Revista Ecos de Asia

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This article was written on 18 May 2016, and is filled under Historia y Pensamiento.

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En busca de Urduja, legendaria princesa guerrera de Filipinas

Bajo el nombre de Urduja es conocida una famosa y legendaria princesa guerrera de las Filipinas prehispánicas, cuya historicidad es todavía reconocida por muchos libros de texto oficiales y por muchos locales de Pangasinan, región de la isla de Luzón de la que habría sido oriunda. La princesa guerrera de Tawalisi, reino descrito por el viajero musulmán Ibn Battuta, habría vivido hacia la mitad del siglo XIV y ha sido descrita como culta, amable y entrenada y aguerrida guerrera.

Aunque su figura no resultó creíble para historiadores serios como Sir Henry Yule[1] y William Henry Scott,[2] existen dos registros históricos principales y verosímiles –con los peros que veremos a continuación- que nos hablan de la mencionada Urduja: la crónica de Ibn Battuta, quien la habría conocido hacia 1345, y los registros chinos, que describen el reino de Fengjiaxilan (Pangasinan), del cual habría sido soberana.

La princesa Urduja, representada por Fernando Amorsolo.

La princesa Urduja, representada por Fernando Amorsolo.

Antes de detenernos en los datos a favor y en contra de la descripción de Ibn Battuta, cabría mencionar que Fengjiaxilan habría sido un estado soberano de parte de la isla de Luzón,[3] pero tributario de China a partir de que su rey Kamayin enviase tributos a China en 1406, situación que mantuvo hasta la conquista española. En este periodo fue un importante centro de intercambio comercial, comerciando con la China Ming, el shogunato japonés, el reino de Ryukyu y, muy posiblemente, con imperios del sudeste asiático como Srivijaya[4] y Majapahit.[5]

Mapa aproximado de los diferentes estados de la Filipinas precolonial.

Mapa aproximado de los diferentes estados de la Filipinas precolonial.

La referencia histórica explícita relativa a Urduja proviene, no obstante, de la célebre Rihla del tangerino Ibn Battuta (1304 – 1368/ 1377), quien en torno a 1345 habría conocido a la princesa en una fase de su viaje entre Sumatra y China, en la tierra de Tawalisi. Existen muchas dudas sobre la veracidad de esta parte del relato, ya que el único dato fiable es que tardó diecisiete días en llegar desde Tawalisi a la costa china. A partir tanto de su descripción como de diferentes cálculos -realizados por personajes de prestigio como José Rizal[6] y Austin Craig-,[7] se ha ubicado Tawalisi en la actual provincia de Pangasinan, pero otros autores han señalado como ubicación Bengala, Vietnam, Camboya, Java y Célebes, entre otros muchos lugares.

De la comarca, país o reino -con estas denominaciónes aparece en el mismo texto- de Tawalisi, Ibn Battuta nos dice que es muy grande, y que sus habitantes, idólatras, tienen bellas figuras, que son de tez cobriza y que se parecen claramente a los turcos. Señala también que su rey iguala al de China -dato que retomaremos más adelante- y que posee una poderosa flota de juncos con los que le hace la guerra, “hasta que este le pide la paz, acordando algunas ventajas”. Ibn Battuta y su gente recalan en uno de sus puertos, en “la villa de Kailukary, una de las más bellas y más grandes de entre sus ciudades”, en el que gobierna la hija del rey, llamada Urduja.[8]

Urduja según Fernando Amorsolo

Urduja según Fernando Amorsolo

Ésta les invita a un banquete de recepción, e Ibn Battuta queda muy sorprendido de lo que ve: la princesa aparece en un trono de aparato realizado en madera de sándalo con incrustaciones de oro y cubierto por unas cortinas de seda, rodeada de un consejo de mujeres mayores sentadas en sitiales de sándalo. Toda la sala estaba profusamente decorada en madera y oro.

