Revista Ecos de Asia

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This article was written on 09 Dic 2016, and is filled under Cine y TV.

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“The Love of Siam”: un romance tailandés en Navidad.

The Love of Siam (Rak Haeng Sayam, 2007) es una película escrita y dirigida por Chookiat Sakveerakul (1981); un escritor, guionista y cineasta de películas de terror, como Pisaj (2004), y dramáticas, como Home: Love, Happiness, Memories (2012) o Grean Fictions (2013). Este filme se enmarca dentro de sus películas dramáticas y románticas, e igual que Home: Love, Happiness, Memories trata el amor homosexual adolescente.

En la sociedad tailandesa, la homosexualidad presenta connotaciones negativas, e incluso dentro de la propia homosexualidad se tiene en más alta estima a la masculina que a la femenina. Debido a los problemas que esto acarrea, la homosexualidad no suele ser confesada. El cine tailandés, especialmente desde el año 2000 en adelante, ha querido reflejar este tipo de problemas para ayudar a que los colectivos LGBTI+[1] tengan los mismos derechos que las personas heterosexuales.

Con la llegada del cine de Hollywood a Tailandia, la industria cinematográfica del país entro en crisis, reduciéndose hasta casi extinguirse, por lo que la cinematografía tailandesa tuvo que reorientarse hace un público nuevo. A partir de 1997 el cine tailandés entró en una nueva fase. Un grupo de realizadores pasaron del mundo de la publicidad y de la televisión al cine, como fue el caso de Penek Ratanaruang, Nonzee Nimibutr y el hongkonés Oxide Pang. Y, algo más tarde, se unieron a ellos los también anunciantes Apichatpong Weerasethakul y Yongyoot Thongkonthun. Todos estos cineastas, junto con aquellos que crecieron con sus películas, se enmarcan bajo la etiqueta de Cine Nuevo Tailandés. En cuanto a los géneros tratados por esta nueva ola de cineastas, se encuentran los filmes de terror, seguidos por los de la comedia y por las películas homosexuales, los cuales cobraron mucha importancia a partir del estreno de The Iron Ladies (2000). Desde entonces, todas las películas de temática homosexual suelen ser de comedia, estereotipando a los personajes, aunque al mismo tiempo pretenden acabar con la intolerancia hacia el colectivo.

Además de las películas cómicas de homosexuales, también hubo dramas importantes, como pueden ser Bangkok Love Story (2007), y The Love of Siam (2007). En ambas películas se trata el romance homosexual como algo normal, sin estereotipos, en donde uno de los protagonistas niega sus sentimientos hasta el final; además, en estos dramas suele haber una persona, amigo o familiar, que se opone a la homosexualidad, mientras que hay otro que ayuda a que triunfe la relación de los protagonistas.

Todas estas películas han provocado un gran impacto en la sociedad, especialmente The Love of Siam. Estos filmes han ayudado a que la sociedad vaya entendiendo la homosexualidad como algo normal dentro de sus vidas, y esa es la razón por la que se han hecho tantas películas con esa temática, porque ayudan a que los sectores sexuales minoritarios puedan llegar a ser tolerados y comprendidos por el resto de la población.

La película The Love of Siam, por tanto, tiene dicha intención. Además, en comparación con los demás filmes de dicho género en Tailandia, no representa la homosexualidad como algo estereotipado o cómico, sino que la presenta como una faceta más del amor. De hecho, el objetivo de la película fue, según el propio Chookiat, “contar una historia honesta. Es debido a que es una historia real por lo que a la gente le gusta la película. Ambas audiencias, tanto la homosexual como la heterosexual, pueden disfrutar del filme. Después de todo, el amor es universal”.[2]

Mew y Tong, los protagonistas del filme, de niños y de adolescentes

Mew y Tong, los protagonistas del filme, de niños y de adolescentes

El filme comienza cuando Mew (Arthit Niyomkul) se ve obligado a trasladarse a Bangkok, a casa de su abuela, Ah Ma (Pimpan Buranapim), para hacerse cargo de ella, ya que sus padres se mudaban a Rayong para trabajar. Es entonces cuando empieza a descubrir, gracias a su abuela, el poder que tiene la música para transmitir sentimientos, algo que el propio protagonista hará durante el resto de la película.

