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This article was written on 21 Oct 2020, and is filled under Cine y TV, Varia.

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Lore y folklore del anime “Kami-sama Hajimemashita” Parte III: El cuento de Urashima Tarô

En entregas anteriores pertenecientes a esta serie de artículos nos hemos detenido en distintos personajes pertenecientes a la serie de animación nipona Kami-sama Hajimemashita. Así, en primer lugar, tratamos el caso de Tomoe y los kitsune, para después detenernos en otras criaturas fantásticas pertenecientes al imaginario japonés. Tras estos primeros textos, vamos a hablar más detenidamente de algunas de las historias que protagonizan los secundarios de la serie, concretamente, nos referiremos a la interpretación del cuento de Urashima Tarô.

A grandes rasgos, este relato nos cuenta la historia de un pescador que un día salva a una tortuga marina del acoso de unos niños que estaban haciéndole daño. La criatura le invita a subirse sobre su caparazón, llevándolo a las profundidades del mar, concretamente al palacio del rey dragón, dios del mar. Una vez allí, la tortuga vuelve a su verdadera forma, y es que en realidad resulta ser Otohime, la hija de la divinidad mencionada, una bella princesa que invita al humilde pescador a pasar unos días en su morada. Si bien, tras tres días en el palacio, Urashima Tarô quiere volver a tierra firme ya que está preocupado por su familia, y la princesa le concede tal deseo, llevando a su vuelta una caja que no tiene permitido abrir. Cuando llega a su pueblo, se da cuenta de que en realidad durante su estancia bajo el mar han pasado trescientos años, y toda su familia y amigos han fallecido. Desesperado, decide abrir la caja, que realmente guardaba en su interior su edad real, por lo que acaba falleciendo convertido en un anciano.

Aquí tenemos una de las muchas representaciones de Urashima Tarô a manos de Tsukioka Yoshitosi (1886). En este caso se ilustra el final del relato, momento en el que vuelve a tierra sobre una tortuga, portando a la espalda la misteriosa caja, mientras la corte del Rey Dragón lo despide.

Sabemos que la primera vez que se menciona el nombre de Urashima Tarô como tal es en el periodo Muromachi (1336–1573), en el Otogi-zôshi,[1] aunque su leyenda es mucho más antigua, trasladándonos hasta el periodo Nara (710-794), a textos como el Nihonshoki.[2] A pesar de que la historia que se narra en estas fuentes es similar a la que ha llegado a nuestros días, el nombre de su protagonista cambiaba, conociéndose como Urashimako.

Este cuento ha sido adaptado en numerosos formatos: desde la revisión de su historia por parte de Osamu Dazai, hasta numerosos anime, muñecas y figuras de todo tipo. La serie que nos ocupa, además, no podía ser una excepción, considerando su atención a diferentes aspectos de la tradición nipona.

Así, en la primera temporada se nos presenta Otohime, o una particular versión de la misma. Vamos a empezar diciendo que el nombre del personaje cambia completamente, pasando a ser conocida como Numano Himemiko, manteniendo la denominación “hime” que vendría a significar ”princesa”. Nos encontramos con una criatura fantástica que tiene un rostro de pez bastante simplificado y cuerpo humano. Himemiko es la princesa del Tatara Numa, un pantano protegido por el anterior dios del templo, Mikage y, por ende, responsabilidad de Nanami. Siendo consciente del cambio en cuanto a la divinidad de la tierra, acude al templo para conocerla, encontrándose con Nanami y estableciendo, poco a poco, una amistad con ella. Es así como conocemos la historia de su pasado, destacando cómo se enamoró de un niño humano hace aproximadamente diez años. Nanami se entusiasma con esta historia y quiere que la princesa del pantano vuelva a encontrarse con su enamorado, por lo que, utilizando sus poderes, le otorga apariencia humana. Es aquí donde conocemos el segundo diseño de Himemiko, que va a predominar a lo largo del desarrollo de la serie. Tras toda una serie de coincidencias y enseñanzas sobre el comportamiento humano a la princesa, esta, por fin, conoce al humano, que ahora es un chico de dieciocho años llamado, casualmente, Urashima Kotaro.

Himemiko en su forma como criatura. Vemos como se simplifica el tratamiento del rostro y, además, a pesar de tener forma humana, cuenta con aletas.

