Revista Ecos de Asia

El “sijo” coreano. La historia de un género literario

Situada al este asiático, junto con China y Japón, Corea es una de las tres culturas más importantes de Asia Oriental. A lo largo de su historia ha padecido desde las invasiones mongolas del periodo de Koryo, las manchúes en el reino de Joseon y la colonización japonesa. Pese a ello, Corea ha conseguido preservar su sentimiento de identidad étnica, pertenencia y nacionalismo. Sus aportaciones artísticas y literarias a la cultura han sido extraordinarias. Sus eruditos han aportado reformas sustanciales en el budismo, el confucianismo, etc.

En este sentido, los coreanos poseen una tradición literaria de larga data. Hoy, sin embargo, subsisten sólo unos pocos de los escritos históricos concernientes a su antigua poesía. En la historia de Corea, y después de la desaparición de los reinos de Koguryo, Baekje, Shilla y Gaya, para el año 668 d.C. se consiguió la unificación de la península con la ayuda de la dinastía Tang (618-907 d.C.) de China, a partir de este momento, el ahora Reino de Shilla Unificado (668-935 d.C.) protagonizó una de las etapas más brillantes de la historia de Corea, conocida como la Edad de Oro del Arte Coreano. Una de sus expresiones artísticas más prolíferas fue la literatura que es el arte de la expresión de los sentimientos a través de la palabra.

Imagen de un libro escrito en hangul (vocabulario coreano) y hyangga (caracteres chinos).

Es importante mencionar que “la cultura china ha significado [para Corea] la matriz fundacional de la lengua, religión modelos literarios, arte y cultura en general”.[1] Además, quisiéramos añadir que para Ricardo Sumalavia[2] antes de hablar de la literatura coreana, y de la poesía de manera específica, debemos tomar en cuenta la tradición oral y escrita de Corea puesto que:

La tradición literaria coreana ha sido fundamentalmente oral. Incluso, aún en estos días, conviven tanto esta forma de expresión como la escrita, influyéndose mutuamente. Su literatura escrita se inició entre los siglos IV y V d.C. con el uso de los caracteres chinos y luego, valiéndose de esta caligrafía en amplitud, consiguió desarrollar una escritura llamada hyangchal, modo de expresión de la lengua coreana usando los caracteres simplificados del chino.[3]

Las formas poéticas características de esa época fueron el hyangga (canciones nativas) y el pyolgok (canciones especiales). Después de Shilla le seguirían el reino de Koryo (935-1392) durante este periodo encontramos las “canciones de Koryo se transmitían de forma oral y a finales de esa época surgió un nuevo estilo literario: el sijo,[4] que es un breve poema organizado en dos partes, (en la primera inicia con un sentimiento al que se le da seguimiento y el final es lo contrario del primer sentimiento planteado pero lo  complementa)[5] y fue creado por una nueva clase social:

Letrados, paralelos a los aristócratas tradicionales (que) crearon un círculo de élite. La formación académica de estos letrados se llevó a cabo en el aprendizaje cabal de las doctrinas de Confucio. Empezaron a soñar con fundar un reino basado en la ideología confuciana y terminaron por destronar al reino de Koryo. Los nuevos nobles poseían un alto nivel de conocimientos sobre las obras literarias de los escritores más importantes de la historia, por tanto, no era de extrañar que ellos forjaran un género literario a su altura.[6]

De la misma manera y para ser más específicos en cuanto al nacimiento del sijo como género literario:

Encontramos un dato interesante e importante que nos ayuda a entender su base poética: el shijo se generó en los tiempos del cambio social. Más exactamente, el shijo surgió en la época de desorden y de crisis en que la sociedad aristocrática y budista de la dinastía Koryo entró en pleno ocaso, tanto por las invasiones exteriores de los mongoles como por las corrupciones interiores de las familias aristocráticas y de los monjes budistas.[7]

Pintura del periodo del reino de Joseon que representa a un poeta y músico.

Este género era interpretado sobre todo por las ginsaeg que eran unas mujeres educadas en el arte, la historia, la música, la danza y la literatura para entretener a los hombres de las clases nobles[8] y, “ya que ellas eran las encargadas de cantar los sijos, la temática que interpretaban eran el amor, el dolor y la tristeza de las despedidas o la melancolía.”[9] Con la introducción del hangul,[10] el sijo pudo expresarse de manera más libre y sencilla por lo que los temas fueron aumentando como la naturaleza y la vida contemplativa.

Un ejemplo de sijo en hangul es:

Parto en dos la larga noche de luna de invierno,

Plegada la guardo bajo la cobija del viento de primavera.

En la noche, cuando venga mi amor, la desplegaré[11]

En Koryo este tipo de poesía reflejaba la realidad social y el ámbito filosófico de la época, pero, a partir del reino de Joseon (1392-1910), adquirió un carácter didáctico. Durante esta etapa encontramos a grandes poetas del estilo sijo como: Jeong Cheol (1536 ~ 1593), Yun Seondo (1587 ~ 1671), Lee Hwang (1501-1570), y Hwang Jin-yi (1506.1565).[12] Durante el periodo del reino de Joseon dicha forma poética reunió alrededor de dos mil poemas.