Después, Urduja se dirigió a Ibn Battuta en lengua turca y le escribió el nombre de Dios en árabe, para después preguntarle de dónde era y de dónde venía. Al decirle qué venía de la India, ésta le respondió que estaba muy interesada en hacer la guerra con la India (a la que llama, el país de la pimienta), debido a la abundancia de sus riquezas y de sus ejércitos. Después, hizo entrega al viajero y emisario de numerosas mercancías útiles para seguir su viaje: ropas, el equivalente a dos elefantes en arroz, dos búfalas, diez ovejas, cuatro libras de sirope y cuatro grandes jarrones de porcelana, llenos de jenjibre, pimienta, limón y mango.

Pero sin duda, lo más interesante es cuando Ibn Battuta se refiere al caracter guerrero de Urduja y las mujeres de su pueblo. En primer lugar nos dice que las mujeres de ese reino montan a caballo, disparan muy bien las flechas y las jabalinas, y combaten como los hombres, para más adelante relatar lo que el capitán del barco le cuenta sobre la princesa:

El capitán del barco me contó que Urduja tiene en su ejército a mujeres libres, esclavas y cautivas, que combaten como los hombres; que ella sale con ejércitos, compuestos de hombres y de mujeres, y que invade las tierras de los enemigos, que asiste a los combates, y que lucha contra los valientes.También me dijo que una vez tuvo lugar una persistente batalla tuvo lugar entre esta princesa y uno de sus enemigos; que un gran número de soldados de Urduja fueron muertos, y que todos sus ejércitos estaban a punto de emprender la huida; que entonces la princesa se puso en marcha, que atravesó las filas de guerreros, hasta que llegó al rey contra el que combatía; que lo atravesó con un golpe mortal, que él murió, y que sus tropas huyeron; que Urduja volvió con la cabeza de sus enemigo en una pica, y que los padres de este sacaron, o recompraron a Urduja esta cabeza, por medio de ricos tesoros. (…) Los hijos de reyes piden casarse con Urduja, pero ella responde que no se casaría mas que con el que luche con ella y la venza, pero ellos evitan luchar con ella porque les daría vergüenza si perdieran.”

Como puede verse, la descripción de Ibn Battuta es tan detallada como ambigua, y no responde a la perfección a ningún hecho plenamente documentado. Entre los elementos a favor de la ubicación de Tawalisi en el centro-norte de Luzón se encuentran los cálculos de los diecisiete días de viaje a China (difícilmente podría tratarse de reinos más lejanos), el conjunto de regalos entregados por la princesa (que son productos abundantes en Pangasinan) y, sobre todo, la presencia y supervivencia de una leyenda similar entre el pueblo ibaloi -nativo de la vecina provincia de Benguet-.

Pero también existen muchos argumentos en contra. En primer lugar, Ibn Battuta nos dice que Urduja habla la lengua turca y que menciona el nombre de Dios bajo la denominación turca (“tangry”), algo que ha sido descrito por los historiadores como signo inequívoco de que Talwalisi se encontraba en la india, en donde sí había más relación con muchos pueblos túrquicos; no obstante, no debemos olvidar que similar denominación era utilizada por los mongoles, quienes en aquellos momentos controlaban China bajo la dinastía Yuan. Y, aunque la terminología y la administración se sinificaron sobremanera bajo el gobierno del Kublai Khan, si Panganisan/Talwalisi hubiera sido el huangdom (reino) sinificado del que hablan algunas crónicas, esta denominación sería tan factible en India como en Filipinas. Así, hay muchas fuentes que abogan por un reino más cercano a la India, donde también son abundantes los presentes que Urduja entrega al viajero musulmán.

"Sultana Urduja", adaptación cinematográfica filipina de 1942.

“Sultana Urduja”, adaptación cinematográfica filipina de 1942.

La reina Tribuwana, representada como la diosa Parvati. s. XIV.

La reina Tribuwana, representada como la diosa Parvati. s. XIV.

