Revista Ecos de Asia

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This article was written on 13 Feb 2014, and is filled under Historia y Pensamiento.

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Misterios de geisha. ¿Verdadero o falso?

http://www.houseofjapan.com/ Geishas en el desfile de Año Nuevo.

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Quizás sean una de las imágenes más emblemáticas de Japón. Símbolo de la feminidad japonesa desde el siglo XIX, la figura de la geisha en Occidente ha ido creciendo desde las primeras imágenes llegadas a través de óperas y obras de teatro (Madama Butterfly, La Geisha…) hasta nuestros días, cuando su imagen se difunde por el cine y los mass media. La publicación en 1997 de la novela de Arthur Golden Memorias de una geisha y la posterior película marcó un hito en la recreación de la imagen que se tiene de ellas en el Occidente contemporáneo.  Sin embargo no hemos visto mucha veracidad en estas representaciones. De hecho esta última novela encolerizó tanto a la mujer en la que Golden se había inspirado, Iwasaki Mineko, que ésta le impuso una demanda por diez millones de dólares, además de escribir su propia novela contrastando lo dicho por Golden.

Así es como aún hoy en día el misterio que rodea a estas habitantes del “mundo de la flor y el sauce” no se ha disipado y las ideas que lo rodean penetran no siempre con la misma certeza. Por ello vamos a  examinar unos cuantos mitos y distinguir lo falso y verdadero en torno a estas mujeres.

http://traveljapanblog.com/ Mujer disfrazada de oiran para su festividad. Podemos observar su vestuario particular con el obi o cinturón atado por delante.

http://traveljapanblog.com/ Mujer disfrazada de oiran para su festividad. Podemos observar su vestuario particular con el obi o cinturón atado por delante.

1) Las geishas son una especie de  místicas y caras prostitutas. FALSO. Si quisiéramos buscar cortesanas de alto nivel, esas serían las antiguas oirán otayu. Para distinguir unas de otras basta con fijarse como se atan el quimono, ya que el de las oiran iba atado por delante a diferencia del de las demás mujeres. Además actualmente también podemos encontrarnos lugares de alterne con prostitución a la occidental. La confusión aquí radica en las pobres mujeres japonesas que durante la invasión americana posterior a la derrota tras la segunda guerra mundial se vendían a los soldados americanos. Muchas de éstas se identificaban como geishas  ante sus clientes para facilitar el entendimiento y elevar su posición. Voy a recalcar la diferencia ya que parece no existir en el imaginario común. Y para ello vamos a buscar en los orígenes del oficio de geisha. La primera geisha fue Kiku, prostituta y bailarina especialista en las artes y que se llamó a si misma geisha (“artista”).  Suponemos que ésta no tendría reparos en combinar su antiguo oficio con el nuevo. Sin embargo las oiran reclamarán al shogun (gobernante de Japón) que se distinguieran sus oficios para evitar la competencia. Así es como desde los inicios estas dos profesiones se separan. El shogun mantiene a las prostitutas cerradas dentro de los barrios de placer y a las geishas les prohíbe vender su cuerpo.

2) Las geishas eran una especie de esclavas. FALSO. Pese a que en épocas pasadas muchas de las que se introducían en este oficio eran vendidas por sus propios padres,siempre tenían la opción de abandonar su okiya, o casa de geishas,  aunque eso no era nada práctico. Por otra parte disfrutaban de una vida llena de lujos y exenta de los deberes maritales y una alternativa a la existencia como ama de casa tradicional. Esto último es algo que aún llama a muchas mujeres a dedicarse a este mundo. Uno de los puntos claves para ver la diferencia consiste en la libertad de movimientos de las geishas. A diferencia de las prostitutas de los barrios de placer, ellas tenían acceso al mundo exterior y podían ir y venir a su antojo como las artistas valoradas que eran, no como esclavas.