Imagen de los poetas arriba mencionados.

Sin embargo, desde finales del siglo XIX Japón obligó a Joseon a abrir sus puertos con el tratado de Kanghwa (1784) y, poco a poco, el imperio nipón fue apoderándose de la península.[13] Entre 1905 y 1910 se estableció el protectorado y después de la caída del clan Yi de Joseon le siguió la dominación colonial japonesa (1910-1945). Además, los japoneses impusieron también su cultura, su literatura y, el sijo no quedó exento del intento nipón por desarticular la identidad coreana.

De esta manera la literatura coreana quedó casi en el olvido durante treinta y cinco años de dominación y su acervo literario permaneció casi invisible, la poesía quedó relegada para dar paso al idioma y escritura japoneses. Pese a ello, el sijo consiguió resurgir gracias a que se mantuvo en la memoria colectiva y en la actualidad sigue siendo uno de los géneros literarios clásicos más importantes de Corea.

Para saber más:

  • Bahk, J. W. Poesía Zen: antología crítica de poesía zen de China, Corea y Japón, Madrid, España, Verbum, 2001.
  • McCann, D. R. “The estructure of the korean sijo”, en Harvard Journal of Asiatic Studies, nº 36, 1976, pp-114-134.
  • Kim, Ki-chung, An Introduction to Classical Korean Literature: From Hyangga to Píansori, Nueva York, M.E. Sharpe, 1996.

 

Notas:

[1] Serrano, Pío E., Breve historia de la literatura Coreana, Madrid, España, Editorial Verbum, p. 13, 2018.

[2] El doctor Ricardo Sumalavia estudió literatura en la Universidad Católica del Perú, la maestría en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y el doctorado en la Universidad Michel Montaigne, en Burdeos. Entre sus obras importantes encontramos:  “Mientras huya el cuerpo” (2012) y “Que la tierra te sea leve” (2008), y de los libros de cuentos “Enciclopedia mínima” (2004), “Retratos familiares” (2001) y “Habitaciones” (1993).

[3] Sumalavia Ricardo, “Expresión de la poesía clásica coreana” disponible aquí.

[4] “sicho, siyo, shijo son distintas transcripciones de la misma denominación. La palabra sijo viene a significar también “canción estacional” lo que entraña la alusión a elementos cambiantes de la naturaleza en cada época del año” Prieto, José M., Prieto, “El sijo coreano: un formato poético de siglos”, en Ojeda Alfonso e Hidalgo Álvaro Alfonso, Corea, imagen y realidad, Madrid, Centro Español de Investigaciones Coreanas y Entorno Gráfico Ediciones, 2011, p.1.

[5] Prieto, Ibidem, p.8.

[6] Kim, Hye Jeonung, “Introducción al género lírico coreano Sicho (시조)”, en Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, 18, 2012, pp. 270 y 271.

[7] Hwang, Tae jun, “La poesía clásica coreana shijo: la gran armonia (sic) entre hombre y naturaleza”, Estudios de Asia y África, vol. XXXVI, nº 1, México, El Colegio de México, A.C. enero-abril, 2001, pp. 33-52.

[8] “Las mujeres que entretenían a los barones (sic) aristócratas aprendían como base de su arte para seducir a los hombres diferentes habilidades artísticas como el canto, el baile, la pintura, la práctica de la caligrafía. Sobre todo, se apreciaba mucho la capacidad de componer los versos para comunicarse con sus clientes. Por tanto, la mayor parte de los versos escritos por mujeres, conocidos y transmitidos hasta la actualidad, son obras de esas mujeres llamadas guiseng, cuya imagen se equipara a la de las geisha japonesas.” Ibidem p. 272.

[9] Op.cit. p. 2

[10] El Chosongul o Hangul es el sistema de escritura de Corea. Fue creado por el Rey Sejong y la llamada “Academia de Notables” en 1443 y promulgado en 1446 en el tratado Hunminjeongeum. La creación de dicho sistema fue debido al alto nivel de analfabetismo entre la población, y la gente que podía leer y escribir utilizaba los caracteres chinos.

[11] Hwang, Tae-jin- Filinich, María Isabel, (eds.) Aroma del Este: Antología de la poesía clásica coreana sijo, México, El Colegio de México, 2005, p. 44.

[12] Jin Yi fue la gisaeng y poetisa más famosa del reino de Joseon durante el reinado del rey Jungjong (1506-1544).

[13] A partir de ese momento Corea abrió sus puertas a Estados Unidos (1882), Gran Bretaña (1883), Alemania (1883), Italia (1884), Francia (1886), Austria (1892), Bélgica (1901) y Dinamarca (1902).

avatar Andrea Elena Ríos (21 Posts)

Licenciada en historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha escrito varios artículos para la revista Debates por la Historia de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), México y la publicación de su tesis por el Centro de Documentacion de los Movimientos Armados (CeDeMa) en Valencia, España. Forma parte del seminario de Historia de Corea en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Su línea de investigación gira en torno a los movimientos sociales en Corea durante la ocupación japonesa (1910-1945).


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