Otra teoría, más popular en los últimos años, sostiene que Tawalisi es una pronunciación china de “Jawa rsi”, es decir, el reino de Java, y que el nombre de Urduja (escrito en árabe en el original) debería en realidad transcribirse como Wahre Daja. La homónima Bhre Daha es una legendaria regente de Java, que habría gobernado junto a su hermana gemela (esta sí, histórica y gobernando en el momento de la visita de Ibn Battuta) Tribhuwana,[9] segunda monarca del imperio Majapahit. Unas décadas antes, el ejército del Kublai Khan había intentado, sin éxito, la conquista de Java por lo que no es del todo improbable que en la corte Majapahit se hablase alguna lengua túrquica. Además, los Majapahit, que bajo Tribhuwana vivieron uno de sus momentos de mayores conquistas, fueron enemigos históricos del Imperio Chino, lo que explicaría tanto la supuesta igualdad al soberano chino como el deseo de hacer la guerra tanto con China como con la India. Asimismo, la opulencia de la corte descrita por Ibn Battuta concuerda bastante bien con lo conocido sobre la corte javanesa -esta sí, mucho más esplendorosa en los siglos siguientes-, mucho más que con lo que hasta el momento se conoce sobre el norte de las Filipinas.

Extensión máxima del Imperio Majapahit

Extensión máxima del Imperio Majapahit

Fuera como fuera, el caso es que la figura de Urduja ha pervivido en la iconografía y la historiografía filipinas a través de los siglos, pero especialmente durante su época independiente, en la que ha sido utilizada como icono nacionalista y/o feminista. Resulta más que interesante la manera en la que una mujer fuerte y guerrera, real o no, se presenta como heroína y representante del pueblo frente al invasor en lo que es, y ha sido, una sociedad eminentemente patriarcal, tal y como se ha destacado en otras heroínas nacionales (ficticias y no) de la talla de Boudica, Hua Mulán o las hermanas Trung. Aunque todavía queda muchos por conocer sobre los antiguos matriarcados en el sudeste asiático -que existen todavía entre algunos pueblos de la macroregión, como los minangkabau-, lo cierto es que la Historia de Filipinas está plagada de mujeres fuertes (como Urduja, Gabriela Silang[10] o Corazón Aquino).[11] Esperemos que los violentos vientos de cambio que soplan sobre la región no acaben por apagar esta centenaria llama.[12]

Gabriela Silang liberó una  rebelión colonial, jolo en mano.

Gabriela Silang liberó una rebelión colonial en Ilocos, jolo en mano.


Notas:

[1] Sir Henry Yule (1820 – 1889) fue un ingeniero, militar y orientalista escocés que pasó buena parte de su vida en la India y Birmania. Escribió varios libros de viajes y entradas de la Encyclopaedia británica, pero es más conocido por su glosario de términos anglo-indios (el Hobson-Jobson) y por haber traducido al inglés la obra de Marco Polo y de Jordanus Catalani. En 1915, realizó la primera compilación seria de relatos medievales sobre china en 1915, y contribuyó en libros sobre Mongolia y Asia central.

[2] William Henry Scott (1921 – 1993) fue un historiador y misionero estadounidense que dedicó buena parte de su vida al estudio de los pueblos de la Gran Cordillera Central de Luzón (como los igorrotes o los ibaloi) y a la Filipinas prehispánica. Además de sus libros sobre mencionada temática, destaca sus estudios sobre la resistencia popular a la dominación española y americana.

[3] Con su capital en Binalatongan, dominó las actuales provincias de Zambales, La Union, Tarlac, Benguet, Nueva Ecija y Nueva Vizcaya.

[4] Srivijaya, ubicada en Sumatra, fue una de las más importantes ciudades-estado del sudeste asiático, que estableció la más importante red cultural y comercial talasocrática de Malasia y la Insulindia hasta el apogeo de las dinastías javanesas y de Singapur en el siglo XIV. Activa y en expansión desde mediados del siglo VII, alcanzó su máximo esplendor en el siglo VIII, cuando extendió sus dominios y puestos comerciales aliados a lo largo de toda Sumatra, la península malaya y el oeste de Java, logrando importantes victorias contra los Dvaravatis, Jemeres y Champas.