http://traveljapanblog.com/ Distrito de geishas Kanazawa

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3) Las geishas eran las amantes de los hombres poderosos. VERDADERO.Representantes del glamour, la elegancia y la imagen de una existencia elevada lejana a la vida prosaica y vulgar, las geishas eran profundamente deseadas por los hombres que perseguían su favor. Pero, por supuesto, estas relaciones estaban rodeadas del adecuado ritualismo. Dentro del mundo de las geishas existe la figura del danna. El danna es un mecenas de estas artistas, un hombre de dinero que decide subvencionar a una de ellas y establecer así una relación similar a las queridas europeas de la época decimonónica. Estaríamos ante una especie de  marido, solo que éste podría estar casado con otra mujer. A su vez  la geisha sigue con su trabajo en fiestas, bailes y celebraciones varias  con el añadido de un soporte económico mayor y lujosos regalos como quimonos, broches, adornos de pelo… que son vitales para el correcto desarrollo de su oficio.

4) Las geishas son algo común y conocido en Japón. FALSO. Pese a que es un símbolo internacional de Japón y de que todo en la vida de una geisha está marcado por las ceremonias, incluso el “matrimonio” con su danna, pocas de estas son públicas y la mayor parte de su vida ocurre en el mayor de los secretismos. Una geisha no desvelará jamás el nombre de su danna, ni los temas que se tratan en su presencia o aquello que vea. Este silencio que rodea su vida es necesario para que los clientes se sientan plenamente cómodos en su presencia. Además las propias geishas son algo muy difícil de ver para la mayoría de la población ya que viven en sus hanamachi, los cuales abandonan con su vestuario oficial en contadas ocasiones,principalmente grandes festivales como el de los cerezos en flor donde sí se pueden observar procesiones de estas mujeres.

http://traveljapanblog.com/ Turista en Kioto disfrazada de maiko.

http://traveljapanblog.com/ Turista en Kioto disfrazada de maiko.

5) Los turistas pueden ver geishas en la calle. FALSO. Es común ver japonesas que se divierten disfrazándose de geishas, ya que éste es un servicio ofrecido a turistas en Tokio y Kioto, que son fotografiadas y enseñadas como auténticas geishas.  Pero rara vez se estará observando una autentica maiko o hangyoku (aprendiz de geisha) y mucho menos una geiko (geisha adulta). Contratar los servicios de una geisha es algo que está muy por encima del poder económico de la clase media, pues éstas son un símbolo de máximo prestigio social. Estamos hablando de unas profesionales que se educan en  las artes japonesas clásicas toda la vida, (¡incluso el baile se estudia hasta los sesenta años!) y reciben clases de senseis de cada una de ellas: ceremonia del té, canto, recitación, tañer el shamisen, etc. Además de algunas artes propias; como la conversación, el desenvolvimiento elegante, el correcto uso de los colores y temas de sus vestidos según las estaciones y ocasiones… en fin una larga lista de funciones y aspectos para recrear el iki o tsu, una especie de alta elegancia y agudeza  que agrade a sus clientes. A las habilidades que practican hemos de sumar los objetos que portan los cuales pueden costar cantidades muy elevadas y desde luego no son para lucirlos en un paseo casual por la ciudad.

Por último podemos aclarar las funciones de estas. Las geishas son, más que artistas, arte. Cada uno de sus movimientos está perfectamente medido y entrenado hasta la saciedad en búsqueda de un ideal de belleza transcendente. Son representaciones del Japón antiguo más elevado y culto y como tal su sola presencia en una estancia exige un pago, que recompensan generosamente manifestando sus exclusivas habilidades.

 

avatar María Galindo (40 Posts)

Estudió la Licenciatura de Historia del Arte y un Máster de Estudios Avanzados especializándose en Arte Extremo Oriental en la Universidad de Zaragoza. Trabaja como profesora de Historia del Arte, cronista, divulgadora y conferenciante. Actualmente, sigue formándose en la Universidad Complutense de Madrid cursando un Máster de Gestión del Sector creativo y cultural.


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