Revista Ecos de Asia

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This article was written on 12 Ene 2015, and is filled under Historia y Pensamiento.

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Introducción al fenómeno kawaii. II

En la pasada entrega tratamos el significado y evolución del término japonés kawaii (gusto y atracción por lo dulce, inocente y adorable). A continuación, nos centraremos en analizar cómo se originó en Japón un fenómeno social en torno al kawaii y cuáles fueron las causas que lo produjeron.

Las primeras manifestaciones del fenómeno kawaii surgen en Japón a mediados de los años setenta del siglo XX.  Por entonces tuvo lugar el nacimiento de una moda literaria underground, un nuevo lenguaje secreto entre las adolescentes, en el que se escribían cartas de un modo infantil. De la misma manera que las damas de la corte del periodo Heian (794-1085) inventaron una nueva forma de escritura (el hiragana) para sustituir los ideogramas kanji de uso reservado a las altas clases sociales del género masculino. Adolescentes y jóvenes estudiantes japonesas comenzaron a crear un nuevo estilo de escritura kawaii concebido en principio por y para mujeres. Este lenguaje secreto,  huía de los difíciles y elaborados ideogramas kanji, propios de la escritura de los adultos, y optaba por la utilización de los silabarios hiragana y katakana (este último utilizado para palabras provenientes del extranjero). Este nuevo tipo de escritura era más compleja de lo que parecía, puesto que implicaba el desplazamiento de laspalabras,de sentido vertical a horizontal de izquierda a derecha (propio de Occidente) y la utilización de un gran número de expresiones en otros idiomas como francés o inglés (escritas en katakana).[1] En los textos además aparecían insertas estrellitas, corazones o imagotipos, los precursores de los actuales emoticonos.[2] Asimismo, se inventó una nueva tipografía, de trazos finos, frágiles y redondeados, que contaba incluso con una herramienta específica para su elaboración:el portaminas, que permitía unos trazados extremadamente estilizados. A este tipo de escritura se le denominó de varias formas: maru-ji (escritura redondeada), koneko-ji (escritura de cachorro), manga-ji (escritura  manga) o burikko-ji (escritura falsamente infantil). Este nuevo estilo de escritura kawaii pronto se expandió por todo el país llegado durante la década de los años ochenta a impregnar publicaciones literarias, publicidad, logotipos de empresas, etc. Incluso procesadores de texto Macintosh adoptaron este tipo de escritura.[3] El estudioso japonés Yamane Kazuma, realizó una investigación del fenómeno entre 1984 y 1986 que tituló Anómala Escritura Adolescente Femenina, en la que defendía la hipótesis de que el precedente de la escritura kawaii se encontraba en el manga: según Yamane Kazuma su creación no fue un fenómeno tan espontáneo, sino que nace del hecho de que los jóvenes imitaban la escritura de este género literario. En cualquier caso, lo que sí es cierto, es que alrededor de 1985 más de cinco millones de jóvenes japoneses utilizaban habitualmente este tipo de escritura y lo kawaii en su vida cotidiana. La difusión llegó hasta tal punto que los colegios, atemorizados por la pérdida de la escritura tradicional japonesa, decidieron prohibirla.[4]

Pero la expansión del fenómeno kawaii, el gusto por lo encantador y agradable, no se debió únicamente a la introducción de una nueva grafía, sino a un conjunto de sucesos, sobre los que distintos estudiosos han llamado la atención.

Osamu Tezuka (fuente: magicomics).

Osamu Tezuka (fuente: magicomics).

De nuevo hemos de aludir al manga o cómic japonés. Subrayaremos la importancia de la huella de la obra de Osamu Tezuka (1928-1989) conocido como el “padre del manga” dibujante de historietas y animación japonesa y autor mangas clásicos como Astroboy o La princesa caballero. Uno de los mangaka más admirados, que reconoció en varias ocasiones la influencia de Walt Disney o Fleischer en sus dibujos y personajes a los que dotó de unos rostros dulces, con ojos grandes y brillantes que influirán profundamente en la posterior producción japonesa de manga.[5] Este gusto por lo «adorable» se aprecia en muchos géneros y obras manga, manifestación de la cultura popular que tan enorme éxito tuvo y tiene en Japón.