Una vez instalado en su nuevo hogar, conoce a sus vecinos. Se trata de una familia católica de origen chino compuesta por un matrimonio, Sunee (Sinjai Plengpanich) y Korn (Songsit Rungnopakunsi), y sus dos hijos, Tong (Jirayu La-ongmanee) y Tang (Laila Boonyasak). El hijo menor, Tong, se hace amigo de Mew en el colegio, iniciándose una amistad que, a lo largo de los años, se acabará convirtiendo en algo más.

Tras un viaje de la familia de Tong a Chiang Mai y la desaparición de Tang, ocurre un salto temporal de varios años tras el cual comienza la verdadera trama. A partir de entonces, el reencuentro de Mew y de Tong (interpretados ahora por Witwisit Hiranyawongkul y Mario Maurer), la banda de música de Mew, August Band, el gran parecido de su asistente, June, con la desaparecida hermana de Tong, Tang, así como la alcoholemia de Korn y la desesperación de Sunee se convierten en los verdaderos protagonistas del film; una película que acabará siendo un puente para ver la verdadera importancia del amor, la familia y la amistad.

Carátulas originales del DVD

Carátulas originales del DVD

El director y guionista de la película fue Chookiat Sakveerakul, quien la realizó para la productora Sahamongkol Filme International. Normalmente, el cine tailandés es famoso por cultivar el género romántico, la comedia y el terror, por lo que es raro encontrar una película dramática. A esta extrañeza se le suma otra, y es que el filme dura más de ciento cincuenta minutos, algo muy extenso para una película tailandesa, pero el director creyó que era necesario para que el espectador se quedase inmerso en la película y pudiese conocer a fondo los sentimientos de los personajes, y es por eso por lo que la productora lo respaldó.[3] No se trató de una película extraña por su romance homosexual, ya que ha habido muchas en Tailandia; en cambio, si fue novedoso el hecho de que los personajes no presentaban ningún rasgo de afeminación.

Pero a pesar de esta novedad, tanto la trama, como el casting y la publicidad de la película, fueron cuidadosamente planificados para alcanzar el éxito comercial. Hay que tener en cuenta que la película trata el amor homosexual entre dos adolescentes, uno católico y otro budista, representados por actores de etnias distintas, un chino-alemán y un chino-tailandés, y cuya publicidad consistió en anuncios en donde los dos protagonistas salen acompañados de dos mujeres adolescentes, dando a entender de qué se trataba de un romance heterosexual. Esto fue algo realizado a conciencia para atraer a un mayor público, pero el autor defiende que “se trata de dos personajes adolescentes que se enamoran. Pero la película trata del amor, de la familia y de la lucha de las personas cuando pasan por tiempos difíciles”.[4]

Carteles publicitarios de la película

Carteles publicitarios de la película

La razón por la que se escogió un romance entre un euroasiático y un adolescente chino no fue solo para reflejar las diferentes etnias de Tailandia, sino también para que la película pudiese llegar a otros países. Dicho país, además, se encuentra rodeado de países donde se hallan personas que pueden hablar chino, sin olvidar la cercanía a China, Singapur, Taiwán y Hong Kong; además, el uso de la melodía china durante todo el filme también es una muestra de esa intención. A esto se le sumó la gran aparición de Witwisit Hiranyawongkul y Mario Maurer en medios de comunicación chinos, tailandeses y coreanos, teniendo como fin el lograr una mayor difusión de la película.

