Revista Ecos de Asia

Konnichiwa, Queen: Los Fab 5 llegan a Japón. “Queer Eye: We’re In Japan!”

El reality televisivo Queer Eye ha alcanzado en los últimos años fama mundial gracias a un formato dinámico y unos protagonistas cargados de carisma, hasta el punto de formar parte de la cultura pop (además de suponer una auténtica mina para los creadores de memes). El pasado uno de noviembre se estrenó en Netflix la última tanda de episodios, que por primera vez se ambientan en el continente asiático, llevando a los conocidos como Fab 5 al País del Sol Naciente y creando así la excusa perfecta para que nos hagamos eco de este popularísimo programa.

Imagen promocional de Queer Eye: We’re In Japan!, disponible en Netflix.

Antes de adentrarnos en las peculiaridades que esta temporada nos depara, conviene hacer una pequeña introducción para establecer cuáles son los orígenes del programa, explicar el procedimiento habitual de cada episodio y tratar así de discernir las claves de su éxito.

De este modo, conviene apuntar que el actual Queer Eye no es un producto original de Netflix, sino la adaptación de un programa anterior que en sus orígenes llevaba por nombre el rimbombante título de Queer Eye for the Straight Guy, estrenado en julio de 2003 en el canal americano Bravo. Con un éxito tan inesperado como arrollador, este show pronto abrevió su título para dar cabida a todo tipo de individuos, sin importar su sexualidad o género, y consiguió ganar un Emmy en 2004. Su andadura, que concluyó en 2007, nos dejó un formato innovador y atrayente que Netflix decidió relanzar once años más tarde, iniciándose así la nueva versión de Queer Eye que pervive hasta día de hoy.

El reparto original de Queer Eye for the Straight Guy.

El formato que presenta el programa consiste en temporadas breves (de ocho episodios habitualmente, aunque en la actual aventura japonesa han sido reducidos a la mitad) con episodios autoconclusivos, cada uno de los cuales se encuentra protagonizado por un “héroe” distinto. Estas personas, que son nominadas por sus familiares y amigos más cercanos, se encuentran en una situación vital crítica, precisando la ayuda externa del programa para reencauzar sus relaciones y aspiraciones, así como para cambiar -de forma más o menos extrema- su estilo. Las causas que llevan a estos protagonistas a caer en una espiral de autocompasión y dejadez resultan de lo más variado, yendo desde la depresión a la muerte de una persona próxima, pasando por divorcios, crisis de identidad, etc., aportando el componente lacrimógeno inherente al show. La solución a todos estos problemas es que cinco homosexuales entren en la vida de esta persona e inspiren un cambio, tanto externo como interno, afrontando siempre cinco aspectos en los cuales cada uno de los llamados Fab 5 es experto: Antoni Porowski se encarga de la comida, Tan France de la moda, Karamo Brown del disperso concepto de cultura y estilo de vida, Bobby Berk del diseño de interiores, y Jonathan Van Ness se ocupa del aseo personal.

Fotografía que muestra, de izquierda a derecha, a Bobby, Karamo, Jonathan, Antoni y Tan.

Al margen de la idiosincrasia de cada “héroe”, los protagonistas absolutos del programa son los Fab 5, que con su personalidad arrolladora, su encanto natural y sus habilidades individuales configuran el principal atractivo de Queer Eye. Además, la complicidad entre estos cinco personajes ha llevado a configurar unas dinámicas de grupo que eclipsan todo lo demás, creando en el espectador la necesidad de ver siempre un capítulo más de estos cinco amigos, aunque estén sentados en el sofá viendo la televisión. A esto debemos añadir que la situación sentimental de los Fab 5 -con tres de ellos felizmente casados- ha llevado a constantes rumores sobre una posible relación romántica entre los dos solteros restantes: Antoni y Jonathan, quienes disfrutan bromeando con los millones de internautas que sueñan con la boda gay del milenio.

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I guess Amurica’s birthday’s our anniversary, babe. ❤️

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Imagen procedente del Instagram de Antoni, en el que se le ve besando a Jonathan.

 

Ese encanto personal de sus protagonistas, unido al cálido sentimiento de auto-aceptación que exuda cada programa, ha movilizado a hordas de seguidores, que han encumbrado a Queer Eye a la fama mundial. Las frases, a veces motivadoras y en ocasiones simplemente delirantes de los Fab 5 han generado multitud de citas célebres lo que, sumado al poder de internet, han convertido el show en una fábrica de crear gifs y memes.

Uno de los muchos ejemplos de gifs con Jonathan como protagonista.