En 1980, aparecieron en los medios de comunicación los Nameneko, gatitos vestidos con una indumentaria de gamberros, concretamente la de los conocidos como bosozuku, bandas de motoristas que infringían la ley. Este moda fue todo un éxito y el sentimiento enternecedor que despertaban los gatitos entre la población japonesa fue tal, que contribuyó a fomentar el gusto por las situaciones que provocasen una sensación kawaii.

En 1983, en una revista femenina se publicaba el artículo Consigue una cita para salir en Navidad, en la que básicamente se exponían las claves principales para que a través de un mensaje kawaii los chicos pudieran conseguir el objetivo, la cita. De esta forma, el género masculino comenzó también a interesarse por aquello que despertaba este sentimiento. Este nuevo fenómeno se generalizó de tal manera que se codificó la expresión «Uso! Honto? Kawaii!» (¡No puede ser! ¿De verdad? Kawaii!). Las fanáticas que la utilizaban esta expresión pronto fueron conocidas como las «San go Zoku» (las fans de las tres palabras).[6]

Nameneko, años 80,  Mainichi Shimbun (fuente: web-japan.org).

Nameneko, años 80, Mainichi Shimbun (fuente: web-japan.org).

En 1985 la estrella pop Sakai Noriko, alias Nori P, lanzó a la sociedad japonesa un nuevo lenguaje conocido como norippigo, actualmente obsoleto, que consistía en la deformación de algunos de los adjetivos más comunes añadiendo al final de estos «pi». Así, se infantilizaban como por ejemplo: kanasshi (su significado es triste) se deformaba por el de kanappi, o el de useshii (su significado es feliz) por el de ureppi,  e incluso llegó a inventar palabras como mamosureppi (su significado es muy feliz) y onomatopeyas como nyannyansuru (maullido de gatos, miau miau) para el acto sexual. Aun así, no fue la primera vez que se hacían este tipo de deformaciones puesto que en los años setenta el periódico Mainichi Shimbun publicó un artículo en el que se describía la deformación que se había hecho de la palabra kakkoii (su significado es bueno), los adultos la pronunciaban incorrectamente katchoii, imitando la voz de un niño.

Yuko Yamaguchi (fuente: kittyhell.com)

Yuko Yamaguchi (fuente: kittyhell.com)

En la década de los ochenta Japón alcanzó su cénit económico, lo que se conoce como la «burbuja económica japonesa»,[7] época que el país consiguió situarse en el mundo como el líder en automóviles, electrónica para el consumo,y robótica. Las grandes empresas vieron que la clave del éxito para incentivar el consumo se encontraba en un tipo de publicidad basada en lo mono, lo adorable y comenzaron a explotar esta nueva tendencia kawaii. La publicidad, las licencias de empresas y negocios, los medios audiovisuales, vestimenta y alimentación se impregnaron de este nuevo gusto. Sería en estos años cuando Yuko Yamaguchi, rediseñara el icono de la empresa Sanrio, Hello Kitty,[8] esta vez dotada de la estética kawaii, lo que supuso el éxito, en primer lugar en Japón y a partir de los noventa en el resto del mundo. A partir de la experiencia de Hello Kitty, lo kawaii adquirió una connotación comercial muy destacada. Las empresas comenzaron a crear productos con diseños que tuvieran en cierto modo un grado de ternura y encanto. No importaba qué tipo de producto fuera (juguetes, aparatos electrónicos, coches…) la clave de su éxito era darles un toque kawaii.

Embajadoras del Ministerio de Exteriores de Japón. XV Salón del Manga de Barcelona (fuente: abc.net.au).

Embajadoras del Ministerio de Exteriores de Japón. XV Salón del Manga de Barcelona (fuente: abc.net.au).