Este interés comercial se logró. La película fue estrenada en ciento cuarenta y seis cines de Tailandia el 22 de noviembre del año 2007; además, el filme también fue bien recibido en Taiwán (2007), China (2007), Singapur (2008) y Japón (2009), recaudando un total de 1.305.125 dólares.[5] A esta recaudación, se le suman las treinta nominaciones a premios asiáticos, siendo significativos los sies ganados en el Star Entertainment Awards: Mejor Canción Original (August Band), Mejor Actriz de Reparto (Chermarn Boonyasak), Mejor Director (Chookiat Sakveerakul), Mejor Actriz (Sinjai Plengpanich), Mejor Guion (Chookiat Sakveerakul) y Mejor Película. Además, Sinjai Plengpanich ganó todas las nominaciones a Mejor Actriz de Tailandia, del mismo modo que la película ganó todos los premios a Mejor Película.

También fueron significativas las dos nominaciones al Festival de Cine Internacional de Hong Kong a Mejor Actor de Reparto (Mario Maurer) y Mejor Banda Sonora (Kitti Kuremanee), aunque no ganaron ninguno de ellos. Al año siguiente, Mario Maurer se alzó con la estatuilla como Mejor Actor en el 10 Festival Internacional de Cine de Cinemalia. Además, la película representó a Tailandia en la 81 edición de los Óscar. A esto se le suma que en el año 2015, el filme entró a formar parte del Patrimonio Nacional de Tailandia, en la categoría de película, así como pasó a formar parte del Archivo Fílmico de Tailandia.

El argumento de la película merece un análisis pormenorizado, si bien aquí simplemente daremos unas pautas para permitir que el lector pueda disfrutar del visionado sin desvelar sus principales secretos. Los primeros veinte minutos del filme son el prólogo, el cual está compuesto por planos, secuencias y escenas cortas, dando la impresión al espectador de que la vida pasa muy rápido cuando se es niño. Es en esos primeros minutos cuando se forma el discurso narrativo, pues Tong le da un regalo a Mew, un muñeco de madera por partes, que queda incompleto, siendo la imposibilidad de completar el regalo una metáfora de lo que sienten todos los personajes.

Tras el prólogo tiene lugar una elipsis de varios años. En este lapso, ha muerto la abuela de Mew, éste tiene a Ying como su nueva vecina, Tang sigue desaparecida o ha muerto y la familia de Tong tiene problemas debido a ello.

A partir de esta segunda parte, la película transcurre con mucha más calma, especialmente desde el reencuentro de Tong y de Mew. Es posible que el director lo haya hecho de manera intencionada porque cuando uno está enamorado o sufre, el tiempo pasa mucho más despacio. Desde entonces, y con planos bastante largos, se narra la historia de amor y de desamor de Tong y Mew.

A pesar de ser esa la historia principal, Korn y Sunee, a veces, la eclipsan; sin apenas palabras, consiguen transmitir todos sus sentimientos al espectador. Otra historia que cobra mucha importancia es la de June, la asesora de la banda de música de Mew, August Band, debido a su parecido con Tang. La historia de June queda abierta a la interpretación del espectador, no quedando claro en la pantalla si es real o no.

En cuanto a las escenas más importantes y significativas del filme, destaca una en particular, el beso entre Mew y Tong, el único beso de toda la película, que constituye además el punto de inflexión de la cinta. Se trata de una escena que puso muy preocupados a ambos actores, debido a que ambos eran heterosexuales. También tuvo controversia el que la actriz Sinjai Plengpanich propusiese eliminar la escena debido a la posible reacción del público, pero el director la veía como el momento tras la cual evolucionarían todos los personajes de manera emocional.[6]

Beso entre Mew (Witwisit Hiranyawongkul) y Tong (Mario Maurer)

Beso entre Mew (Witwisit Hiranyawongkul) y Tong (Mario Maurer)

También habría que destacar las escenas de Korn, en donde es presentado como un fracasado. En todas las escenas se muestra su sufrimiento interno, ya sea mediante la contemplación a su esposa o su mirada hacia la comida.

June/Tang (Laila Boonyasak) dando la medicación a Korn (Songsit Rungnopakunsi).

