Revista Ecos de Asia

Oda a la comedia romántica (con “twist” oriental): “Cuatro bodas y un funeral” (2019)

Vivimos una edad oscura, cinematográficamente hablando, donde todo parecen ser remakes de viejos éxitos, adaptaciones de cómics o versiones en carne y hueso de películas de Disney, dejando claro que la originalidad ha muerto. Y, ¿qué decir de la comedia romántica?, el género más denostado de Hollywood, que vivió su momento álgido en la década de los noventa pero que, hoy en día, en un mundo que dista mucho de la heteronormatividad, resulta demasiado banal pues ¿quién quiere ver otro “chico encuentra chica” en la era del #MeToo y el #LoveIsLove? Así, con todo aparentemente en contra, llega a nosotros Cuatro bodas y un funeral (2019),[1] adaptación televisiva en diez episodios de la comedia romántica homónima que en su día protagonizaran Hugh Grant y Andie MacDowell, y que se estrena en nuestro país este mismo domingo, día 6 de octubre, en la plataforma digital Atresplayer Premium.

Cartel promocional de la serie.

En primer lugar, conviene advertir al lector de que este producto ha sido creado por y para los fans de la comedia romántica y, aunque actualizado y modernizado, no deja de ser un entretenimiento agradable para cualquier espectador, si bien es cierto que, como sucede con el buen vino, los connaisseurs del género, cuyo paladar está preparado para identificar todos los matices, apreciarán mejor los distintos guiños, referencias e intertextualidades que plagan la trama.

Todo el proyecto se debe al genio creador de la adorable Mindy Kaling, una actriz, escritora y productora estadounidense de origen indio, conocida por sus papeles en The Office (2005-2013) o más recientemente en Ocean’s 8 (2018), y que es una admiradora declarada de las comedias románticas. Su principal objetivo, como directora y guionista, cuando se le ofreció adaptar el filme original de Richard Curtis fue el de crear algo novedoso pero que a ella misma le encantaría ver, poniendo especial énfasis en un reparto interracial en el que destaca la pareja protagonista, compuesta por una afroamericana y un británico de origen paquistaní.

Además del título, la miniserie toma algunas referencias de la cinta original, como por ejemplo la base del argumento, que se fundamenta sobre la historia de amor entre un británico y una americana que se van encontrando en distintos eventos en Londres, a los que acuden por conocidos comunes. Otro elemento común a ambas producciones es el recurso de emplear las invitaciones de boda a modo de cortinilla para guiar al espectador en distintos momentos y que, a pesar de ser una estrategia convencional -casi arcaizante-, despertará el reconocimiento de los más nostálgicos. También podemos trazar un paralelismo en el comienzo, tanto de la película como de la serie, ya que una de las escenas más memorables del filme es el abrupto despertar de Hugh Grant quien, agobiado porque no le ha sonado el despertador, teme llegar tarde a una boda y la primera palabra que dice (y que repite constantemente durante los primeros minutos del metraje) es “¡Joder!”. En la serie que ahora nos ocupa, la protagonista también se despierta a la carrera, pronunciando el mismo exabrupto, si bien, para rizar el rizo, los guionistas de la producción televisiva han sublimado la referencia cinematográfica haciendo que esta palabra sea también la primera que pronuncia cada uno de los personajes principales (todos ellos con una situación diversa que motiva semejante improperio) y dándole así un tono de comedia coral.

Arriba: créditos de la serie que aparecen al inicio de cada episodio; abajo: ejemplo de entradilla. Ambas imágenes reflejan la influencia de la cinta original.

Como ya hemos comentado anteriormente, la protagonista de la serie es Maya (interpretada por Nathalie Emmanuel, más conocida por su papel de Missandei en la popular serie Juego de Tronos), que trabaja para un congresista de Nueva York -con el que tiene una aventura- y viaja a Londres para visitar a sus amigos de la universidad en la ocasión especial que supone el treinta cumpleaños de una de ellas: Ainsley (Rebecca Rittenhouse), quien vive gracias al dinero de sus padres en una preciosa casa del barrio londinense de Notting Hill. A ellas se unen Duffy (John Reynolds), profesor de un elitista colegio y escritor frustrado que está enamorado de Maya desde hace años, y Craig (Brandon Mychal Smith), exitoso financiero con una novia recauchutada que parece sacada de Geordie Shore: Zara (Sophia La Porta). Más adelante, conoceremos a Gemma (Zoe Boyle), una snob londinense que competirá con Maya por ser la mejor amiga de Ainsley.