En los años noventa, bajo la denominación kawaii se comenzaron a agrupar toda una serie de estilos reveladores de la naturaleza posmoderna y se comenzó a emplear para definir formas musicales, elementos culturales, recursos visuales de diferentes tribus, movimientos urbanos. A la par, lo kawaii fue evolucionando desde el más puro estilo romántico, infantil y rosa, hacia a uno más ambiguo, hortera e incluso irónico, desposeyéndolo de cualquier ideología.[9] El fenómeno kawaii se ha expandido por todos los estratos de la sociedad, como una moda, un gusto, un aspecto físico, pero también como una manera de ser y de comportarse. El término kawaii se utiliza en diferentes situaciones: para describir algo atrayente; para mostrar aprobación de una forma joven y moderna sin comprometerse (si se utiliza el término «hermoso» se da cierta relevancia, de esta manera deja las puertas abiertas a cualquier opinión); sirve para simpatizar con una persona, algo muy importante dentro de una sociedad en la que la tarea de las relaciones sociales está abandonada; puede ser utilizarlo para que la gente se relaje y sonría más, a modo de panacea, etc. Asimismo, el termino se utiliza para calificar numerosos objetos o actitudes de la vida cotidiana y de la cultura popular japonesa; estos objetos y actitudes se encuentran en el mundo del arte y del diseño, del entretenimiento, en la moda, en la apariencia, conducta y hábitos personales, en la comida, en los juguetes y hasta en las grandes compañías, en las pequeñas tiendas, en las oficinas gubernamentales nacionales y en las oficinas locales, cuyas mascotas entran dentro de lo que se puede denominar como kawaii. El fenómeno ha adquirido tal envergadura que se ha convertido en un tema sociológico, estudiado por escritores, periodistas, filósofos, sociólogos, psicólogos… En los últimos años, incluso el gobierno japonés ha lanzado una iniciativa en la que pretende que se conozca la cultura japonesa a partir de su cultura popular; por este motivo, cualquier diplomacia cultural debe tener este matiz en cuenta. Podemos ver en las diversas representaciones de Japón, a altos dignatarios acompañados de mascotas o jóvenes recién salidas del barrio de Harajuku y Akihabara en Tokio, con una estética kawaii, ya que son la mejor muestra del Japón actual. Esta estética,ha llegado a tal punto que forma parte de su cultura y se representan con ella.

En la próxima entrega hablaremos sobre algunos estudios científicos que explican cómo la situación política, económica, social y cultural japonesa influyó en la aparición del fenómeno kawaii.

Para saber más:

  • Santiago, J. A., Del Cuadro Flotante a la Viñeta Japonesa, Pontevedra, dx5. Digital &Graphic art research, 2010.

 

Notas:

[1] Santiago, J. A., Del Cuadro Flotante a la Viñeta Japonesa, Pontevedra, dx5. Digital &Graphic art research, 2010, p. 478.

[2] Santiago, J. A., Manga. Del cuadro…, op.cit. p. 479.

[3] Santiago, J. A., Manga. Del cuadro…, op.cit. p. 479.

[4] Kinsella, S., “Cuties world of kawaii”, Nipponia, n º 40, Japan, 2007. Disponible aquí. [Fecha de consulta: 30/09/2010].”, pp. 222.

[5] Santiago, J. A., Manga. Del cuadro…, op.cit. p.82.

[6] Ishihara, S.; Kazuyuki, O.; Kanno, K.; Tsuchiya, K., “The cute world…”,op.cit., p. 8.

[7] Brooks, M., “Japón la década perdida y la burbuja económica”, Observatorio Iberoamericano de la Economía y la Sociedad del Japón, vol. 3, n º 10, Universidad de Málaga, 2011, p.1.  Disponible aquí.[Fecha de consulta: 15/07/2011].

[8] Belson, K.; Bremner, B., Hello Kitty: The remarkable Story of Sanrio and the Billion Dollar Feline Phenomenon, Singapore, John Wiley&SonsPte Ltd, 2004. McVeigh, B., “How Hello Kitty Commoifies the cute, Cool and Camp: ‘ Consumutopia’ versus ‘Control’ in Japan”, Journal of Material Culture, vol. 5., London, 2000, pp. 225-245 . Kimberly, P., “Explaning Hello Kitty Success”, U.S.News&World report LP, 2008. Disponible aquí.  [Fecha de consulta: 10/07/2011].

[9] Santiago, J. A., Manga. Del cuadro…, op.cit. p. 480.

avatar Alejandra Rodríguez Cunchillos (5 Posts)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. Máster en la misma Universidad, con especialización en artes plásticas contemporáneas y arte asiático. Doctoranda con una tesis sobre el coleccionismo privado de arte japonés contemporáneo.


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