Revista Ecos de Asia

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This article was written on 03 Mar 2016, and is filled under Varia.

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Después de todo, el mundo es muy pequeño: representación cultural y discurso en las atracciones de Disneyland I

Artículo realizado conjuntamente con María Gutiérrez.

Con motivo de la celebración del Hinamatsuri[1] o Día de las Niñas -una de las celebraciones más coloridas de Japón- hemos querido dedicar una breve serie de artículos a una de las atracciones infantiles más populares de todos los tiempos:  It’s a Small World. Concebida por Disney como una de las atracciones principales de la World Fair  de Nueva York de 1964, se traspasó después a Disneyland, California, para ser replicada más tarde -con variaciones, como veremos- en el resto de parques de atracciones del emporio Disney. En estos artículos nos centraremos en la imagen que Disney proyectó, y todavía proyecta, sobre los pueblos de Asia-Pacífico a partir de esta atracción, un controvertido asunto que ya ha suscitado algunos estudios críticos.

A pesar de no estar directamente relacionada con ninguna de las películas de la factoría, es una de las atracciones más valoradas por el público. Esta consiste en un breve paseo en barca que, al ritmo de la pegadiza canción que da nombre a la atracción, recrea una pequeña vuelta al mundo en la que, a través de más de trescientos muñecos mecánicos que cantan y bailan, debidamente caracterizados, se nos muestran los diferentes pueblos y culturas del mundo, además de algunos de sus monumentos y elementos culturales más representativos. El propósito de la atracción es poner de relieve la paz y unidad internacional, subrayando el hecho de que realmente vivimos en un mundo que, después de todo, es más pequeño de lo que parece. A esta idea contribuye el hecho de que se utilicen muñecos realizados con el mismo molde para diferentes grupos étnicos, o que todos ellos canten el mismo tema, pero ¿elimina o enfatiza Disney mediante esta atracción la idea de las diferencias culturales? Para poder debatir sobre esto hace falta, en primer lugar, conocer el contexto en el que surgió y el proceso por el que finalmente se llevó a cabo la atracción.

El primer parque temático de la firma Disney abrió sus puertas en el año 1955, siendo una pequeña parte de lo que se puede visitar actualmente, ya que con el paso del tiempo abrió diversas secciones dedicadas a varios aspectos (parques acuáticos, Hollywood Studios…). Con posterioridad, se decidió ampliar este tipo de atracciones con el fin de crear una “sede” en los distintos continentes (Europa, América y Asia), lo que ha llevado a la situación actual.

ee9dfc0efe30e1c0916776cf2820d40aSin embargo, los orígenes de la atracción no están ligados a ningún parque Disney, sino a la World Fair de Nueva York de 1964. Como muchas otras, esta exposición universal tenía como objetivo la difusión de los avances científicos y Disney, que se ocupó de otras tres atracciones patrocinadas también por grandes compañías,[2] finalmente recibió el encargo de realizar una atracción para el pabellón de Pepsi, empresa que ya tenía planeada una atracción con una temática infantil y global, pues sus beneficios se destinarían a UNICEF.

Tenemos que tener en cuenta que esta atracción se concibió en un momento especialmente tenso para los Estados Unidos y las relaciones internacionales, justo después de la Crisis de los Misiles cubanos, en un momento en el que aumentaron drásticamente las hostilidades en Vietnam y en pleno Movimiento por los Derechos Civiles, por lo que una correcta ejecución de la mencionada temática era especialmente relevante. Finalmente, y tras mucho tiempo de debate, Pepsi se decidió a encargar el trabajo a Disney, tras la propuesta de la actriz Joan Crawford, viuda del anterior presidente de la compañía y que ya había trabajado con Walt Disney -interpretó a la Reina en las rotoscopias de Blancanieves-.

Disney y Mary Blair junto a una de las muñecas de la sección india.

Disney y Mary Blair junto a una de las muñecas de la sección india.

Así, siempre supervisados por el mismo Walt Disney, que se implicó profundamente en la producción y en el mensaje que la atracción debía transmitir, un grupo de creativos y técnicos se pusieron a trabajar a contrarreloj en los centenares de figuras que habrían de disponerse en la atracción. Al frente estaba Mary Blair, fructífera colaboradora de Disney desde la década de los 40, que se ocupó del diseño conceptual de la atracción. Conocida por sus diseños para películas como La Cenicienta (1950) o Alicia en el país de las maravillas (1951), sus primeras colaboraciones de renombre se dieron en Saludos Amigos (1942) y Los tres caballeros (1944),[3] dos películas de temática latinoamericana realizadas al auspicio de la Política de Buena Vecindad del presidente Roosevelt. En el contexto de su creación, Walt Disney llevó a sus más reputados dibujantes y animadores -entre los que se encontraba Mary Blair- a un viaje inspiracional por Sudamérica, en el que pudieran aprehender más directamente diferentes aspectos estéticos y culturales. En It’s a Small World, Mary Blair retomó muchos de los discursos conceptuales utilizados para estas películas, especialmente en lo que se refiere al diseño de personajes, mientras en el uso de la forma y del color modernizó su estilo, utilizando formas rotundas y grandes contrastes cromáticos, como puede apreciarse en el arte conceptual de la atracción.

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Diferentes diseños conceptuales de Mary Blair para la zona de Oceanía.

Diferentes diseños conceptuales de Mary Blair para la zona de Oceanía.

