Crítica: “Journey to the Shore” (2015)

Cartel promocional de Journey to the Shore (2015) de Kiyoshi Kurosawa, con Tadanobu Asano y Eri Fukatsu como principales protagonistas.

En Ecos de Asia hemos tratado en otras ocasiones temas relacionados con el mundo paranormal y fantasmagórico, tan característico de la cultura japonesa, y de cómo esta gran variedad de creencias, ahora en boga en Occidente, hunden sus raíces en la mitología budista y sintoísta propias del archipiélago nipón. En esta ocasión nos centraremos en la película del director Kiyoshi Kurosawa, en una realización que se aleja de sus anteriores producciones centradas en los géneros del J-horror (abreviación de Japanese Horror o terror japonés).

La historia nos presenta a Mizuki (interpretada por Eri Fukatsu), una profesora de piano encargada de impartir lecciones a una joven alumna. Mizuki será cuestionada por la madre de la niña, que le recriminará que la falta de progreso de la menor se debe a la elección de melodías demasiado tristes por parte de la profesora. Con posterioridad se nos mostrará a una triste y distante Mizuki en el desarrollo de su rutina diaria, comportamiento causado por circunstancias que más tarde entenderemos. Mientras se encuentra realizando una serie de dulces tradicionales, Mizuki recibirá la visita del fantasma de su marido Yusuke (Tadanobu Asano) y ella, lejos de mostrar miedo o sobresalto, le recriminará que lleve puestos los zapatos en el interior de la vivienda. Yusuke, el cuál llevaba tres años desaparecido, le informará de que se ahogó en el mar de la costa norte de Japón y, tras mantener una breve conversación, Mizuki se levantará a la mañana siguiente con la sensación de que todo ha sido un sueño, con la salvedad de que el fantasma de su marido todavía se encuentra a su lado.

Mizuki (Eri Fukatsu) interpreta a una talentosa profesora de piano, sumida en una depresión tras la desaparición de su marido.

Con la promesa de que le va a mostrar una serie de bellos lugares, Mizuki acompañará a su marido a lo largo de un viaje por el mundo rural japonés, mientras irán visitando a ciertas personas que, como él, no han abandonado este mundo tras su muerte desde que Yusuke las vio por última vez. La primera será un veterano vendedor de periódicos (Masao Komatsu), tan enfrascado en su trabajo que todavía no es consciente de su paso a la otra vida. En su segunda visita se hospedarán con una pareja (Nozomi Muraoka y Tetsuya Chiba) que regenta un modesto restaurante y cuya hija falleció pocos años antes. En su último destino, Mizuki y Yusuke se alojarán con un anciano granjero (Akira Emoto), que vive junto a su nuera (Kaoru Okunuki), la cual tras enviudar se encuentra sumida en una grave depresión.

Una noche Mizuki recibirá la visita del fantasma de su marido Yusuke (Tadanobu Asano), quién le invitará a realizar junto a él un último viaje.

En cada una de las paradas de este último viaje, la pareja protagonista desempeñará distintas labores relacionadas con los trabajos de sus anfitriones, de las que por su emotividad señalaremos el último destino rural, en el que Yusuke desempeña las labores de maestro, dedicándose a impartir una serie de lecciones a la totalidad de la comunidad, contando con el aprecio y admiración tanto de jóvenes como ancianos. La labor desempeñada por la pareja ayudará a que los fantasmas de los otros fallecidos puedan finalmente abandonar este mundo al resolver toda una serie de asuntos y ataduras que mantienen todavía pendientes con ellos mismos o sus familiares. Conforme se vaya desarrollando el viaje veremos la evolución en la relación de la pareja protagonista y cómo se van estrechando los lazos entre ellos en un contexto como el japonés, en el que la exteriorización de los sentimientos, incluso entre marido y mujer puede resultar extraña y chocante al espectador occidental. Cuando el viaje de ambos se encuentra próximo a su conclusión, el esposo y su viuda renovarán su unión y seremos testigos finalmente del paso de Yusuke a la otra orilla, todo aderezado con referencias a las creencias y religiones de Japón, como los lugares naturales vinculados al Sintoísmo o una serie de ritos budistas.

Mizuki y Yusuke visitarán toda una serie de localidades del mundo rural japonés en el que ayudarán a los fantasmas de diversos fallecidos a emprender su paso a la otra vida.

La película, basada en el libro de Kazumi Yumoto, una autora famosa por sus obras destinadas a un público adolescente, se nos presenta como un drama en el que existen paralelismos con distintas realizaciones occidentales, pero que supone una perfecta excusa para todos los amantes del cine oriental que deseen imbuirse de una historia, en ocasiones un tanto edulcorada, en la que se nos presenta un sencillo relato imbuido de las profundas connotaciones y creencias de la tradición japonesa.

Para saber más:

• Tráiler en Youtube
• Ficha en Filmaffinity

David Lacasta (76 Posts)

Soy Licenciado en Historia del Arte y actualmente estoy cursando el máster en estudios avanzados, en la modalidad de Asia Oriental. Estoy trabajando en la cerámica Satsuma, y el fenómeno de su coleccionismo en occidente.También me interesa mucho todo lo relacionado con las armas y armaduras de los samurai, así como la historia militar de Japón.