Revista Ecos de Asia

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This article was written on 19 May 2014, and is filled under Cultura Visual.

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Liang Baibo, Miss Bee y las ‘mujeres modernas’ de Shanghái

Fue durante el periodo de entreguerras cuando Shanghái, en gran parte gracias a sus mujeres, se ganó un lugar especial en el imaginario occidental sobre Oriente: combinada con la tradicional idea del peligro, elemento intrínseco del ‘peligro amarillo’, la sensualidad y, sobre todo, la libertad, la ciudad china y sus habitantes se convirtieron en una estampa popular de la iconosfera, que se extendió a lo largo y ancho de periódicos, libros, películas, canciones, carteles e historietas.

Típica poster comercial del Shanghái de los años 30: una belleza y una ciudad entre la tradición y la modernidad.

Típica poster comercial del Shanghái de los años 30: una belleza y una ciudad entre la tradición y la modernidad.

Coincidiendo con la emancipación femenina, todavía moderada, avenida en otros países, muy pronto la prensa internacional comenzó a abandonar, al menos en cierta medida, las referencias negativas a la mujer china (considerada como fea, inculta y esclava), para empezar a asombrarse del poder y libertad que muchas mujeres habían alcanzado en el país asiático. Así, en la España de 1929, se escribían palabras como las siguientes (en este caso, inspiradas por una conferencia de Marcela de Juan, ilustradísima e inagotable sino-belga-española de la que sin duda tendremos a bien hablar en el futuro):

Si antes la mujer china no podía ser sino esposa, concubina o cortesana, hoy es la compañera del hombre y puede alcanzar los puestos más elevados (…) Hoy todo ese legado del pasado ha desaparecido como por encanto; las muchachas chinas se cortan el pelo a lo garçonne y llevan la misma vida que sus hermanas del Occidente.[1]

Paralelamente a la aparición de las flappers en Estados Unidos, surgieron en buena parte del mundo toda una serie de variaciones locales sobre el modelo de nuevas mujeres, que en China recibieron el nombre de modeng xiaojie (literalmente, ‘chica moderna’). Asociada en un principio al ámbito más cosmopolita y a la clase alta, aparecían en las grandes ciudades como Shanghái o Hong Kong cada vez más y más mujeres que luchaban por sus derechos, leían y se instruían, salían solas de día y de noche, fumaban, bebían y practicaban el amor libre. Y por supuesto, se peinaban y maquillaban a la occidental, con cabellos cortos y permanentados, luciendo en cambio cada vez más sinuosos y estilizados qipaos, siempre acompañados por zapatos de tacón.

"Modas de verano" (1928). Ilustración de Ye Qianyu para la importante Shanghai Manhua, que muestra la fusión entre la vestimenta occidental contemporánea y la tradicional china.

“Modas de verano” (1928). Ilustración de Ye Qianyu para la importante Shanghai Manhua, que muestra la fusión entre la vestimenta occidental contemporánea y la tradicional china.

Asociado en un principio a un determinado perfil ideológico, y, en cierta medida, económico, las modeng xiaojie se convirtieron pronto en un objeto de emulación y deseo, cuyo look se extendió rápidamente (mucho más que sus homólogos de otros países) entre muchos otros grupos sociales de las clases medias y superiores (especialmente entre estudiantes, trabajadoras y mujeres casadas jóvenes), convirtiéndose en toda una demostración de intenciones que acabó por convertirse en moda y en el código de vestir necesario:

Si la apariencia de la mujer es a menudo el primer rasgo utilizado para identificarla en la ciudad moderna, el look de Mujer moderna era, sin embargo, considerado más confuso que revelador. Mientras que reflejaba el nuevo anonimato urbano, las representaciones de la Mujer moderna como una figura misteriosa también indicaban la preocupación sobre su difuso estatus y clase social.[2]

"Detalles de los Dance Hall" (1934), Ye Qianyu.

“Detalles de los Dance Hall” (1934), Ye Qianyu.

Desgraciadamente, la modeng xiaojie, tal como le sucedió a muchos otros modelos de modernidad femenina de la década de los años 1920, quedó rápidamente asociada a la prostitución, no solo por el atrevimiento de algunas de sus actividades sino también por su aspecto, pues en tanto que objeto de deseo e imagen de sofisticación, el look de las mujeres modernas fue adoptado todavía más velozmente por toda una serie de bailarinas, masajistas, camareras y vendedoras, las cuales eran a menudo prostitutas encubiertas. Así, el qipao, los tacones y el peinado y maquillaje a la occidental quedó indisolublemente asociado a una de las representaciones más populares del momento – y posiblemente, de todo el siglo XX chino -, la de las sing-song girls[3] y taxi dance hall girls.[4]Lo cierto es que la sing-song girl, y especialmente su aspecto, se convirtió, no sin críticas mediante, en uno de los símbolos de la nueva China: cantante, actriz o prostituta, representaba la inclusión de China dentro del star system, y su definitiva implicación en una cultura audiovisual de masas global.

Liang Baibo en su estudio.

Liang Baibo en su estudio.