 

Este éxito a nivel global ha llevado al programa a ir más allá, saliendo de sus habituales localizaciones (en Georgia, Kansas o Missouri) para trasladar sus últimos cuatro episodios a tierras niponas. En concreto, a lo largo de estas semanas, los Fab 5 visitan las localidades de Tokio y Yokohama, llevándonos en un viaje por algunos lugares turísticos, sin olvidar las ocasionales visitas a barrios y locales de ambiente, como no podía ser de otra forma. Acompañados de una traductora y con la modelo Kiko Mizuhara[1] como guía, los Fab 5 superarán el previsible choque cultural y la barrera idiomática de la misma forma que en los Estados Unidos se enfrentaban a heterosexuales conservadores y potencialmente homófobos: con una mente abierta, altas dosis de sentido del humor, y una sensibilidad especial que les permite compartir momentos íntimos y experiencias personales mostrando su propia vulnerabilidad.

Los Fab 5 y su guía, Kiko Mizuhara, en una imagen promocional del programa.

Cada episodio, aunque personalizado para afrontar los problemas del correspondiente “héroe”, abarca una problemática diferente de la sociedad nipona. De esta forma, el primer capítulo tiene por protagonista a Yoko, una enfermera de cuidados paliativos que vive en Mitaka, Tokio; centrada en cuidar de los demás y ofrecer un final digno a las personas a su cargo, esta mujer había dejado de lado su propio cuidado personal y su feminidad. En el segundo episodio, los Fab 5 conocen a Kan, que vive en otra zona de Tokio llamada Shinjuku; Kan es un joven homosexual que trata de superar la constante necesidad de integración que la sociedad nipona parece esperar de él, a la vez que reúne el valor suficiente para presentarle su novio a su familia. Kae, la protagonista del tercer episodio, es una joven mangaka de Yokohama quien, tras sufrir acoso escolar durante años, debe recuperar la confianza en sí misma; para ello, los Fab 5 contarán con la ayuda de una invitada especial, la actriz y comediante japonesa Naomi Watanabe, estandarte del body positive.[2] Finalmente, de regreso a Tokio, conocemos a Makoto, un tímido director de radio que, a consecuencia de su falta de habilidades comunicativas, no consigue expresar sus necesidades y sentimientos a su esposa, lo que ha llevado a la pareja a una prolongada sequía sexual.

Kiko Mizuhara y Naomi Watanabe junto a los Fab 5.

A través de los ojos de cinco occidentales, la serie nos adentra en aspectos culturales y sociales profundos de Japón, como la visión de la muerte, la idea tradicional de mujer, la homosexualidad, el acoso, los surrealistas ideales estéticos femeninos o la represión emocional. Asimismo, los Fab 5 se hacen eco de otros temas más superficiales, como el tamaño y organización de las viviendas niponas, la estética kawaii, su ya internacional gastronomía, o tradiciones que van desde el judo al ikebana. No puede pasarnos desapercibido cierto tono paternalista en la forma en que, por ejemplo, Antoni explica a uno de los “héroes” cómo elaborar yakitori, o el hecho de que estas problemáticas sociales estén en consonancia con la visión occidental de los problemas de Japón, pero la conexión emocional y la oleada de empatía que estos cinco gurús de la autoayuda son capaces de provocar, bien valen un visionado.

Los protagonistas de Queer Eye durante su clase de judo.

Esta temporada que acabamos de analizar no es sino la última muestra del éxito a nivel mundial de Queer Eye, que se puede apreciar también en la forma en que están tratando de explotar el fenómeno a través de la publicación de diversos libros, como Queer Eye: Love Yourself, Love Your Life, publicado en 2018 y firmado por los Fab 5, al cual siguieron títulos individualizados para cada uno de ellos que se han ido publicando este año, desde Karamo: My Story of Embracing Purpose, Healing, and Hope (5 de marzo de 2019), Naturally Tan: A Memoir (4 de junio de 2019) o Antoni in the Kitchen (9 de septiembre de 2019), hasta el tan anticipado Over the Top: A Raw Journey to Self-Love (24 de septiembre de 2019), en el que Jonathan Van Ness habla de los abusos sexuales que sufrió en la infancia y su vida como VIH positivo.

Así pues, los fans del programa disfrutarán de la habitual dosis de emotividad, diversión y optimismo que siempre aporta Queer Eye, aunque con un peculiar y refrescante toque oriental. Para aquellos interesados en la cultura japonesa, esta puede ser una forma interesante de acercarse al País del Sol Naciente y adentrarse en el adictivo mundo de los Fab 5, capaces de empoderar a cualquier espectador con baja autoestima y en plena crisis existencial… aunque solo sea durante cincuenta excelsos minutos.

Tráiler de Queer Eye: We’re In Japan!

 

Notas:

[1] Audrie Kiko Daniel Mizuhara nació en Dallas, Texas, el 15 de octubre de 1990. Hija de padre americano y madre japonesa, se ha labrado una carrera en el mundo de la moda, además de hacer sus pinitos en el cine y la televisión.

[2] Naomi Watanabe nació el 23 de octubre de 1987 en Taiwán y alcanzó la fama en 2008 gracias a su imitación de Beyoncé.

avatar Laura Martínez (173 Posts)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza y Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte de la misma, con especialización en Cine. Actualmente realiza estudios de Doctorado en la Universidad de La Rioja.


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