asesor del gobierno japonés en su camino hacia la modernización del ejército, modernización en la que los gobernantes japoneses tomaron como modelo al ejército prusiano. Del mismo modo, el personaje que encarna Tom Cruise está vagamente inspirado en el militar Jules Brunet, quién formaba parte de la delegación francesa enviada a Japón entre los años 1867 y 1868 por Napoleón III con el fin de ayudar a modernizar el ejército del Shogún.

Saigo Takamori y Jules Brunet, en quienes se inspiran los personajes de Ken Watanabe y Tom Cruise respectivamente.

Saigo Takamori y Jules Brunet, en quienes se inspiran los personajes de Ken Watanabe y Tom Cruise respectivamente.

La película, a pesar de sus innegables errores históricos y sus planteamientos hollywoodienses (inexplicablemente el personaje de Tom Cruise es el único que se salva de la masacre final, retornando a la aldea y quedándose con la chica), nos brinda un magnífico acercamiento a un momento crucial de la historia japonesa. La puesta en escena y la ambientación nos trasladan a la dualidad de ese Japón que por una parte se adentraba en la senda del progreso, pero por otro lado recelaba, poniendo en valor y esforzándose por conservar su tradición.

Para saber más:

  • Ficha en IMDB.
  • Trailer de la película en español.

avatar David Lacasta (76 Posts)

Soy Licenciado en Historia del Arte y actualmente estoy cursando el máster en estudios avanzados, en la modalidad de Asia Oriental. Estoy trabajando en la cerámica Satsuma, y el fenómeno de su coleccionismo en occidente.También me interesa mucho todo lo relacionado con las armas y armaduras de los samurai, así como la historia militar de Japón.


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