Por estos motivos quizá uno de los mejores ejemplos de modeng xiaojie de lo que podemos hablar no sea una cantante, actriz, o incluso una feminista de profesión, sino la que fuera la primera dibujante famosa de China, Liang Baibo, creadora de toda una serie de potentes imágenes sobre las nuevas mujeres. Nacida en 1911 en la provincia de Guangdong, se involucró en el dibujo cuando en 1935 conoció, en Shanghái, al artista importante Ye Qianyu (1907-1995), del que se enamoraría al instante y con el que se casaría en secreto. Mujer atrevida, utilizó como primer pseudónimo “Bomb” (antes de pasar el más definitivo “Bon”). Por su carácter y sus propuestas, se hizo conocida más rápidamente, y ya en 1936 fue elegida como uno de los treinta y un miembros organizadores de la primera Exposición Nacional de la Historieta, siendo la única mujer presente. Durante la ocupación japonesa, se convertiría en un activo miembro de la resistencia realizando notable propaganda política, y así en 1938 fue uno de los quince miembros del Comité de Guerra de la Asociación Nacional de Dibujantes.

Liang Baibo en 1935, acompañada de sus no menos célebres compañeros de profesión Zhang Guangyu,  Wang Dunqing, Zhang Leping, Ding Cong.

Liang Baibo en 1935, acompañada de sus no menos célebres compañeros de profesión Zhang Guangyu, Wang Dunqing, Zhang Leping y Ding Cong.

Pero si Baibo fue especialmente famosa fue por la creación de la primera tira cómica creada por y para “mujeres modernas”  de China: Miss Bee. Miss Bee (‘Mifeng xiaojie’) fue una historieta que, aunque de corta duración, tuvo una gran importancia dentro de la (auto)representación de las nuevas mujeres chinas. En sus viñetas se representa a una mujer (para muchos, el propio alter ego de la autora[5]) orgullosa de sus curvas y su cintura de avispa, además de sus cabellos teñidos de rubio y de sus hábitos pretendidamente occidentales (que no obstante eran constantemente ridiculizados, siendo uno de sus principales recursos cómicos). Lo cierto es que con ello el cómic de Liang era de una tremenda audacia y repercusión, pues ponía en jaque no solo los valores chinos tradicionales, sino la rápida y profunda occidentalización que estaban viviendo algunos de los sectores más progresistas y liberales del país. Aunque de efímera vida (pues apenas se imprimió desde 1935 hasta la ocupación japonesa en 1938), lo cierto es que las andanzas de Miss Bee constituyeron un hito en la historia de las artes gráficas chinas, además de contribuir a difundir a nivel popular una imagen de mujer moderna alejada del morbo implícito con el que se concebían gran parte de las representaciones de las mujeres fatales, sing-song girls o no, del momento.

Una de las páginas más célebres de 'Miss Be'.

Una de las páginas más célebres de ‘Miss Bee’.

Como artista comprometida políticamente desde su juventud, durante los años de la Guerra, Liang continuaría realizando poderosas imágenes femeninas, y aunque no tuvo una sucesora directa, sí hubo en las décadas posteriores toda una serie  de artistas que continuaron su tarea.

Para saber más:

  • Dong, M. Y. “Who Is Afraid of the Chinese Modern Girl?” en V.V.A.A. The Modern Girl Around the World: Consumption, Modernity, and Globalization. Durham, Duke University Press, 2008. Pp: 194-219.
  • Sullivan, M. Modern Chinese Artists: a Biographical Dictionary. Berkeley, University of California Press, 2006. P. 90.
  • Jones, A. F. “The Sing Song Girl and the Nation: Music and Media Culture in Republican Shanghai” en V.V.A.A. Constructing Nationhood in Modern East Asia. Michigan, University of Michigan Press, 2001. Pp: 317 – 341.

Notas:

[1] “La mujer china”, ABC, 15 de diciembre de 1929, Edición de la Mañana, sec. Informaciones y Noticias de Lecturas y Conferencias. P. 32. Estas palabras se atribuyen a una conferencia sobre “La mujer china” impartida en Madrid por Marcela de Juan.

[2] Dong, M. Y. “Who Is Afraid of the Chinese Modern Girl?” en V.V.A.A. The Modern Girl Around the World: Consumption, Modernity, and Globalization. Durham, Duke University Press, 2008. P. 196.

[3] Utilizamos “sing-song girl”en un sentido mucho más amplio de lo que en China se llama genü (cortesana educada en las artes del canto y de la conversación). El término, que apareció a principios del siglo XX, designaba a las integrantes de esta profesión, a los que los occidentales a menudo veían únicamente cantar.

[4] Los Taxi Dance Halls fueron unos de los lugares de entretenimiento más populares de las grandes urbes chinas, en donde los hombres (y algunas mujeres) pagaban por baile, y que eran especialmente frecuentados por occidentales.

[5] En palabras del que durante años fuese su marido, el artista Ye Qianyu: “Baibo era una talentosa artista. Era buena transformando las ideologías en imágenes abstractas con descripción psicológica. Miss Bee era la representación concreta de su ideología, consistente con los ideales que buscaba en su vida”.“Pen, Ink and Prejudice”, China Daily, 30 de mayo de 2003.

avatar Marisa Peiró Márquez (145 Posts)

Marisa Peiró Márquez (marisapeiro@ecosdeasia.com) es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza. En esta misma universidad se licenció en Historia del Arte y realizó el Máster en Estudios Avanzados de Historia del Arte, así como el Diploma de Especialización en Estudios Japoneses. Se especializa en el Arte y la Cultura Audiovisual de la primera mitad del s. XX, y en las relaciones artísticas interculturales, especialmente entre Asia y América Latina (fue becaria del Gobierno de México), con especial interés en el Sudeste Asiático y en Oceanía.


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