June/Tang (Laila Boonyasak) dando la medicación a Korn (Songsit Rungnopakunsi).

Los otros grandes momentos de la película se las lleva Sinjai Plengpanich, Sunee, quien es la persona que se opone a la homosexualidad de su hijo, aunque finalmente la acepta. La razón por la que al principio se muestra intolerante es debido al dolor que ya sufrió su familia con la pérdida de Tang, a lo que se le suma el hecho de ser una familia cristiana, donde la homosexualidad no está bien vista.

Sunee (Sinjai Plengpanich) y Tong (Mario Maurer) mientras decoran el árbol de Navidad.

Sunee (Sinjai Plengpanich) y Tong (Mario Maurer) mientras decoran el árbol de Navidad.

Todas estas escenas, junto con el resto del filme, presentan pocos diálogos, en donde las miradas, los gestos y la música son muy importantes. Esta ausencia de diálogos hace que el espectador se tenga que fijar más en otros aspectos, como pueden ser los objetos que aparecen en la pantalla. Junto a la ausencia de diálogos, se encuentran los planos largos, sobre todo cuando el espectador descubre la relación sentimental entre Mew y Tong. Estos planos suelen ser medios y frontales o picados, aunque también aparece el plano y contra plano, especialmente cuando los protagonistas lloran o sufren.

Entre los objetos en los que el espectador ha de fijarse, se encuentra el muñeco de madera que Tong le regala a Mew al principio de la película. Este muñeco sale varias veces a lo largo del filme, siendo el principal recuerdo del amor que hay entre ambos personajes. Siempre que aparece es para recordarle a Mew sus sentimientos por Tong, y al final, el muñeco cobrará una especial importancia al completarse la pieza que le faltaba y cerrarse así la trama que se había iniciado en la infancia de los protagonistas.

El muñeco de madera que Tong le regala a Mew. Es la nariz el elemento del regalo que no aparece hasta el final de la película.

El muñeco de madera que Tong le regala a Mew. Es la nariz el elemento del regalo que no aparece hasta el final de la película.

Este final, por otro lado, es muy abierto, pudiendo el espectador tener muchas preguntas con respecto a él. Lo más significativo de este es el rechazo de Tong a ser novio de Mew, pero hay que tener en cuenta que el propio mensaje de la película es que mientras se ame, habrá esperanza, por lo que no se sabe que podrá ocurrir en el futuro. Con el final de esta relación se quiso acabar con la utopía romántica del amor adolescente, siendo un final bastante chocante y sorprendente para el espectador.

La razón por la que Tong rechaza a Mew es ambigua. Sunee acaba aceptando la homosexualidad de su hijo, pero éste no acaba como novio de Mew. La razón por la que no acaban saliendo como novios puede ser debido a la presión de la sociedad tailandesa que contemplaría la película; es decir, la película finaliza con el apoyo a la familia heterosexual, manteniendo, por tanto, los valores tradicionales de la sociedad tailandesa.

De hecho, con respecto a este final tan extraño, parece ser que en el año 2013 se solucionó la duda. En ese año, Mario Maurer y Witwisit Hiranyawongkul dieron un concierto conjunto. En él interpretaron la canción de Gun Lae Gun, la canción que canta Mew en la mitad de la película para declararle sus sentimientos a Tong, mientras aparecían imágenes de The Love of Siam en la pantalla que tenían detrás. Al acabar la canción, Mario le pregunta a Witwisit: “Mew, ¿aún echas de menos a Tong?”, a lo que Witwisit responde: “Déjame pensarlo un momento… Si Tong no me hubiese invitado, yo no me encontraría aquí” ,[7] lo que se podría interpretar como el final dulce que todo espectador se esperaba al final del filme pero que no llegó a ver.

Tras analizar la película en profundidad, uno se da cuenta de que, a pesar de la gran estrategia de marketing, la película es magistral. Es cierto que todo fueron estrategias para captar el público, pero su reconocimiento en los diferentes premios asiáticos e internacionales muestran que es una gran película.

