“Studio Ghibli a través de sus historias”
Asociación Mangaku. Dentro del evento Nippon-ku.
Centro Cívico Universidad (C / Violante de Hungría, 2)
Entrada gratuita.
En Ecos de Asia hemos hablado en más de una ocasión acerca de Hayao Miyazaki y Studio Ghibli, o de alguna de sus películas, pero esta es la primera vez que tenemos la posibilidad de comentar una exposición sobre el estudio y, además, en Zaragoza, a cargo de la Asociación Mangaku. El evento Nippon-ku (Distrito Japón) se organiza periódicamente y reúne a una gran cantidad de aficionados en torno a actividades diversas sobre el país asiático, desde competiciones de videojuegos hasta algún pequeño musical. En esta ocasión, entre las distintas propuestas y eventos, se encontraba una exposición sobre el estudio nipón en un largo pasillo del Centro Cívico Universidad. Studio Ghibli es una de las empresas de animación más emblemáticas a nivel mundial y, sin duda alguna, la de mayor éxito de origen japonés, tanto dentro como fuera de sus fronteras. El óscar ganado por El viaje de Chihiro en el año 2001 fue un premio extensible a todo el estudio animado y consolidó a Hayao Miyazaki como uno de los grandes maestros de este arte. Aunque en los últimos tiempos los seguidores de Ghibli han tenido que sufrir primero la retirada de Miyazaki y más tarde la anunciada restructuración del estudio, la obra de Ghibli ha calado en muchas generaciones, tanto estética como narrativamente, constituyendo un hito. En la nota de prensa, la Asociación Mangaku destaca que con esta exposición se busca:
“divulgar acerca de Ghibli a personas que puedan no conocerlo. Y, desde otro punto de vista, (…) [intentar] que los más expertos puedan aprender y descubrir nuevas curiosidades y anécdotas que rodean a las producciones del estudio”
Para ello se concibe una exposición estructurada de forma sencilla, con distintas cartelas que explican la creación del Studio Ghibli, algunos de sus principales componentes (Hayao Miyazaki e Isao Takahata), películas, una breve referencia al merchandising y distintos videojuegos basados en la franquicia. Esta última parte resulta interesante y aporta un toque original al tema. Es el caso de Ni no Kuni, videojuego desarrollado por Ghibli junto a la empresa japonesa Level 5. La historia se desarrolla en torno a un niño de trece años que tiene la oportunidad de viajar a una realidad paralela a la nuestra (al estilo de Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis). La aventura de rol mantiene en todo momento el ambiente estético propio de Studio Ghibli y, aunque el desarrollo resulta un tanto lento, la animación incluida en el mismo y, sobre todo, la historia creada, otorgan un aire especial a la experiencia de juego. Algo más naíf resulta Magic Pengel: The Quest for Color, concebido para PlayStation 2, también con una estructura de juego de rol basada en una historia pensada de una forma algo más lineal, pero también con el reconocible toque Ghibli.
Junto a los videojuegos, la referencia al Museo Ghibli (donde se encuentran muchos cortos creados exprofeso por Hayao Miyazaki para el espacio expositivo) en la exposición resulta también acertada. Es verdad, sin embargo, que la muestra podría ser acusada de ser un tanto sencilla y que, además, los últimos días muchos carteles (sostenidos con cinta adhesiva), se encontraban por el suelo, apoyados en la pared o contra las cristaleras. Pero, ante estas críticas, lógicamente, no tenemos que entender esta exposición en sí misma, sino dentro de todo el conjunto de actividades del Nippon-ku, como un complemento divulgativo a una labor amplia – y difícil de realizar – de extensión de la cultura japonesa en nuestra ciudad, reuniendo a muchos aficionados y acercando a otros a la cultura nipona, algo por lo que hay que dar la enhorabuena a la Asociación Mangaku.