Revista Ecos de Asia

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This article was written on 24 Mar 2014, and is filled under Cine y TV.

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Help!

I need somebody
Help! 
Not just anybody
Help!
You know I need someone, 
Help! 
 

Los Beatles han sido la banda definitoria de la música occidental prácticamente desde su salto a la fama en 1963. Paradigma de lo british, adalides del pop (aunque su revolución alcanzase muchos otros géneros) no solo entendido como música, sino también como cultura, icónicos y mitificados hasta alcanzar categorías casi divinas, Los Beatles suponen un elemento inamovible de la cultura contemporánea occidental. Pero en la década de los sesenta, en un mundo que ya era relativamente pequeño y que vibraba con la intensidad no solo de los acordes de sus canciones, sino también con una serie de acontecimientos históricos e influencias que unían Oriente y Occidente, la relación de la banda británica con el mundo asiático fue reseñable (Yoko Ono aparte). Quizás el acontecimiento más importante de esta relación sea el viaje a la India de 1968 para asistir a un curso del movimiento Meditación Trascendental (bajo la tutela del gurú Maharishi Mahesh Yogui), que había sido precedido por dos giras internacionales (en 1964 y 1966). Tampoco podemos olvidar la inclinación de George Harrison por la música, la cultura y la espiritualidad oriental[1].

Uno de los muchos carteles promocionales de Help!

Uno de los muchos carteles promocionales de Help!

Pero de lo que queremos hablar en esta ocasión es anterior a todo eso.  Queremos realizar una aproximación a Help!, la segunda película protagonizada por el cuarteto de Liverpool, estrenada el 29 de julio de 1965. El año anterior,  el popular grupo había hecho su primera incursión en la pequeña pantalla, bajo la dirección de Richard Lester, protagonizando una comedia de apariencia documental titulada A Hard Day’s Night, cosechando un enorme éxito de público y crítica. Gracias a esto, Lester contó con un considerable presupuesto para rodar una segunda película con el cuarteto, lo que les permitió un film en color y rodado en exóticas y dispares localizaciones.

En esta ocasión, se trataba de hacer una película de aventuras, que manteniendo el tono de comedia, parodiase la saga cinematográfica de James Bond iniciada en 1962, con influencias de los Hermanos Marx o de Peter Sellers.

Ringo Starr, desconcertado por los ataques hacia su persona.

Ringo Starr, desconcertado por los ataques hacia su persona.

En Help!, la tranquila (y algo excéntrica) vida de los Beatles se ve alterada cuando comienzan a sucederse una serie de ataques contra Ringo. A través de una narración cómplice con el espectador, que no duda en romper la cuarta pared o incluir intertítulos a modo de resúmenes para acudir directamente al sketch, acompañamos a John, Paul, George y Ringo desde Londres hasta las Bahamas, pasando por los Alpes, mientras huyen de sus perseguidores.

En los Alpes, cantando, esquiando y huyendo.

En los Alpes, cantando, esquiando y huyendo.

En las Bahamas, hacia el desenlace de la película.

En las Bahamas, hacia el desenlace de la película.

"The ring! She's not wearing the sacrificial ring!"

“The ring! She’s not wearing the sacrificial ring!”

Pero, ¿quién les persigue? ¿Por qué? ¿Qué quieren de Ringo? La secuencia inicial presenta un ritual hindú, un sacrificio humano que se ve interrumpido al percatarse la sacerdotisa (Ahme, encarnada por Eleanor Bron) de la ausencia del anillo sacrificial necesario para la correcta celebración del proceso. La escena se corta por una actuación en estudio de Help!, partiendo de un primer plano de la mano de Ringo con el gran anillo que causará todos los enredos. El sumo sacerdote Clang (Leo McKern), su ayudante Bhuta (John Bluthal) y la propia Ahme viajan a Inglaterra para recuperar el anillo o, en su defecto, sacrificar a Ringo para mantener a la congregación reunida en torno al culto (“Whitout the ring, will be no sacrifice, without the sacrifice, there will be no congregation,  without a congregation… no more me” exclama el sumo sacerdote).

Ringo ante la puerta del restaurante indio, con el anillo, escogido como elemento conductor de la película por la afición del batería a estas alhajas.

Ringo ante la puerta del restaurante indio, con el anillo, escogido como elemento conductor de la película por la afición del batería a estas alhajas.

Los Beatles, temerosos por lo que pueda pasarle a su batería, buscarán ayuda primero en un restaurante supuestamente indio del centro de Londres, después acudiendo a unos científicos que puedan ayudar a Ringo a quitarse el anillo y buscando la protección de Scotland Yard, una concatenación de fracasos que supone la huida del cuarteto por su propia cuenta, dirigiéndose a los Alpes y terminando en las Bahamas.

