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This article was written on 02 Abr 2018, and is filled under Literatura.

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“La bestia ciega”: el Rampo más desatado

La editorial Satori ha añadido un nuevo título a su colección de obras del escritor Edogawa Rampo, que publica dentro de su línea Satori Ficción. Con este, son cuatro los títulos del autor que la editorial asturiana ha traducido, después de El extraño caso de la isla Panorama, Rampo, la mirada perversa y Los casos del detective Kogoro Akechi. Además, todos estos títulos se han publicado de manera consecutiva, demostrando el gran tirón que tiene el máximo representante nipón del ero-guro, el misterio y los relatos de crímenes y policiacos.

Este nuevo título, La bestia ciega, ofrece un aliciente adicional para los fans de Rampo: se trata de una obra que fue editada por primera vez en 1931 recuperada sin censura, en su forma original. Hay que destacar, en este sentido, que durante la postguerra Rampo renegó del ero-guro y fue él mismo quien ofreció una versión modificada de este relato para futuras ediciones, eliminando los pasajes más siniestros y difíciles de asimilar. Sin embargo, Satori publica una traducción de la primera versión, en la que se mantiene el relato íntegro.

La historia se centra en un inquietante personaje, un ciego obsesionado con la belleza femenina. Este personaje anónimo, al que hace referencia el título de la obra, dirige su fijación hacia Ranko Mizuki, una estrella de la revista del barrio de Asakusa en Tokio a quien un escultor ha retratado para una muestra artística.

A partir de este momento, comienza el desarrollo de una historia macabra y retorcida, como es habitual dentro del imaginario de Rampo. Tanto la estructura como el contenido pierden parte del factor sorpresa si el lector ya conoce previamente otras obras del autor. Sin embargo, lo destacado de La bestia ciega no es su originalidad de planteamiento, sino cómo Rampo se recrea en la violencia y la perversión inherentes a los sucesos que tienen lugar. Así, las nuevas fantasías macabras sí suponen una novedad con respecto a otras narraciones del autor. En este sentido, quizás el desenlace sea lo más interesante, por el enfoque aplicado, aunque es un aspecto en el que preferimos no profundizar para no influir en el lector.

La bestia ciega es una sucesión de episodios de extremada crueldad y sadismo, hasta el punto que la lectura puede resultar incómoda, por ello se trata de una obra no recomendable para personas especialmente sensibles. Además, el hecho de que esta violencia sea dirigida siempre hacia la mujer, acompañada del síndrome de Estocolmo, hace que la lectura sea complicada de asimilar. No obstante, eso no hace desmerecer el atractivo de la obra, puesto que en ningún caso resulta apologética, sino más bien al contrario, el autor, adoptando la voz del narrador, subraya los horrores de los que se está siendo testigo.

Más allá del catálogo de perversiones que lleva a cabo, Rampo realiza también un interesante retrato de la sociedad nipona de los años treinta. Si bien es un ámbito en el que no profundiza, ni constituye parte esencial de la trama (como sí puede ocurrir en otro tipo de novelas), lo cierto es que algunas expresiones o situaciones permiten captar la atmósfera de una realidad que todavía estaba terminando de asimilar algunos aspectos de la modernización que se había llevado a cabo, fundamentalmente, durante el Periodo Meiji (1868-1912).

Además, Rampo incluye una interesante reflexión, casi tratadística, que pone en cuestión las artes tradicionales, tanto japonesas como de estilo occidental. En las últimas décadas, Japón había experimentado una asimilación de las formas artísticas occidentales, que habían encontrado un desarrollo en artistas nipones que abrazaban la modernidad. En un momento en el que las Vanguardias comenzaban a permear en Japón, Rampo escribe una novela en la que el arte, y más concretamente, las nuevas tendencias y los nuevos horizontes artísticos, se convierten paulatinamente en un pilar importante de la narración, dentro de la incesante búsqueda de la belleza por parte del ciego.

La edición de Satori de La bestia ciega comparte el mimo con el que la editorial realiza todas sus publicaciones. Cuenta con una atractiva y sugerente portada de Suehiro Maruo, el mangaka e ilustrador también especializado en el género ero-guro, autor de La sonrisa del vampiro y de algunas adaptaciones de Rampo a cómic, entre otros títulos. Sin embargo, aunque la portada transmite muy bien la esencia de la obra, no se trata de una ilustración que haga referencia al contenido del libro, estrictamente hablando.

No solamente la portada es destacable en esta edición, sino también la labor de traducción, que ha corrido a cargo de Daniel Aguilar. La traducción está anotada, aunque no prolijamente: Aguilar se limita a señalar los aspectos que necesitan una explicación adicional para comprender el avance de la trama. Además, incluye también algunas anotaciones referentes a las versiones censuradas de la obra, indicando cuáles fueron los cambios que Rampo llevó a cabo en las ediciones posteriores.

Finalmente, también a cargo de Daniel Aguilar, la obra incluye un pequeño epílogo en el que La bestia ciega se pone en relación con otros títulos de Rampo, así como con algunas adaptaciones cinematográficas que se comentan brevemente.

En definitiva, Satori vuelve a demostrar, una vez más, la pasión por la literatura japonesa que la caracteriza, ofreciéndonos uno de los títulos más significativos de Edogawa Rampo, que se ha convertido ya en uno de los escritores de referencia para la editorial. La edición, rústica con solapas, presenta la calidad a la que Satori nos tiene acostumbrados: buen papel, una tipografía sencilla de leer y agradable a la vista, contenido extra…

La bestia ciega es una obra imprescindible para todos los fans de Edogawa Rampo, pero también muy atractiva para los aficionados al género del horror y el gore, así como para los amantes de la literatura japonesa. Si bien, como adelantábamos, cuenta con el hándicap de su gran crudeza, ello no debería ser óbice para disfrutar de la capacidad narrativa y descriptiva de Rampo, así como de sus retratos de la maldad humana.

avatar Carolina Plou Anadón (272 Posts)

Historiadora del Arte, japonóloga, prepara una tesis doctoral sobre fotografía japonesa. Autora del libro “Bajo los cerezos en flor. 50 películas para conocer Japón”.


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