Cuando nuestra heroína llega al aeropuerto, pierde su maleta y, tras pagar su descontento con los operarios, uno de estos le pide a su hijo, con el cual había estado comiendo, que acompañe a la señorita a la zona de equipajes perdidos para tratar de localizar el suyo. Lo que comienza como una tarea fastidiosa acaba convirtiéndose en una entretenida búsqueda pues ambos conectan instantáneamente y se abren el uno al otro, confiándose sus miedos y aspiraciones con la libertad de saberse dos completos desconocidos.

Maya y Kash en su primer encuentro.

Sin embargo, cuando llegue el esperado momento del cumpleaños, Maya conocerá al novio de Ainsley y compañero de trabajo de Craig, del que tanto ha oído hablar, que no es otro que el atractivo hombre del aeropuerto: Kash (Nikesh Patel, protagonista de la teleserie El fin de un imperio). Este encuentro será el desencadenante de la acción, presentándonos el sempiterno dilema entre la amistad y el amor: ¿será Maya fiel a Ainsley, o decidirá arriesgarlo todo por un instante de química con Kash?

Uno de los aspectos más interesantes de esta adaptación televisiva es, sin lugar a duda, el de la multiculturalidad de sus protagonistas pero, debido al ámbito de estudio de esta publicación, nos centraremos únicamente en desentrañar las características del personaje de Kash y su entorno. Los Khan son una familia humilde de origen paquistaní que habita en Londres, cuyo núcleo lo componen el padre, Haroon (Harish Patel), junto a sus dos hijos: Kashiv y el travieso preadolescente Asif (Krrish Patel); además, aunque estrictamente hablando no forme parte de la familia, podemos incluir aquí a Basheer (Guz Khan), amigo de Kash desde la infancia. Resulta especialmente relevante la representación de este colectivo en la serie, ya que se lleva a cabo sin caer en estereotipos maniqueos, de forma que la trama se eleva sobre estos supuestos para configurar personajes redondos.

Son muchos los detalles de la religión islámica y del acervo cultural de Pakistán que se dejan entrever desde los primeros capítulos de la serie, como los matrimonios concertados y las subsiguientes citas con carabina, así como la relevancia del imán como líder espiritual de la comunidad. También cabe destacar la figura del padre, que alardea del trabajo de su hijo como inversor bancario mientras da gracias a Alá porque no es como el hijo de su amigo, que es dibujante de cómics; todo ello sin sospechar la presión que estos comentarios imponen sobre Kash, quien en realidad no es feliz con su trabajo y desea en su fuero interno ser actor. Aunque el señor Khan también protagonizará otros momentos divertidos, como cuando intenta animar a su hijo haciéndole ver por enésima vez la película Lagaan (que fue nominada a los Oscars en 2001), para disgusto del joven.

Haroon y Kash comiendo juntos en el aeropuerto, donde trabaja el primero de ellos.

Al margen de lo tradicional, la serie también ahonda en los conflictos de los inmigrantes de segunda generación, sus dramas identitarios y su inserción en el mundo moderno. Si Kash encarna esas dudas sobre su propia identidad, el que aporta modernidad es Basheer, vistiendo las últimas tendencias y trabajando como disc-jockey.

Fotograma de la serie en la que vemos un encuentro entre Kash y Basheer delante de una tienda de saris.

Sin embargo, el elemento cultural que tendrá un papel esencial en el desarrollo de la trama será, como no podía ser de otra forma, una boda -aunque no diremos de quién para mantener el suspense-. No es común que una producción televisiva occidental nos muestre un nikah (el ritual matrimonial musulmán), pero lo interesante es que la ceremonia no es un mero telón de fondo, elegido por sus exóticos vestuarios, sino que el guion profundiza en algunas tradiciones islámicas, como la bandeja de plata que es puesta ante los novios justo después de su unión, para que en ella puedan verse reflejados por vez primera como marido y mujer, vislumbrando su futuro juntos.

Maya y Kash bailando durante el nikah.

