“Talli, hija de la luna”: un cómic a modo de un clásico juego RPG, del historietista Sourya Sihachakr y LetraBlanka Editorial.

A finales del pasado año LetraBlanka Editorial nos trajo Talli, hija de la luna, una obra del historietista francés Sourya Sihachakr, pero esta no es la primera de este artista en nuestro país, pues en el año 2015 Dibbuks publicó Freaks Squeele, cómic en donde él realizo el dibujo y Florent Maudoux el guion.

Portada del primer tomo de Talli, hija de la luna, de LetraBlanka Editorial.

En Talli, hija de la luna encontramos una historia realmente interesante, digna de cualquier videojuego RPG (role-playing game), pero esto no es algo casual, pues el autor es un gran aficionado a las sagas de Dragon Quest y Final Fantasy, por lo que no han de extrañarnos las semejanzas. De hecho, esto es lo que realmente hace interesante la obra.

La historia está protagonizada por Lady Talli, la presuntamente última descendiente de Meness, la Diosa de la Luna, cuyo culto está prohibido desde hace siglos. El motivo de esta censura religiosa se debe a que las hijas de la diosa, quienes siempre son mujeres de cabello blanco, tenían la capacidad de invocar grandes criaturas al realizar una ofrenda de sangre, lo que las convertía en seres muy poderosos al igual que peligrosos. Esta magia aparecía por primera vez con la menstruación, simbolizando el viaje hacia la edad adulta. Debido a que los monarcas no estaban a favor de que hubiese personas con tanto poder, decidieron prohibir el culto y atacar a las descendientes Meness, razón por la que estas llevaron a cabo una sublevación. Fue la conocida como Guerra de las Quimeras, pero estas perdieron y el culto prácticamente se dio por extinguido, siendo herejes aquellos que, de manera oculta, siguen esperando la llegada de una de estas invocadoras.

Con este preámbulo llegamos a un mundo donde el medievo se funde con la fantasía y la magia. Lady Talli, al poco de nacer, fue entregada por su madre a un noble para que se hiciera cargo de ella, prometiendo protegerla, pero cuando la joven tuvo su primera menstruación empezaron a aparecer las criaturas. Al final, por mucho que intentaran ocultarla, los rumores corrieron y otro noble sediento de poder atacó el castillo, siendo ese el momento en el que Talli, junto a Alan, un fornido y aventajado caballero, huyen del mismo a caballo. Es en ese momento cuando empieza un viaje en el que la última descendiente de la Diosa de la Luna deberá ir a las tierras de la señora Sybbyl, un lugar que parece lejano.

En esta travesía de Talli y Alan se cruzarán con dos sujetos bastante peculiares, quienes no dudarán en unirse a esta aventura. Se trata de Pavel, quien parece un simple comerciante, y Lilo, su “ayudante”, dos personajes que aportarán un gran toque cómico al grupo. Y este viaje será complicado al ser perseguidos por Nina, quien comanda las tropas del noble que quiere, o al menos eso parece, encontrar y asesinar a Lady Talli para evitar así que en un futuro pueda haber otra Guerra de las Quimeras.

Un ejemplo del dibujo de Sourya en Talli, hija de la Luna. Se trata de dos imágenes obtenidas del Twitter del artista (@Sulhya), correspondiéndose estas con las páginas 38 y 147 de la edición de LetraBlanka.

Junto a este argumento realmente interesante, sobre todo para aquellos y aquellas que disfruten de este tipo de aventuras, ya sea por medio de libros, películas o videojuegos, hay un dibujo que ensalza todos los valores antes descritos. La historia podrá ser llamativa, pero el dibujo lo es aún más. Sourya, quien es graduado por el Instituto Superior de Artes Aplicadas de París, presenta una maestría que difícilmente se puede ver en otro historietista o mangaka. Se trata de una estética realmente realista, especialmente en las representaciones de pueblos, habitaciones y praderas, es decir, de los fondos, pero esto es algo que también se percibe fácilmente en los personajes; es cierto que no deja de haber cierta idealización, e incluso a veces nos encontramos con caricaturas, pero hay una búsqueda de la veracidad realmente increíble. A esto sumamos el gran detallismo que hay en todo el dibujo, algo que se aprecia muy bien al presentar las sombras, pero también se aprecia en todos los elementos que aparecen en la obra: en las rocas, los ropajes, las bestias, los árboles… En definitiva, se trata de un dibujo que enamorará a primera vista a cualquiera que tenga esta obra en sus manos.

Y todo esto se complementa con una cuidada edición de LetraBlanka. Es un libro rústico con sobrecubierta, como casi cualquier obra de estilo manga que encontramos en una librería. Tiene la peculiaridad, eso sí, de que la lectura se hace al modo occidental, algo debido a que la obra original es francesa, siendo publicada en Ankama Éditions el pasado año. Este tomo es el primero en salir al mercado, por lo que se trata de una serie abierta (aunque LetraBlanka anunció que serían un total cinco tomos).[1]

Un ejemplo de la maestría dibujística de Sourya en Talli, hija de la Luna. Imagen también obtenida del Twitter del artista (@Sulhya).

Con esta reseña se quiere demostrar que no se trata de una obra cualquiera, sino de una historia que realmente conmoverá y emocionará a cualquier lector. La inspiración en los juegos de rol, que el autor remarca en el epílogo del tomo, es palpable en todo el tomo, dando como resultado una historia de acción y aventuras que podría recordar a un shônen japonés. Sin duda alguna, la maestría de Sourya queda demostrada, y eso que es la primera historieta que guioniza, pues anteriormente sólo había realizado dibujos. LetraBlanka Editorial ha acertado de lleno con Talli, hija de la luna, una compra imprescindible que posiblemente encandile a todo aquel que la lea.

Notas:

[1] Más información disponible aquí.

Daniel Rodríguez (208 Posts)

Profesor de Geografía e Historia. Graduado en Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, con un Máster Universitario en Estudios en Asia Oriental cursado en la Universidad de Salamanca y otro Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional en la Universidad de Oviedo. Ha trabajado para el Museo Arqueológico de Asturias, la sala de exposiciones LAUDEO, la Universidad de Salamana, Satori Ediciones y la Academia Formación Sagan.