A lo largo de la serie de animación, el espectador conoce algunos fragmentos del desarrollo de su historia de amor, dados por apariciones casuales (creando, en ocasiones, rivalidades entre la pareja protagonista). No obstante, en el manga, esta relación se desarrolla mucho más con la aparición de un tercero en discordia, Nishiki, el prometido de Himemiko. Nishiki también es una criatura que cuenta en su diseño con rasgos marinos (aunque en su caso predomina lo humano) que afirma estar completamente enamorado de su princesa, y no se lo va a poner demasiado fácil a su rival humano.

Como hemos comentado a lo largo del artículo, no estamos precisamente ante un calco exacto del cuento original de Urashima Tarô, no obstante presenta muchos vínculos con el mismo, partiendo del nombre de sus propios protagonistas. Aunque Kotaro no es pescador ni desempeña un oficio que lo vincule con el mar, sí que Himemiko presenta muchos más vínculos con la Otohime original, y es que no deja de ser una criatura acuática, que vive en un pantano y que, además, es una princesa. Su belleza es algo que, sobre todo, se limita a su apariencia humana, ya que como criatura se juega con la simplificación de sus rasgos, las formas redondas o incluso su actitud mucho más desafiante o incluso siniestra. El contraste que se establece con esta transformación también podría considerarse como una alusión al relato, ya que no debemos olvidar que la princesa en un primer momento aparece como tortuga para después desvelar su belleza bajo el mar. La historia de amor, en este caso, sí que nada tiene que ver con el cuento.

Captura del anime en la que podemos ver a Kotaro y Himemiko, esta vez la princesa aparece en su forma como humana.

Por otro lado, dentro de Kami-sama Hajimemashita nos vamos a encontrar con otros personajes que aparecen mencionados en el cuento, como es el caso del Rey Dragón. En la leyenda no aparece propiamente, sólo se lo menciona, mientras que aquí es un personaje independiente que nada tiene que ver con Himemiko.

El Rey Dragón o Ryuo Sakuma aparece en la serie a partir del capítulo nueve, presentándose como un personaje en posesión de un ojo que otorga a aquél que lo posee grandes poderes. Debido a esto, Nanami se ve involucrada en una serie de enredos por la posesión de estas habilidades. No obstante, lo que más nos interesa y que tiene relación directa con el relato de Urashima Tarô se desarrolla en el siguiente episodio. Por un lado, en cuanto al Rey Dragón, vamos a conocer de primera mano su morada bajo el mar, viajando a la misma, como no podría ser de otra manera, montados en una tortuga. Igualmente, en este capítulo se presenta a su esposa Kamehime, cuyo nombre, por el término “kame” también alude a la mencionada tortuga, por lo que bien podría ser una nueva alusión a la princesa Otohime. En ese mismo capítulo aparece un nuevo personaje secundario que tiene mucho que ver con lo que hemos comentado anteriormente respecto al ojo del Rey Dragón. Como señalábamos, Nanami se hace con él, lo que le va a traer una serie de problemas, apareciendo en escena Isohime. Este personaje se presenta como una especie de hechicera capaz de extraer el ojo del rey a cambio de algunos años de su vida. Esto bien podría considerarse como una nueva alusión al relato de Urashima Tarô, ya que no debemos olvidar que en la caja que le otorga la princesa moran los años de vida que ha pasado bajo el mar, terminando por ocasionarle la muerte.

El Rey Dragón junto a su esposa Kamehime.

Hasta aquí ponemos fin al análisis de los elementos pertenecientes al relato del pescador y la princesa marina que aparecen en la serie Kami-sama Hajimemashita. Como vemos, la autora pone de relieve el conocimiento del cuento y de los distintos elementos que llaman la atención de mismo, jugando con ellos e introduciéndolos poco a poco, sin llevar a cabo una adaptación completamente fidedigna sino más bien un juego para el espectador, que ha de encontrar las diferentes piezas o alusiones para conformar la historia al completo.

Notas:

[1] Se trata de un recopilatorio de historias cortas en prosa e ilustradas. Comprende algunos de los cuentos populares más conocidos en el archipiélago nipón.

[2] Uno de los libros más antiguos que se conservan en Japón, nos habla de la creación del propio archipiélago bajo intervención divina, trazando, a partir de este momento, una narración que mezcla Mitología e Historia.

avatar María Gutiérrez (133 Posts)

Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, Máster de Estudios Avanzados en Hº del Arte y Máster en Formación de profesorado en Educación Secundaria por la misma universidad. Actualmente se encuentra ultimando su tesis doctoral acerca del coleccionismo de muñecas tradicionales japonesas.


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