Revista Ecos de Asia

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This article was written on 24 Feb 2014, and is filled under Historia y Pensamiento.

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Evidencias del inicio de la adivinación en las islas japonesas.

Desde el Paleolítico hasta el final del periodo Jômon (s. IV a.C.), en el archipiélago japonés había predominado un entendimiento del mundo donde la naturaleza era el eje principal de todas las prácticas rituales y ceremoniales. Las gentes del Jômon, dependientes de la caza y la recolección (es decir, de los recursos alimenticios que la naturaleza proporcionaba), tenían un concepto animista de lo que les rodeaba. El respeto hacia el medio natural era fundamental, ya que si no su supervivencia estaría comprometida ante la destrucción de sus principales fuentes de alimento. Sin embargo, todo cambia cuando en el siglo IV a.C. son introducidos desde la península coreana nuevos elementos, como la agricultura, la metalurgia o una nueva ideología, que afecta tanto a las prácticas rituales como al desarrollo de una compleja estratificación social, que son los que conforman los principales elementos de la nueva cultura Yayoi.

La agricultura que llega a las islas conlleva la aparición de una serie de ideas y procesos, como una mayor conciencia del paso del tiempo y de las estaciones, el desarrollo de herramientas para las cosechas (su recogida, el trillado o el aventado) el cambio en la iconografía y en las estructuras arquitectónicas de los asentamientos y, por supuesto, en los ceremoniales y la ritualidad. Los objetos, como las campanas de bronce o las espadas, van abandonando su carácter funcional para convertirse en objetos sin más utilidad que la de servir como elementos ceremoniales cargados de simbolismo y concebidos, ahora, para intentar proporcionar el mayor éxito a las cosechas.

Ilustración del modo de vida agrícola en el Yayoi.

Ilustración del modo de vida agrícola en el Yayoi.

De este modo, como parte de la nueva ritualidad, también aparecen novedosos elementos que no tienen precedentes en las islas japonesas y que son prácticas importadas desde el continente. Una de ellas es la adivinación, que se desarrolla por medio de huesos oraculares cuyo objetivo es el de crear una vía de diálogo con lo sobrenatural, a través de preguntas para, al fin, determinar acciones del futuro.

Tanto en las islas japonesas, como en China y los reinos coreanos, parece que el procedimiento adivinatorio se compone de los mismos elementos. Los huesos, una vez sometidos a un proceso de preparado consistente en un pulido o raspado, eran expuestos a un foco de calor intenso (por ejemplo, un fuego), cuya temperatura hacía que éstos se fracturaran. En la superficie pulida de estos huesos aparecerían fisuras con formas extrañas a causa del calor, que eran los principales elementos susceptibles de ser interpretados, y los protagonistas del proceso adivinatorio. Los huesos más usados para estas prácticas parece que fueron la escápula y la costilla, especialmente de animales como el ciervo (cervus nippon), el jabalí salvaje (sus scrofa), el cerdo (sus scrofa domestica), el delfín (delphinidae), así como otros huesos no identificados. La tortuga no aparecerá hasta mucho después, ya en el siguiente periodo (el periodo Kofun).

En las excavaciones de más de veinticinco yacimientos del periodo Yayoi, han ido apareciendo huesos de estos tipos en grandes cantidades, aunque no puede asegurare que su origen esté en las islas o en el continente, pues en China ya se venía usando una industria ósea específica para la adivinación (en hueso de hipopótamo o tortuga),tal como nos dicen las fuentes (como el Wei Zhi). Los huesos oraculares no están presentes en los contextos arqueológicos del periodo Jômon, lo cual reafirma la hipótesis de que habrían sido introducidos desde la península coreana, donde sí hay yacimientos con huesos de este tipo (como Hogok), junto con otros yacimientos donde están presentes objetos de cultura material con iconografía y simbología realizados en bronce y hueso, relacionados con el ciclo agrícola. En el archipiélago, la mayoría de estos oráculos proceden de yacimientos de costa, principalmente debido a la composición de los suelos que ofrece mejores condiciones de preservación, aunque también hay hallazgos al interior, que evidencian que la adivinación no era solo practicada en los ambientes costeros. De este modo, las zonas que posiblemente vieron la génesis de esta práctica en las islas japonesas fueron la región de Koura (Shimane) o la región de Karako (Nara).

La adivinación, así pues, no es más que otro elemento de las nuevas formas de vida que son introducidas en las islas desde la península coreana en el siglo IV a.C. Estas nuevas prácticas comprometen la supervivencia de lo animista, ya que son la consecuencia de un nuevo concepto del mundo, que permite la explotación intensiva de la naturaleza (y su destrucción), necesaria para poder mantener estas nuevas formas de vida basadas en lo agrícola, la metalurgia y la estratificación social, y que conllevan la creación de grandes asentamientos y campos de cultivo que ya van marcando un paisaje que deja de ser “natural” para ser “humano”. La adopción de la adivinación, en este sentido, nos habla de que el ser humano empieza a entender que depende de él mismo mucho más que de la naturaleza, y que su relación con las deidades no depende tanto de su respeto por mantener el medio donde vive sino de continuar unas prácticas propiciatorias.

Estos elementos son únicamente evidencias arqueológicas (perceptibles y materiales) de estos procesos, pero sólo a través de ellas podemos hacernos una idea de cómo el espacio natural de las islas japonesas fue progresivamente antropizándose. Las prácticas rituales, tan difíciles de comprender, parecen haber sido un vehículo de estos cambios, quesin duda forman parte de la ideología de los inmigrantes del continente, donde la importancia del hombre fue ganando terreno a la de la naturaleza.

Para saber más:

  • FAGAN, B. From black land to fifth sun: the science of sacred sites. Basic Books. 1991.
  • HUDSON, M. J. “Rice, Bronze, and Chieftains: An Archaeology of Yayoi Rituals”. Japanese Journal of Religious Studies, Vol. 19 (2-3), 1992. Pp. 139-189.
  • HARUNARI, H. Yayoi jidai no Hottate-basira Tatemono (The Yayoi Hottatepillar Building). Osaka, Heritage Research Group. 1991. Pp. 55-69.
avatar José Mármol (4 Posts)

Graduado en Historia por la Universidad de Murcia, actualmente en el Máster de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid. Especialidad en: Arqueología de la Muerte, Arqueología japonesa, Prehistoria, Ritualidad y simbología, Procesos de cambio y Arqueología comparada. Ha excavado en yacimientos en distintos países como España, Reino Unido o Israel, y actualmente coordina diversos proyectos de investigación y difusión histórico-arqueológicos y culturales.


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