Los nuevos directores de cine que surgieron con la llegada de Hollywood a Tailandia en los años noventa, los cuales venían, en su mayoría, del mundo de la publicidad, dieron un nuevo toque al cine tailandés, centrándose en los detalles más mínimos para transmitir mejor al espectador las emociones de los diferentes personajes. Esto puede ser algo realmente difícil de comprender por un espectador occidental, más acostumbrado a que la película lo de todo y le diga en qué momento debe de sentir. En cambio, este filme, igual que muchos otros del cine tailandés y, también, del cine asiático, no le dice al espectador cuándo ha de llorar o ha de reír, sino que son las propias emociones de los que contemplan la película las que deciden en qué momento aflorar, aunque sí es cierto que, mediante la banda sonora, se busca emocionar al espectador.

Este filme, junto con muchos otros del cine asiático, busca que la homosexualidad sea aceptada por la población, algo que se está consiguiendo poco a poco. Se trata de un buen medio por el cual hacer ver a la sociedad que esto es algo que forma parte de la naturaleza del ser humano. Esta película es un ejemplo de ello y del sufrimiento que puede acarrear el no sentirse aceptado por parte de la sociedad en la que uno vive.

Pero, dejando de lado este aspecto, el tema principal es el amor, pero el amor entre personas; se trata de una película que muestra los efectos del amor, algo que se ve tanto en la relación entre Mew y Tong, como en la que hay entre Sunee y Korn, entre Tong y Donut y entre Mew y Ying. Es una película que busca transmitir al espectador los valores del amor, independientemente del sexo; de ahí su larga duración, que permite al espectador sumergirse en la película y empatizar con los sentimientos que experimentan los distintos personajes.

Por lo tanto, no se trata de una gran película porque haya tenido un buen marketing, sino que su calidad deriva de lo que transmite y de la forma en que lo plantea. Es, por tanto, una reivindicación de los derechos homosexuales pero, también, una muestra del amor más puro que existe: el primer amor de dos adolescentes que no querían amar.

Para saber más:

Expósito Barea, Milagros, “From the Iron to the Lady: The Kahoey Phenomenon in Thai Cinema”, Sesión no numerada: Revista de letras y ficción audiovisual, nº 2. Sevilla, Universidad de Sevilla, 2012, pp. 190-202.

Lizada, Miguel Antonio, “The Love of Siam (Square): Constructing Queer Subjectivity Through the Everyday in The love of Siam”. Proceedings of 2009 International Conference on Social Science and Humanities. Singapur, Universidad de Singapur, 2009.

Srisriungskimakyl, Nuttaporn, “Behind the Scenes – The Love of Siam”. BK The Insider’s Guide to Bangkok. Bangkok, BK, 22 de noviembre de 2007.

Notas:

[1] Colectivo de Gays, Lebianas, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales y más.

[2] Saeng-Aaron, Vitaya, “Love in a hot climate”, Bangkok’s Independent Newspaper. 6 de diciembre de 2007.

[3] Rithdee, Kong, “Romancing the Square”, Bangkok Post. 16 de noviembre de 2007.

[4] Saeng-Aaron, Vitaya, “Love in a hot climate”, op. cit.

[5] Bao, Huai, “The Law of Attraction” in Interracial Homoerotic Desires”, Queer Mirror Essay, nº 1-2. 2012, p. 49.

[6] Saeng-Aaron, Vitaya. “Love in a hot climate”, , op. cit.

[7] Momento del concierto del año 2013 entre Mario y Witwisit [19/09/2016].

avatar Daniel Rodríguez (208 Posts)

Profesor de Geografía e Historia. Graduado en Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, con un Máster Universitario en Estudios en Asia Oriental cursado en la Universidad de Salamanca y otro Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional en la Universidad de Oviedo. Ha trabajado para el Museo Arqueológico de Asturias, la sala de exposiciones LAUDEO, la Universidad de Salamana, Satori Ediciones y la Academia Formación Sagan.


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