Revista Ecos de Asia

Information

This article was written on 06 Nov 2019, and is filled under Cine y TV, Crítica.

Current post is tagged

, , , , ,

La recepción china de la obra de Don Quijote de Cervantes (1605): desde las primeras traducciones al mandarín hasta la adaptación cinematográfica de Ah Gan (2010, China, Hong Kong)

Las primeras traducciones de la novela al mandarín

Póster de la adaptación cinematográfica china de Don Quijote por Ah Gan [2010, China, Hong Kong].

En este mes en el que estamos celebrando el impacto de la cultura española en el mundo, no es casualidad que estemos hablando de la obra de Cervantes, ya que es la novela extranjera que más ha impactado en la cultura china desde que aparecieron las primeras traducciones de la obra en mandarín. Aunque es fácil entender la facilidad con la que el personaje central, que sueña con ser un caballero vestido en armadura que rescata a doncellas, puede reencarnarse en un chino obsesionado por historias de Kung Fu, la adaptación cinematográfica china de Don Quijote sólo se parece a la historia original en elementos básicos, porque la historia, desde unos inicios que recuerdan mucho a la versión original, muy pronto se pierde en un argumento que se aleja tanto que no mantiene el interés del espectador en una trama en la que falta la profundidad de la idea original de la novela.

El origen del problema está en que la primera traducción de la novela de Lin Shu y Chen Jialin fue sólo parcial del inglés. Contiene la primera parte y de ella faltan algunos episodios.  Esta situación se complica más porque, en los treinta años siguientes, todas las traducciones de esta obra fueron abreviaciones y adaptaciones de la versión de Lin y Chen. [1] Por estos motivos se puede atribuir la falta de entendimiento del “espíritu de aspiración sublime e ideal que se podía esconder tras los comportamientos aparentemente absurdos”, debida en parte en sus inicios, a la ausencia de una traducción completa de la obra. De hecho, la primera traducción completa del inglés no apareció hasta 1959. Sin embargo, la versión que más ha impactado en el país asiático ha sido la versión de Yang Jiang de 1978, ya que fueron vendidos setecientos mil ejemplares. Este interés se debe a un ansia por conocimientos de los ideales y las letras occidentales, que se contrastaba con el desarrollo de la literatura y cultura de la China moderna a partir de su pasado.

Tapa de una traducción china moderna de Don Quijote por Sai Wan Ti Si [2012] junto a la primera traducción en chino de Don Quijote, La Biografía de un Caballero Mágico publicada en 1922.

La transcendencia de la novela original

Quién no ha tenido un sueño, y cuando se ha intentado llevar a cabo, ha terminado por parecernos una locura, una aberración de la mente. Eso es porque a veces hay mucha distancia entre lo que añoramos y lo que es posible en la realidad, tanto que nos hace dudar de nuestra propia percepción de la realidad. El filósofo Jacques Derrida llegó a admitir que escribía porque quería conocer quién era en realidad, y si lo supiera de verdad dejaría de escribir. Por otro lado, y como ha explicado Zizek Slavoj, cuando nacemos, no estamos instruidos instintivamente en lo que él llama el “orden simbólico” de la sociedad, porque esto es algo que aprendemos a lo largo de la vida. Un referente muy importante en este proceso es el cine porque, contrariamente a lo que uno podría imaginar, al nacer no deseamos de una forma automática, sino hasta aprendemos en parte de este medio audiovisual lo que hay que anhelar y la forma correcta de conseguir los deseos. En los tiempos de Cervantes esta función fue desempañada por otras formas escritas y audiovisuales, pero hay algo que no cambia con el paso del tiempo, la condición humana con sus contradicciones e idiosincrasias que todos compartimos de mayor o menor manera.

Fotograma que muestra la obsesión de Don Quijote con historias de caballeros heroicos; algo que le lleva a confundir la ficción con la realidad. Tomada de la miniserie El Quijote de Miguel de Cervantes [episodio 1] dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón [España, 1991].

Una lectura superficial de Don Quijote tomaría a su protagonista como una caricatura de un personaje que ha perdido el contacto con la realidad, una especie de tonto del pueblo, pero estudiosos de esta gran obra de ingenio han señalado que la representación es mucho más compleja de lo que parece. Lejos de ser un personaje cómico que no hay que tomar en serio, representa una experiencia humana en la que miramos más allá de la monotonía y sinsentido de la existencia cotidiana para añorar una experiencia de lo sublime, una experiencia más trascendental de la vida humana, y ¿por qué no? – una búsqueda de Dios, un tema en Cervantes que tal vez inspiró a un gran admirador suyo, el escritor ruso Dostoievski[2]. Kierkegaard llegó incluso a afirmar que “si Cristo volviera de nuevo a este mundo, cristiano solo de nombre, sería tomado por un Don Quijote”[3]. Según Unamuno, la obra de la que es protagonista Don Quijote con Sancho Panza, constituye “el evangelio que Dios dio a Cervantes”[4]. Esta idea también se transmite en un diálogo de la adaptación cinematográfica con Fernando Fernán Gómez, Don Quijote cabalga de nuevo, de Roberto Gavaldón [1971], cuando Don Quijote dice: “¿Nunca existió la fe?…fe y caballero andante son la misma cosa.”   Entendido así, empezamos a apreciar por qué algunos lectores, y en especial un lector chino de los años veinte o treinta del siglo XX, lo toman por idiota:

En la década de los años 20 y 30 del siglo pasado, la sociedad china se encontraba inmersa en un periodo de cambio social. Tomando como base esa nueva realidad, don Quijote, un hombre que actúa de manera atropellada, golpeando sin sentido a diestro y siniestro, enajenado de la realidad, aunque lleno de ilusiones, fue tomado fundamentalmente como un personaje cómico y ridículo por sus lectores. [5]

Fotograma de Fernando Fernán Gómez en Don Quijote cabalga de nuevo de Roberto Gavaldón [1971] en la secuencia en que habla de la relación entre la fe y ser un caballero andante.

 

Dicho de otro modo, una interpretación de la obra podría ser vista como una reflexión sobre la aspiración humana para transcender los límites de una existencia mundana, puramente material y conseguir una vida soñada o idealizada. Comentando la interpretación de que en el fondo lo que retrata es la búsqueda de una dimensión espiritual de la vida, una experiencia mística de la realidad, es evidente que semejante posición no sólo tendría problemas con la censura china, sino que es incompatible con una cosmovisión materialista basada en el realismo socialista chino. En cierta manera, para el comunismo en estado puro, “lo único que importa es el avance del socialismo” ya que “la vida interior [el alma] está muerta”[6]. Para la sociedad china, en cambio existe una vida idealizada, pero no tiene nada que ver con experiencias extrañas o espíritus; es la idea de crear una utopía socialista, pero algo material en la tierra. Sin embargo, no vamos a reducir la novela a unas fórmulas tan sencillas para explicar lo que pretende decirnos el autor. Hay tanta ambigüedad en la estructura de la narrativa que, al final, no contamos con una única voz que relata las locuras del protagonista, sino una polifonía de voces. Efectivamente, la novela pertenece plenamente a la modernidad porque, según la interpretación del presente autor, introduce la idea de que, en nuestra percepción de la realidad, es imposible saber qué interpretación es correcta, y mucho menos averiguar a qué se debe cada una de nuestras nociones de la realidad. También otro punto de vista que se enfrenta con el realismo socialista.

La versión cinematográfica china de Don Quijote

Póster de la adaptación cinematográfica china que muestra en primer plano el Don Quijote chino con su Dulcinea a su izquierda y su Sancho a su derecha, y en el fondo miembros de la secta, incluyendo a su jefe que secuestran a Dulcinea.

La adaptación cinematográfica de la novela Don Quijote [2010, China, Hong Kong] es llevada a cabo por el director Ah Gan. Fue promocionada como la primera película china completamente en 3-D, aunque el conocimiento técnico para realizar las animaciones se agradece a equipos de Alemania e Inglaterra. Según Derek Elley, un buen ejemplo de su estilo es la película Two Stupid Eggs [2007], una comedia ridícula que es a la vez “graciosa e inventiva”[7]. Ah Gan confiesa que siempre ha sido un admirador de la historia de Don Quijote desde su niñez y por eso quiso hacer una versión cinematográfica de ella. En el trasvase cultural que se traduce con mucha facilidad, el lector de historias de caballeros heroicos que realizan varias hazañas, es alguien obsesionado con las historias de héroes de Kung Fu. Curiosamente, incluso el código de honor de ambos tiene muchas cosas en común.

El filme funciona y mantiene cierta tensión dramática hasta los primeros treinta minutos, cuando el guion se mantiene más o menos fiel a lo original, con unas peculiaridades en la puesta en escena. Pero, en lugar de explorar la justificación psicológica para su comportamiento excéntrico, el personaje principal aparece más como una caricatura que una persona tridimensional. Además, el argumento posterior se diferencia mucho del original, omitiendo muchas aventuras claves, y no dando importancia suficiente a la manera con la que el personaje llega a recobrar el sentido de la realidad, un tema clave si vamos a tomar el personaje en serio, y no sólo como una marioneta cómica.

Fotograma de la primera aparición de la Dulcinea china en el film y de la secuencia de su abducción.

Fotogramas cómic utilizados en el filme [arriba], y el diablo de polvo que es como se reinterpretan los molinos de la versión original.