[5] El Imperio Majapahit (1293-1527) fue un estado indianizado e hindobudista gobernado por la dinastía rajasa de Java, que a lo largo de finales de la Edad Media logró dominar buena parte de la actual Indonesia y de otros países del sudeste asiático. Con su capital en Majapahit (actual Trowulan), tuvo su núcleo en la isla y el mar de Java, sometiendo dominios en la península malaya, Sumatra, Kalimantán, Célebes, Timor, las Molucas, las Flores, y parte de Filipinas y Nueva Guinea. Tras la invasión por el Sultanato de Demak y la expansión del Islam en Java, muchos miembros de su corte huyeron hacia los reinos hinduístas de la cercana isla de Bali, llevando consigo sus artistas, músicos y literatos. En Bali, la influencia de la cultura Majapahit perdura todavía en las artes plásticas y escénicas.

[6] El médico y escritor Jose Rizal (1861-1896) es considerado como uno de los héroes nacionales de Filipinas, por su importante papel en la reivindicación de derechos para los habitantes de la entonces colonia española. Sus tremendamente influyentes obras literarias, como Noli me tangere y El filibusterismo, arengaron los sentimientos independentistas de la sociedad secreta Katipunan, cuya revolución armada acabaría poniendo fin a los siglos de dominio español en el archipiélago.

[7] El estadounidense Austin C. Craig (1872 – 1949) fue uno de los primeros historiadores profesionales de Filipinas. El primero y más famoso de los biógrafos de José Rizal, fue también el primer catedrático de Historia de la Universidad de las Filipinas. En su libro The Particulars of the Philippines Pre-Spanish Past (1916), razona su creencia en ubicar Tawalisi en la región de Pangasinan. El mismo está disponible aquí.

[8] Ibn Battuta, Muhammad b. Abd Àllah.,Voyages d’Ibn Batoutah : texte arabe, accompagné d’une traduction, París, Société Asiatique & Imprimerie Nationale, 1949. v. II, pp. 248-254. A partir de aquí, todas las referencias a Ibn Battuta provienen del mismo pasaje.

[9] Tribhuwana Wijayatunggadewi, también conocida como Dyah Gitarja, fue una reina javanesa que gobernó el creciente Imperio Majapahit entre 1328 y 1350. Su reinado es famoso por haber comenzado la expansión de los dominios Majapahit; en 1343 conquistó los varios reinos de la vecina isla de Bali, y los importantes y ricos reinos de Sriviyaja y Melayu en Sumatra. Durante el reinado de su hijo se expandirían sus dominios hasta las actuales Aceh y Papúa.

[10] Gabriela Silang (1731 – 1763) fue una revolucionaria filipina que se lideró el movimiento insurgente ilocano en contra de los españoles.

[11] Corazón Aquino (1933 – 2009) fue la primera mujer presidenta de Filipinas (1986-1992) y una de las primeras jefas de estado elegidas democráticamente del mundo. Núcleo de la oposición al gobierno autocrático Ferdinand Marcos, la Revolución del Poder Popular y las reformas acaecidas durante su gobierno devolvieron la democracia a la nación tras más de veinte años de dictadura.

[12] El implacable alcalde de Davao, Rodrigo Duterte, salió elegido Presidente de Filipinas en las votaciones del pasado 9 de mayo. Aunque no tomará posesión del cargo hasta el 30 de junio de este año, es un personaje muy conocido y sobre su persona circulan alegaciones sobre machismo, violaciones de derechos humanos e incluso asesinatos.

avatar Marisa Peiró Márquez (145 Posts)

Marisa Peiró Márquez (marisapeiro@ecosdeasia.com) es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. En esta misma universidad se licenció en Historia del Arte y realizó el Máster en Estudios Avanzados de Historia del Arte, así como el Diploma de Especialización en Estudios Japoneses. Se especializa en el Arte y la Cultura Audiovisual de la primera mitad del s. XX, y en las relaciones artísticas interculturales, especialmente entre Asia y América Latina (fue becaria del Gobierno de México), con especial interés en el Sudeste Asiático y en Oceanía.


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