A cargo del diseño de personajes y vestuario estuvo la diseñadora Alice Davis, que se encontró no solo con la dificultad de tener que realizar unos ciento cincuenta trajes y fisionomías representativas de numerosas regiones del mundo, sino de hacer que estos fueran adecuados para el funcionamiento de los animatronics, una tecnología patentada por Disney poco tiempo antes[4] y que revolucionó la industria de la robótica. También colaboraría con ellas, Marc Davis, esposo de Alice y diseñador habitual de Disney.[5]

Blair y David ultimando uno de los vestidos húngaros.

Blair y David ultimando uno de los vestidos húngaros.

Fue igualmente novedoso el sistema de barcas, diseñado para la ocasión y patentado por Arrow Developement, que permitía el continuo funcionamiento de la atracción reduciendo el tiempo de espera, y que a partir de entonces ha sido utilizado como estándar en muchos parques de atracciones.

Del tema musical que da nombre a la atracción, It’s a Small World (After All), se encargaron los hermanos Sherman, compositores habituales de Disney en aquellos momentos y responsables de bandas sonoras de películas como Mary Poppins (1964) y El Libro de la Selva (1967), además de varias atracciones de Disney. En un primer momento, se pensó en que fueran los himnos de los diferentes países representados los que sonaran en la atracción, pero el resultado era agobiante y confuso, por lo que se pidió a los hermanos Sherman que compusieran un tema que fuera sencillo, atractivo y que pudiera repetirse encadenadamente. Tan exitoso fue el tema que llegó a cambiar el nombre que originalmente se pensaba darle a la atracción –Children of the World-. La canción elegida se repetía varias veces a lo largo de todo el recorrido y contaba apenas con dos estrofas, que en algunas partes de la atracción se cantaban en otros idiomas y que en determinadas secciones eran acompañadas con instrumentos propios de cada tradición cultural.

Finalmente, la atracción se inauguró con enorme éxito un 22 de abril de 1964, y en los dos semestres que duró en la World Fair, y a pesar de que la entrada tenía un costo extra de hasta 95 centavos sobre el precio de la entrada al recinto, It’s a Small World recibió diez millones de visitantes. Al año siguiente, la atracción se desmontó y, junto al resto de atracciones de Disney, se llevó a Disneyland, en Anaheim (California), donde volvería a convertirse en un elemento ineludible para los visitantes del parque. En una gran celebración que tuvo lugar en 1966, Walt Disney reunió a niños de dieciséis grupos étnicos para que vertieran frascos de agua de los siete mares y nueve lagos mayores en el canal de la atracción, reforzando así el marcado simbolismo  de la misma.

Walt Disney montado en su atracción el día de la inauguración en Disneyland

Walt Disney montado en su atracción el día de la inauguración en Disneyland

Más adelante,  la atracción se replicaría en otros parques Disney, introduciéndose variaciones en las diferentes versiones, además de las consecuentes renovaciones. Pero del recorrido y de las imágenes de Asia-Pacífico que se presentan en la atracción nos ocuparemos en el siguiente artículo.

Uno de los bocetos de Mary Blair para los bailarines del sudeste asiático.

Uno de los bocetos de Mary Blair para los bailarines del sudeste asiático.


Notas:

[1] Durante esta festividad, fechada el tercer día del tercer mes, se exhibe, sobre una plataforma escalonada, un conjunto de muñecas ordenadas jerárquicamente en representación de la corte imperial. Así, en la parte superior nos encontramos al emperador y la emperatriz, las damas de compañía de ella, un conjunto de cinco músicos, los ministros de la izquierda y de la derecha, y, por último, los criados de más baja condición. Estas muñecas cumplen una función didáctica a la par que inciden en la importancia de la tradición.

[2] A saber, Great Moments with Mr. Lincoln (Illinois), The Carousel of Progress (General Electric), y CircleVision 360 (Kodak).

[3] En estas películas, Mary Blair se ocupó de la concepción y ejecución de algunos segmentos concretos, como “El lago Titicaca” (Saludos Amigos) y “Las Posadas” (Los Tres Caballeros).

[4] Nos hemos referido con anterioridad a la atracción llamada Great Moments with Mr. Lincoln, donde se desarrollaron estas muñecas mecánicas danzantes y sonoras creadas para bailar intentando emular movimientos humanos. Aparecerían también en The Enchanted Tiki Room (1963), una atracción de ambientación polinesia en la que diferentes pájaros animatrónicos ofrecían un espectáculo musical.

[5] Entre las creaciones más célebres de Davis, destaca el diseño  y animación de gran parte de los personajes principales de películas como  Blancanieves y los Siete Enanitos (1937), Bambi (1942) Cenicienta (1950), Alicia en el país de las  maravillas (1951),  La Bella Durmiente (1959) y 101 Dálmatas (1961).

avatar Marisa Peiró Márquez (145 Posts)

Marisa Peiró Márquez (marisapeiro@ecosdeasia.com) es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. En esta misma universidad se licenció en Historia del Arte y realizó el Máster en Estudios Avanzados de Historia del Arte, así como el Diploma de Especialización en Estudios Japoneses. Se especializa en el Arte y la Cultura Audiovisual de la primera mitad del s. XX, y en las relaciones artísticas interculturales, especialmente entre Asia y América Latina (fue becaria del Gobierno de México), con especial interés en el Sudeste Asiático y en Oceanía.


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