En la versión china esto se reemplaza por una trama que se centra en torno a una abducción por una secta de su Dulcinea, la campesina Cuihua, y su posterior liberación por Tang Fanghai, que se hace llamar Tang Jihede [Don Quijote]. Aquí la fuerza dramática es creada por la historia amorosa entre ambos, que requiere que Tang Jihede la libere de sus captores, algo que acaba con un predecible happy ending.

Fotogramas que muestran el happy ending con la pareja feliz.

A su favor, los paisajes generados artificialmente dan a la obra una sensación de teatralidad que hace pensar que tal vez el mundo que se representa es un mundo ficticio, un mundo interior. Paralelamente, la escena con los molinos que en el original son tomados por gigantes, en la versión china se confunden con un diablo de polvo que está a punto de diezmar un ejército. Esta idea novedosa parece actualizar la novela a la posmodernidad, al mundo de los videojuegos, etc. Esto será tal vez porque el director incluso incluye imágenes de cómic en el montaje de la película. Sin embargo, quitando los deslumbrantes efectos visuales, lo que falla en el análisis final es el guion, que fracasa en su intento, si jamás existiera, de traducir fielmente el sentido del original.

Conclusiones

Por las razones que se han explicado, es evidente el impacto de esta gran obra de Cervantes en la cultura universal. Una idea de su trascendencia se ve en el hecho de que fuese la lectura predilecta de hombres tan geniales como Kant, Novalis, Goethe, Marx, Heine, Lord Byron, Freud, Turgueniev, Bergson, Thomas Mann, etc.; y Dostoievski se inspiró en ella para escribir su relato El Idiota [1876][8]. Sin embargo, el interés de un lector chino en la obra parece motivado por una lectura superficial de esta, que pierde el sentido irónico con el que fue originalmente escrita, algo de que da testimonio nuestro análisis de la adaptación cinematográfica de la novela por Ah Gan. Si se toma como referencia una cosmovisión del mundo basada en el realismo socialista, es inevitable que se pierda el sentido de aspiración hacia lo sublime y una explicación más profunda del sentido de la vida, así como el entendimiento de la condición humana que esconde la novela original. Sin embargo, observamos con curiosidad la fascinación que tiene el pueblo chino por los clásicos en la literatura mundial, motivada, sin duda, por su deseo de crear su propia versión de una vida ideal, pero en versión china.

Para saber más:

Abdelrahim, Jaled, La sufrida traducción de El Quijote al cine, Yorokobu, 19 de Diciembre 2013. Disponible aquí.

Elley, Derek, “Don Quixote (2010 film) “, Portal de Don Quijote, 1999. Disponible aquí.

Han, Fang, “El viaje a China de Don Quijote de la Mancha”, Revista Instituto Confucio, número 35, Volumen II, Marzo 2016. Disponible aquí.

Moreno, Tomás, El legado de D. Quijote, parte primera, disponible aquí.

Ruiz Fernández, Jesús,  “El Quijote y el fenómeno del quijotismo”, Revista de Humanidades, número 20, enero-diciembre 2013

Miguel de Unamuno, Vida de Don Quijote y Sancho, Espasa Calpe, Austral, Madrid, 1958

Notas:

[1] Abdelrahim, Jaled La sufrida traducción de El Quijote al cino, Yorokobu, 19 de Diciembre 2013. Disponible aquí.

[2] El tema de la búsqueda de Dios y del sentido de la vida en la literatura rusa del siglo XIX desde Gogol y Tolstoi hasta Dostoievski, es bien conocido en historiadores literarios y no hace falta defender esta idea.

[3] Kierkegaard, citado en Ruiz Fernández, Jesús,  “El Quijote y el fenómeno del quijotismo”, Revista de Humanidades, número 20, enero-diciembre 2013

[4] Miguel de Unamuno, Vida de Don Quijote y Sancho, Espasa Calpe, Austral, Madrid, 1958

[5] Han, Fang, “El viaje a China de Don Quijote de la Mancha”, Revista Instituto Confucio, número 35, Volumen II, Marzo 2016

[6] Palabras de Strélnikov, el jefe del ejército rojo en la película Doctor Zhivago de David Lean, Estados Unidos, 1965

[7] Elley, Derek, “Don Quixote (2010 film) “, Portal de Don Quijote, 1999. Disponible aquí.

 [8] Moreno, Tomás, El legado de D. Quijote, parte primera, disponible aquí.

avatar Simon Kelly (35 Posts)

Graduado en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, donde también realizó el Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte, especializándose en cine y literatura. Además, es Licenciado en Biología por la UCM y continúa realizando estudios de psicología, sociología, francés y chino.


Share

Deja una respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.