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This article was written on 02 Oct 2019, and is filled under Cine y TV.

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“Nuestra salvaje juventud”: Drama, romance, comedia y más drama

Imagen promocional del anime donde podemos apreciar el estilo general de la serie, bastante parecido al del manga.

El pasado día 20 de septiembre terminó la primera temporada del anime Araburu Kisetsu no Otome-domo yo (Nuestra salvaje juventud, en castellano) por lo que queríamos aprovechar este artículo para comentar algunos aspectos interesantes sobre esta serie, sus autores y, por supuesto, su argumento y personajes. No obstante, antes de empezar, debemos señalar la popularidad que ha experimentado, siendo uno de los anime más comentados (tanto por admiradores como detractores) de la temporada que está a punto de finalizar.

A la hora de hablar de Nuestra salvaje juventud, hemos de partir del manga, que se empezó a publicar en Japón a partir del mes de abril de 2017, contando con un total de siete volúmenes, cuya última entrega vio la luz el pasado mes de julio del año que nos ocupa. Los autores son un dúo compuesto por Nao Emoto como encargado del dibujo[1] y Mari Okada como guionista, nombre que quizá nos resulte familiar por estar involucrada en anime como Black Rock Shooter o Vampire Knight, así como por ser la directora de Maquia, una historia de amor inmortal (2018). En la actualidad, esta obra ha sido licenciada por Milky Way Ediciones, en una doble edición que cuenta, por un lado, con portadas limitadas protagonizadas por los diferentes personajes y, por otro, aquellas comunes y llenas de color. En la actualidad vamos por la tercera entrega de la serie y la propia editorial anunció hace poco que este título formará parte de una línea de nuevos productos (accesorios y papelería), que se ha inaugurado con una preciosa libreta de Atelier of Witch Hat, obra que hemos reseñado con anterioridad en esta revista.

Sobrecubierta desplegada del primer tomo de Nuestra salvaje juventud, editado por Milky Way, en este caso se trata de la portada limitada que muestra a Kazusa.

A grandes rasgos, Nuestra salvaje juventud narra la historia de un grupo de cinco chicas en plena adolescencia que empiezan a interesarse (de maneras muy diversas) por el sexo. Las posturas de cada una de ellas son completamente distintas, así como los problemas con los que se van a ir encontrando a lo largo de la trama. De esta manera, podemos citar a Kazusa Onodera, que, repentinamente, es consciente de lo que ha empezado a sentir por su amigo de la infancia. Rika Sonezaki es la mayor de todas ellas y siente un profundo y más que evidente rechazo por el sexo opuesto, así como por todas aquellas prácticas y sentimientos que hablan de la superficialidad y la sexualidad. Hitoha Hongou es una escritora novel que quiere dar rienda suelta al erotismo de sus relatos, no obstante, su nula experiencia resulta una piedra en el camino. Momoko Sudou intenta ser el pegamento que mantiene unido al grupo, pero ella misma es consciente de estar sintiendo algo nuevo, diferente, y quizá extraño para el resto de sus amigas. Por último Niina Sugawara es la belleza del centro al que asisten, quien condicionada por las palabras de su antiguo profesor de teatro no quiere que su adolescencia se marchite sin haber tenido relaciones sexuales.

Lo interesante de este grupo de amigas es que son todas diferentes entre sí, unidas, en este caso, por el club de literatura al que pertenecen (y que, a su vez, permite introducir toda una serie de grandes autores y obras clásicas dentro de la literatura japonesa). El hecho de marcar estas diferencias permite que el espectador/lector pueda identificarse con cada una de ellas, así como tratar diferentes problemáticas y situaciones que en ocasiones llegarán a rozar incluso el absurdo. Esta obra, además, afronta de cara algunos temas que pueden resultar polémicos, encarnados, en este caso, en la figura de Sugawara y su pasado, que realmente parece tener una inspiración directa en Lolita, la obra de Nabokov, y su concepción de esa niña que todavía no es mujer llamada “nínfula”, cuya belleza se terminará marchitando con la madurez. Esta no es la única situación digna de mención, pero guardaremos silencio por si hemos conseguido despertar la atención de alguno de los lectores.

La cinco protagonistas de la obra de izquierda a derecha: Hongou, Sugawara, Onodera, Sonezaki y Sodou.

Si algo resulta interesante en este manganime es, por un lado, la evolución de los personajes que hemos enumerado, y que no deja de ser el centro de la obra. Al fin y al cabo, se trata de bucear por la adolescencia, la supuesta contraposición del deseo sexual y el romántico, o incluso el descubrir que tu entorno piensa de forma muy distinta a ti. En resumidas cuentas, podemos decir que el sentimiento de incomprensión tanto propia, como ajena, como del entorno es la máxima de esta serie, y lo que nuestras protagonistas van a intentar solucionar.

Centrándonos en el manga, podemos ver un tratamiento de los personajes dulce y delicado, muy en la línea de las edades de los personajes. Se presta especial atención a las expresiones y a aquellos momentos de mayor intensidad emocional, algo que no deja de ser un tropo propio de las obras shôjo, aunque hay que decir que esta no es un shôjo cualquiera (a pesar de que ha sido catalogado como shonen, lo que no deja de ser un tanto curioso si tenemos en cuenta el elenco protagonista y la temática) tanto por la ruptura de algunos tópicos presentes en la demografía como por tratar situaciones con naturalidad y realismo, aunque el carácter de las chicas a veces las va a llevar a rozar el absurdo, lo que no deja de dotar de encanto a la serie en general y quizá sea uno de los puntos más fuentes e interesantes de la historia.

En cuanto al anime, hay que decir que se ha adelantado al ritmo de publicación española, no obstante, ha hecho disfrutar de este título a todos aquellos que hemos acabado conquistados por su originalidad. Hay que decir que es una adaptación sumamente fiel, que juega con un coloreado suave que casi parece acuarela, con música y, por supuesto, con la mayor exageración de esas situaciones cómicas que comentábamos anteriormente.

En resumidas cuentas, podemos hablar de un acierto más que se suma a los títulos editados por Milky Way, una obra cargada de inocencia y dudas que puede llegar a retrotraerte a tu propia adolescencia, empatizando con las protagonistas y llegando a sufrir y reír con ellas. Una serie que cuenta con un total de once capítulos que suponen una adaptación fiel y cuidada que, capítulo tras capítulo, nos traslada la curiosidad y el mundo interior de un grupo de chicas cualquiera.

 

Notas:

[1] En España ya conocemos el estilo de dibujo de este autor gracias a Soredemo Boku wa Kimi ga Suki, traducido al castellano como Y sin embargo te quiero y editado por Planeta.

avatar María Gutiérrez (133 Posts)

Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, Máster de Estudios Avanzados en Hº del Arte y Máster en Formación de profesorado en Educación Secundaria por la misma universidad. Actualmente se encuentra ultimando su tesis doctoral acerca del coleccionismo de muñecas tradicionales japonesas.


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