Las influencias orientales de la serie traspasan incluso la trama, impregnando con su sabor las referencias (que como ya hemos comentado son múltiples) a otras comedias románticas que la preceden. El ejemplo más paradigmático de esto lo encontramos en su banda sonora. La música de esta producción es un guiño continuo al género, incluyendo temas de Love Actually o El Diario de Bridget Jones (entre otros), pero versionados con distintos arreglos y nuevas voces. Entre todas las canciones que aparecen a lo largo de los capítulos, una de ellas destaca sobre las demás, y es la versión de Ain’t No Sunshine, de la película Notting Hill, que sonaba en aquel mítico plano secuencia en que Hugh Grant deambulaba por el londinense barrio del mismo nombre, mientras cambiaban las estaciones. La nueva canción, que lleva por título Dheemi Dheemi, es producto de la colaboración entre el compositor y productor Naughty Boy (Shahid Khan), el poeta y escritor Hussain Manawer, y el dúo de cantantes y compositores indios conocidos como Vishal-Shekhar (compuesto por Vishal Dadlani y Shekhar Ravjiani).

Dheemi Dheemi, versión de Ain’t No Sunshine.

Como dijimos al inicio, las referencias a otras comedias románticas son casi inagotables y de lo más diverso, desde la localización hasta la elección del casting. Sin embargo, la muestra más evidente de intertextualidad la encontramos en el primer capítulo ya que, para el trigésimo cumpleaños de Ainsley, se organiza una fiesta temática que exige ir disfrazado como un personaje de alguna comedia romántica, lo que nos permite asistir a un desfile de vestuarios inspirados por filmes de este género.

Arriba: fotograma de la serie que muestra a Maya disfrazada; abajo: imagen del Instagram de Nathalie Emmanuel y cartel del filme que inspira el disfraz.

Kash y Ainsley, como los personajes de La princesa prometida (1987).

Craig disfrazado de El príncipe de Zamunda (1988).

Comparativa entre Gemma y el personaje de Constance Wu en Crazy Rich Asians (2018).

Duffy imitando el gesto romántico de la película Un gran amor (1989)

Enumerar la totalidad de las referencias metacinematográficas presentes en Cuatro bodas y un funeral sería una tarea interminable y quitaría al espectador la oportunidad de realizar por su cuenta la divertida labor detectivesca que supone tratar de identificar los guiños presentes en cada capítulo. La música, los diálogos y, de forma más evidente, el vestuario, configuran un entretenido test que pondrá a prueba vuestros conocimientos sobre el género de la comedia romántica, al más puro estilo Buzzfeed.

Así pues, para el espectador medio, en busca de un entretenimiento ligero, la miniserie ofrece un agradable bálsamo repleto de humor y romanticismo; los fans acérrimos de la película original, ansiosos por ver cómo Mindy Kaling destroza uno de los pilares de la cinematografía británica, caerán rendidos ante la evidencia de que esta producción no intenta ser un reboot, sino una serie con personalidad propia que toma tan solo esa misma premisa para desarrollarla en direcciones muy diversas; y, finalmente, aquellos que se consideren expertos en el género, encontrarán un reto intelectual y un festín para los sentidos que los mantendrá al borde del éxtasis durante diez deliciosos capítulos.

Tráiler de la serie en castellano.

 

Para saber más:

 

Notas:

[1] Cuatro bodas y un funeral / Four Weddings and a Funeral (2019) País: Estados Unidos. Dirección: Mindy Kaling, Matt Warburton, Tristram Shapeero, Tom Marshall, Catherine Morshead. Guion: Mindy Kaling, Matt Warburton, Meredith Dawson, Abby Ajayi, Lana Cho. Música: Lesley Barber. Fotografía: Gavin Finney, Stijn Van der Veken. Reparto: Nathalie Emmanuel, Brandon Mychal Smith, Rebecca Rittenhouse, John Reynolds, Zoe Boyle, Emilio Doorgasingh, Guz Khan, Andie MacDowell, Harish Patel, Nikesh Patel, Hector Bateman-Harden, Sophia La Porta, Jamie Demetriou, Rakhee Thakrar, Ray Strasser King, Richard Fleeshman, Ross Tomlinson, Callum Kerr, Harry Tuffin, Betsy-Blue English, Ashley Madekwe, Ciara Baxendale, Richard Dixon, Kerry Howar, Dominique Moore, Jill Buchanan, Laurie Shepherd, Ro Ashika, Toni Beard, Michael Haydon, Helena Holmes. Productora: MGM Television / Universal Pictures Television. Distribuida por Hulu.

avatar Laura Martínez (173 Posts)

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza y Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte de la misma, con especialización en Cine. Actualmente realiza estudios de Doctorado en la Universidad de La Rioja.


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