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This article was written on 25 Oct 2016, and is filled under Cine y TV, Crítica.

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Crítica: “Behemot” (2015)

Behemot (בהמות) es el nombre que recibe un ser monstruoso mencionado en el Libro de Job. Su nombre también es sinónimo de desproporcionado, de exageradamente grande o fuerte. Y es precisamente por este significado por lo que el director chino Zhao Liang denomina así a su más reciente documental (2015): Behemoth -bēixī móshòu- (悲兮魔兽).

Y es que el monstruo legendario del Libro de Job que habitaba en las montañas, en la actualidad ha sido sustituido por algo más monstruoso y más mortífero: la intensiva explotación minera.

Zhao Liang (Liaoning, 1971 – ) es un experimentado director de documentales que ha dedicado su carrera a realizar cine independiente en el que a menudo plantea temas de fuerte connotación social e incluso, como es el caso de Behemoth, censurados en su país de origen, China.  Ejemplo de ello son el SIDA, las tensiones fronterizas Corea del Norte-China o la droga.

Cartel publictario de Behemoth. Fuente: 72 Festival Internacional de Cine de Venecia

Cartel publictario de Behemoth. Fuente: 72 Festival Internacional de Cine de Venecia

En este documental, nominado al León de Oro del 72 Festival Internacional de Cine de Venecia, el director nos acerca a las consecuencias de la actividad industrial minera. Y lo hace de una manera muy particular: sin palabras, sólo imágenes. De hecho, las únicas y escasas palabras de todo el documental son las del propio narrador, el cual comienza contando un sueño y lo que en él ve. Este sueño está compuesto por imágenes cotidianas no sólo del proceso de extracción de minerales sino también de los implicados en ello y de los resultados de todo este proceso.

Secuencia de rostros de mineros (imágenes extraídas del documental).

Secuencia de rostros de mineros (imágenes extraídas del documental).

Y son precisamente estos resultados los que más interesan ya que es dónde el sueño llega a su fin y como bien dice el narrador (magníficamente identificado en la figura de un ser humano, desnudo, en posición fetal representando metafóricamente a la Humanidad) se encuentra con una realidad; una feroz y cruda realidad porque Behemot, el monstruo que aparece en sus sueños, deja de ser imaginario y es real, es él mismo: la Humanidad misma. Increíblemente, el documental llega a esta conclusión con escasas palabras y muchas imágenes. Imágenes que no por ser cotidianas dejan de ser significativas, sino más bien todo lo contrario, son altamente significativas de la realidad que el sueño de ser poderoso y rico ha dejado no sólo en las cuencas mineras chinas (inmigración, pobreza, miseria, enfermedad, muerte, destrucción de suelos…) sino también en las soñadas ciudades (que no son más que ciudades fantasmas habitadas por nadie).

Imágenes sencillas[1] pero muy poderosas que provocan una estrecha conexión entre el sentido de la vista y el cerebro, haciendo que éste se concentre en la búsqueda de respuestas: ¿por qué ocurre esto? ¿por qué esos seres humanos son tratados así? ¿por qué no se usan esas ciudades? ¿por qué?

Imágenes muy significativas al mismo tiempo que de gran belleza ya que algunas de ellas conducen a profundizar en la actividad cotidiana de otros, pero también en su sufrimiento como las que muestran rostros cansados o a los enfermos de neumoconiosis.[2]

Se trata de un documental duro, no apto para todo espectador ya que el tema no es ni placentero ni fácil. Además, tampoco hace ni reír ni llorar sino pensar, porque durante todo el largometraje, el intelecto y la vista se conectan de tal manera que se fusionan y funcionan como un sólo órgano concentrado en una única actividad interior.

Es, sin duda, testimonio único de las disfunciones que la sociedad china, en constante mutación, sufre debido a su acelerado ritmo de cambio. Pero también, testimonio de cómo el ser humano, la Humanidad, es decir ese hombre desnudo en posición fetal que nos hace de narrador y que sueña, de repente se encuentra con una realidad, una temible realidad producida por su propio sueño de codicia. Y esto no ocurre sólo en China.

El narrador (imagen extraída del documental)

El narrador (imagen extraída del documental)


 Notas:

[1] Sencillas pero no simples ya que algunas de estas imágenes están técnicamente elaboradas de tal manera que llaman la atención del espectador. Ejemplo de ello es la superposición de planos en momentos de reflexión.

[2] La neumoconiosis es un conjunto de enfermedades pulmonares. Destaca dentro de este conjunto la silicosis la cual es considerada como enfermedad profesional y por lo tanto tiene que ser indemnizada como tal.

avatar María Alicia Lacal (16 Posts)

Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, Estudios del Asia Oriental y Humanidades. Actualmente realiza un Doctorado en Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid sobre la inmigración japonesa en Brasil.


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