Ahme, Clang, Bhuta y sus secuaces son una parodia de la secta india conocida como Estranguladores (thagi en hindi, thug o thuggee o tuggee en inglés). Los Estranguladores constituían una red de fraternidades secretas, con la premisa religiosa de la adoración a Kali, la diosa negra, detrás del cual escudaban acciones criminales (robos y asesinatos). Los orígenes de esta secta no están claros, si bien pueden rastrearse desde el siglo XIV menciones literarias, hay historiadores que establecen su origen como tal a finales del XVII. Sea como sea, la llegada de los británicos al subcontinente indio provocó numerosos ataques de los thugs a los extranjeros, fomentando la persecución de la secta y a la vez convirtiéndola en casi legendaria. A partir de su erradicación en la década de 1830, comenzaron a convertirse en elemento recurrente en la literatura y, un siglo después, también en la gran pantalla. Quizás su más famosa aparición en papel fue como enemigo recurrente en las novelas de Sandokán, de Emilio Salgari (1862-1911), y en la cinematografía en títulos como Gunga Din (dirigida por George Stevens y protagonizada por Cary Grant y Douglas Fairbanks Jr. en 1939) o la más reciente Indiana Jones y el Templo Maldito (1984).

Los estranguladores de Bombay (1961).

Los estranguladores de Bombay (1959).

Sin embargo, no han sido estas las únicas ocasiones en las que ha aparecido representada esta sanguinaria secta. Aunque se cita habitualmente la representación que en Help! se hace de los thugs, frecuentemente se olvida mencionar una influencia que fue fundamental para la configuración de esta cinta paródica: nos referimos a Los Estranguladores de Bombay, un filme de aventuras y terror estrenado en 1959 y distribuido por la mítica Hammer Productions, y que había sido dirigido por un británico, Terence Fisher (1904-1980). Durante la segunda mitad de la década de 1950 y hasta la década de los setenta, el trabajo de Fisher para la Hammer constituyó una renovación del cine de terror, popularizando las figuras de Peter Cushing y Christopher Lee a través de títulos como Drácula (1958), El perro de Baskerville (1958) o La Momia (1959); y recuperando historias como El Fantasma de la Ópera en su primera versión sonora (1962). Así pues, no es de extrañar que junto a la (británica) saga de James Bond o al humor radiofónico del (británico) Peter Sellers, Los Estranguladores de Bombay fuese cuidadosamente escogida como manifiesta influencia.

En cualquier caso, no hay que perder de vista que Help! es una película promocional, realizada para exprimir y aprovechar el éxito de la banda. Quizás en otras circunstancias, el cúmulo de elementos empleados para construir la parodia hubiera dado un resultado cinematográficamente mucho más trascendente (pues esta película hubiera caído en el olvido poco después de su estreno si no fuesen los protagonistas quienes son y su éxito no hubiese llegado donde lo ha hecho), pero lo cierto es que fue una producción rutinaria que los Cuatro de Liverpool tuvieron que cumplir por contrato, propiciando a posteriori durísimas críticas de John Lennon y más suaves, pero igualmente negativas, de Paul McCartney, George Harrison y el propio Ringo, recordando el rodaje como un constante consumo de marihuana, incluido el vuelo hacia las localizaciones en Bahamas. Todo estaba permitido, porque ellos eran Los Beatles.

Después de esta “bruma de marihuana” que supuso el rodaje de Help!, en otoño de 1965 los Beatles se encerraron en estudio para, tras cuatro semanas de grabación ininterrumpida, dar a luz al álbum Rubber Soul, justo a tiempo para aprovechar el mercado navideño. Con este disco, los Beatles dejarían de ser la boy band más exitosa de todos los tiempos para convertirse en el grupo que revolucionó la música pop, en el icono, en el mito.

Notas: 

[1] Harrison fue uno de los pioneros en la introducción del sitar en la música pop, en la canción Norwegian Wood, en 1965, aunque el pop rock psicodélico británico ya manifestaba cierta inclinación por la influencia oriental, como demuestra la canción See My Friends de The Kinks, lanzada cuatro meses antes que la citada canción de los Beatles. Algo más posterior, también de Harrison, es Within You Without You, incluida en el Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band (1967), grabada con la colaboración de un grupo de músicos indios no acreditados, convirtiendo el estudio en un centro de meditación durante el proceso.

avatar Carolina Plou Anadón (272 Posts)

Historiadora del Arte, japonóloga, prepara una tesis doctoral sobre fotografía japonesa. Autora del libro “Bajo los cerezos en flor. 50 películas para conocer Japón”.


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